El Valor (en mayúscula) de la inversión

La segunda mitad del año pasado marcó sin duda un antes y un después en lo que se refiere a los mercados de valores. Para nuestra industria, durante el parón fuerte de la cuarentena hubo algo positivo que quiero subrayar: muchos de los clientes actuales y potenciales hicieron un clic, un cambio de chip, que se ha visto reflejado un año después. Parece que hay un cambio de mentalidad y es que el cliente de banca privada ahora está dispuesto a asumir más riesgo, puesto que ha entendido perfectamente que a la larga puede suponer muchas más oportunidades.

En los mercados financieros, con un buen asesoramiento, hay muchas garantías de que a largo plazo haya gratas sorpresas. Nuestro trabajo consiste en acompañar a los clientes en un entorno muy volátil, pero a la vez siempre aconsejamos que sean fieles a sus perfiles y no apuesten por modas o booms, ya que a veces solo es eso… un boom, que explota pero que no perdura. Si eres coherente y con carteras explicables, el cliente cada vez valora más en este mundo tan tecnológico poder coger el teléfono para llamarte y que estés.

En el estudio elaborado por FundsPeople, titulado III Estudio de Banca Privada en colaboración con Tressis, se detalla que ha habido un incremento de los clientes que reciben asesoramiento en Catalunya: en 2020 era de un 50%; este año ha aumentado a un 66%. Ante esta circunstancia, se ha puesto el foco en la gestión de activos para ser cautelosos y explicar que donde hay oportunidades también hay riesgo, y cada vez más, puesto que hay activos que antes presentaban seguridad absoluta, pero ahora esto ya no existe. Un ejemplo que explica la gran apuesta que las entidades han hecho por la gestión discrecional.

En Catalunya, el 24% de los clientes tiene un perfil conservador; hace un año, ese porcentaje era del 38%

Hay más cambios. Si hablamos de renta fija, la tendencia es que los inversores cada vez encuentran menos valor. Esta evolución y el contexto general están moldeando las carteras, también las de los clientes de banca privada. En Catalunya, según los resultados del estudio comentado anteriormente, el 24% de los clientes tiene actualmente un perfil conservador; hace un año, ese porcentaje era del 38%. La cartera más defensiva en renta variable representa un 15%.

Así que va quedando bien claro lo importante que es mantener un perfil global: ni growth ni value, y hay que tener mucho cuidado con la inversión directa. En cualquier caso, sí se ha incrementado el riesgo en los portfolios, pero bueno, ya dicen que el mayor riesgo es no arriesgarte, ¿no?

El cliente se ha interesado más que nunca en nuestro papel (el del asesor 100% independiente) y en el mundo financiero, quiere tener un interlocutor de tú a tú que le acompañe y le explique el significado de cada movimiento. Estamos en un momento en que el cliente sabe más, tiene muchos más conocimientos, pregunta y aporta, compara los riesgos que hay en una cartera y en otra... Al final lo que eso conlleva, además de hacernos ser mejores, es que la competencia siga siendo férrea, pero más sana que nunca. Y eso es bueno porque por fin se comparan cosas comparables.

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