Es mundialmente conocido que dos visionarios como Bill Gates o Steve Jobs eran amantes de la tecnología a la vez que plenamente conscientes de su parte más oscuridad. Tanto es así que controlaban qué uso hacían sus hijos de los aparatos tecnológicos o incluso cuánto tiempo dedicaban. Una anécdota que más allá de su curiosidad, dice mucho de ellos y también dice mucho la tecnología.
Se ha escrito mucho del DAFO (debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades) de la tecnología y seguramente todavía queda mucho para escribir... En las aulas de Economía a menudo se habla del coste de oportunidad que el TermCat define como "coste derivado de renunciar a una posibilidad que, un golpe hecha la elige, se considera la mejor". Dedo de otro modo, es tan importando qué se hace cuando se utiliza la tecnología como que se deja de hacer.
La adicción en la tecnología existe en todo el mundo y a los dispositivos móvil todavía más. Así lo pone de manifiesto el World Economic Forum que constata que Brasil, China, Estados Unidos, Italia y España son los países con más adicción. El ranking cierra su top 10 con Corea del Sur, Canadá, Reino Unido, Alemania y Francia.
A guisa de comparación, de las cuatro horas y más de 45 minutos por día y usuario de Brasil a la poco más de hora y media de Francia, pasando por las dos horas y 11 minutos de España. Al World Economic Forum también preocupa como la adicción de los más grandes puede derivar en la adicción de los más pequeños.
Jobs: "Tu tiempo es limitado, no lo pierdas viviendo la vida de los otros"
Y todavía un dato más: la media que un usuario comprueba su móvil es de 85 golpes por día y casi la mitad de los americanos reconoce que "no puede vivir sin el móvil". Esto también dice mucho de ellos y también dice mucho la tecnología. "Tu tiempo es limitado, no lo pierdas viviendo la vida de los otros", reivindicó Jobs en su famoso discurso a la Universidad de Stanford.