Exdecano del Colegio de Economistas de Catalunya

Trabajos de poco valor añadido

22 de Marzo de 2024
Francesc Raventós | VIA Empresa

La demografía catalana se caracteriza por una baja natalidad, el envejecimiento de la población y flujos migratorios importantes. Para atender las necesidades sociales y del sistema productivo, Catalunya necesita inmigración, pero ¿qué tipo de inmigración necesita? El modelo productivo es el que define cuáles son las demandas laborales de las empresas. Si no se pueden cubrir con el mercado laboral existente en el país, se debe recurrir a la inmigración.

 

La política económica nos dice que se deben impulsar los sectores económicos que crean alto valor añadido. Pero, ¿qué debemos hacer con los sectores que tienen una demanda social o empresarial y son de bajo valor añadido? Hay muchos trabajos que son imprescindibles, aunque exigen poca cualificación y crean muy poco valor añadido, lo que hace que la renta per cápita del conjunto de la población disminuya.

"El modelo productivo de un país, no se puede valorar exclusivamente en términos de creación de riqueza, sino que el objetivo principal es el de crear bienestar para todo el mundo"

Los carriles deben limpiarse, las frutas deben ser recolectadas, las mercancías deben ser transportadas, en las tiendas deben haber vendedores, se necesitan camareros y si tienes en casa a un enfermo o una persona inválida, alguien debe atenderlos. Si bien es cierto que la robotización absorberá muchos puestos de trabajo y rutinas, muchas otras tareas seguirán siendo realizadas por personas.

 

 

El modelo productivo de un país no se puede valorar exclusivamente en términos de creación de riqueza, sino que el objetivo principal es el de crear bienestar para todos. Por ejemplo, con el envejecimiento de la población, la aparición de nuevas enfermedades o la conciliación de la vida familiar, se ha tendido a la contratación de personas externas que ayuden en casa. En Catalunya, actualmente unas 61.000 personas trabajan como empleadas domésticas y 28.000 como trabajadoras que cuidan a personas en el domicilio. La mayoría son mujeres extranjeras, algunas con títulos, trabajan pocas horas semanales y muchas no están dadas de alta en la seguridad social.

 

"El trabajo en negro supone una menor remuneración para el trabajador, la falta de protección social y dificulta la integración en la sociedad"

 

Según datos del 2022, este sector representa el 0,7% del valor añadido bruto catalán y empleaba a 80.000 personas, lo que supone un 2,3% del total de empleo. Este porcentaje es muy elevado en comparación con los países de la Unión Europea, que es del 0,9%. Con estos datos ya se puede ver que es un sector que emplea a mucha gente, pero que aporta poco valor añadido, lo que reduce la renta per cápita de Catalunya.

 

En una visión puramente economicista, este sector es uno de los que no interesa, pero desde un punto de vista social es una demanda esencial para el engranaje social. Son profesiones necesarias, pero que se deben dignificar y valorar. Es necesario garantizar una remuneración digna, mejorar su formación y cualificación profesional y, evidentemente, facilitar su integración en la sociedad. El aumento progresivo del Salario Mínimo Interprofesional ayuda a mejorar su situación económica. En España, 2,3 millones de trabajadores se han beneficiado del último aumento.

"Cuando la economía no crece, conviene no presionar con mayores costos que no se pueden pagar"

Es esencial que todos los que trabajan estén dados de alta en la Seguridad Social. El trabajo en negro supone una menor remuneración para el trabajador, la falta de protección social y dificulta la integración en la sociedad. Al mismo tiempo, se hacen uso de los servicios públicos y no se contribuye a su financiamiento. Es evidente que darse de alta tiene un coste, que no siempre es fácil de absorber. Por eso, se debe aprovechar los momentos de bonanza económica para hacer un salto, regularizando las situaciones irregulares, si es conveniente con ayuda a las familias con ingresos bajos. Cuando la economía no crece, conviene no presionar con mayores costes que no se pueden pagar.