"La economía colaborativa es una de las diez ideas que cambiará el mundo". Esta frase no sólo la dice la revista Times, sino que también lo afirma Jeroen Merchiers, director general de Airbnb a España y Portugal; una comunidad de viajeros que ya cuenta con 600.000 alojamientos en todo el mundo. "Hay un cambio de actitud en la manera de consumir, en la que todos podemos ser productores y consumidores a la vez", explica Merchiers, en una entrevista con VIAempresa.
Las nuevas tecnologías y las redes sociales son la base del consumo colaborativo, donde ya no se trata de tener propiedades sino de compartir el acceso. En España, este fenómeno ha crecido exponencialmente en sectores como el de la movilidad, con el ejemplo de Blablacar , y el del alojamiento, donde Airbnb encabeza el ranking de plataformas más utilizadas entre los turistas.
De los cuatro millones de usuarios que tenía la plataforma a principios del 2013 se ha pasado a los once millones el mes de marzo del 2014. "Es un negocio muy escalable, tanto a nivel de oferta como de demanda", argumenta el director general.
El viajero social
La empresa con sede central a San Francisco, creada en agosto del 2008 por dos emprendedores de California se ha convertido en una comunidad de viajeros con presencia a 192 países. El objetivo? Conectar usuarios que buscan alojamiento económico con anfitriones que tienen espacio.
Entre los mes de 600.000 alojamientos listados se puede encontrar desde un apartamento para una noche, un castillo para una semana, o una villa para un mes. "El alojamiento y el contacto social son la base del proyecto", argumenta Merchiers, que puntualiza que "el 96% de los turistas viajan porque quieren vivir la experiencia como si fueran un local".
Monetitzar el espacio extra
Con una creciente comunidad de usuarios, Airbnb también proporciona una alternativa porque la gente monetitzi su espacio extra. Según el directivo, "el número de anfitriones ha crecido por necesidad económica; son gente que alquila su espacio en un primer momento para obtener un rendimiento, pero desprendido las razones ya son sociales".
El 75% de los anfitriones de Airbnb son particulares con una única propiedad pero con algún espacio extra, gracias a la cual ganan unos 200 euros al mes de media. La confianza y la reputación online garantitzen esta transacción. "Uno no alquila casa suya si no está seguro", comenta Merchiers, que añade que "a Airbnb no hay lugar por el anonimato". Fotos verificadas y realizadas por profesionales, pago garantitzat, seguro para el hogar y los comentarios de los usuarios conforman el paquete de garantías de la compañía norteamericana.
Barcelona, la anfitriona 2.0
Los beneficios de este modelo no son exclusivamente a título personal. Barcelona es la cuarta ciudad a nivel mundial más pedida a Airbnb, por detrás de Nueva York, París y Londres. El 2013 este tránsito de viajeros (la mayoría europeos) generó en la capital catalana un impacto económico de 128 millones de euros.
"Es turismo de calidad , que quiere vivir como un local y que dinamiza los comercios de proximidad del barrio donde se aloja", asegura el director general. El resultado: Cada visitante de Airbnb se gasta 263 euros de media en las tiendas del distrito donde vive, durante la estancia en Barcelona.
Una actividad micro-emprendedora
Cómo toda innovación que desafía las reglas, Airbnb empieza a tener los primeros enfrentamientos con las administraciones locales y el sector hotelero, que define de ilegal los servicios de la plataforma de alquiler de alojamientos entre particulares. No obstante, según Merchiers, "son dos servicios bastante complementarios".
De hecho, el sector hotelero ha llegado a récords históricos en Cataluña, justamente cuando Airbnb también ha crecido más. "La obligación del regulador es adaptarse a la realidad de una manera justa y, el modelo de negocio peer tono peer, donde cada persona crea su marca es la próxima oleada de Internet".
Las nuevas tecnologías y las redes sociales son la base del consumo colaborativo, donde ya no se trata de tener propiedades sino de compartir el acceso. En España, este fenómeno ha crecido exponencialmente en sectores como el de la movilidad, con el ejemplo de Blablacar , y el del alojamiento, donde Airbnb encabeza el ranking de plataformas más utilizadas entre los turistas.
De los cuatro millones de usuarios que tenía la plataforma a principios del 2013 se ha pasado a los once millones el mes de marzo del 2014. "Es un negocio muy escalable, tanto a nivel de oferta como de demanda", argumenta el director general.
El viajero social
La empresa con sede central a San Francisco, creada en agosto del 2008 por dos emprendedores de California se ha convertido en una comunidad de viajeros con presencia a 192 países. El objetivo? Conectar usuarios que buscan alojamiento económico con anfitriones que tienen espacio.
Entre los mes de 600.000 alojamientos listados se puede encontrar desde un apartamento para una noche, un castillo para una semana, o una villa para un mes. "El alojamiento y el contacto social son la base del proyecto", argumenta Merchiers, que puntualiza que "el 96% de los turistas viajan porque quieren vivir la experiencia como si fueran un local".
Monetitzar el espacio extra
Con una creciente comunidad de usuarios, Airbnb también proporciona una alternativa porque la gente monetitzi su espacio extra. Según el directivo, "el número de anfitriones ha crecido por necesidad económica; son gente que alquila su espacio en un primer momento para obtener un rendimiento, pero desprendido las razones ya son sociales".
El 75% de los anfitriones de Airbnb son particulares con una única propiedad pero con algún espacio extra, gracias a la cual ganan unos 200 euros al mes de media. La confianza y la reputación online garantitzen esta transacción. "Uno no alquila casa suya si no está seguro", comenta Merchiers, que añade que "a Airbnb no hay lugar por el anonimato". Fotos verificadas y realizadas por profesionales, pago garantitzat, seguro para el hogar y los comentarios de los usuarios conforman el paquete de garantías de la compañía norteamericana.
Barcelona, la anfitriona 2.0
Los beneficios de este modelo no son exclusivamente a título personal. Barcelona es la cuarta ciudad a nivel mundial más pedida a Airbnb, por detrás de Nueva York, París y Londres. El 2013 este tránsito de viajeros (la mayoría europeos) generó en la capital catalana un impacto económico de 128 millones de euros.
"Es turismo de calidad , que quiere vivir como un local y que dinamiza los comercios de proximidad del barrio donde se aloja", asegura el director general. El resultado: Cada visitante de Airbnb se gasta 263 euros de media en las tiendas del distrito donde vive, durante la estancia en Barcelona.
Una actividad micro-emprendedora
Cómo toda innovación que desafía las reglas, Airbnb empieza a tener los primeros enfrentamientos con las administraciones locales y el sector hotelero, que define de ilegal los servicios de la plataforma de alquiler de alojamientos entre particulares. No obstante, según Merchiers, "son dos servicios bastante complementarios".
De hecho, el sector hotelero ha llegado a récords históricos en Cataluña, justamente cuando Airbnb también ha crecido más. "La obligación del regulador es adaptarse a la realidad de una manera justa y, el modelo de negocio peer tono peer, donde cada persona crea su marca es la próxima oleada de Internet".
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