100 millones por un lienzo con cuatro manchas

El incremento del número de superricos y el renombre de las obras de artistas consolidados hacen del arte un valor seguro para los inversores

'Cuadrado negro sobre fondo blanco' de Malèvich | iStock 'Cuadrado negro sobre fondo blanco' de Malèvich | iStock

El arte moderno es caro? Un lienzo manchado o con formas simples puede llegar a costar millones. Estas obras aparentemente básicas y sencillas sólo son accesibles para los bolsillos más poderosos. El año pasado el cuadro Meules de Claude Monet pintado en 1890 fue vendido el 14 de mayo en la casa de subastas Sotheby's de Nueva York por 110,747 millones de dólares. El mismo año, la escultura Rabbit (1986) se vendió por 91 millones de dólares haciendo de Jeff Koons el artista vivo más caro. Qué hace que se invierta tanto dinero en arte moderno y contemporáneo?

Para entender el porque primero tenemos que explicar de que estamos hablando: el arte moderno comprende un amplio espectro de artistas que han dejado obras desde el 1870 al 1970, precedente el arte contemporáneo. Impresionismo, minimalismo, performance... el arte ya no es sólo una técnica o una habilidad. Representar la realidad es un trabajo para la fotografía, el arte ha acontecido mucho más conceptual.

Manel García es historiador del arte y trabaja en el Macba: "El arte no está al acceso de todo el mundo, sobre todo porque el gran público no consume nunca arte ni interviene en el mercado artístico, sino que sólo lo hace una parte muy concreta o un pequeño fragmento del público", que se interesa y lo entiende. Pero aunque la mayoría de la población no entienda Mark Rothko o Marcel Duchamp, esto no ha impedido que los precios que se paguen por las obras no paren de romper récords.

"El hecho que hay record prices muchas veces es fruto de dos ricos peleándose por un objeto en concreto, y como el precio es escandaloso, parece que todo el arte tenga que tener este precio, cuando no se puede generalizar"

"Hablamos de los record prices como un hecho que se repite constantemente. Es un dato que se tiene que leer bien, no es un dato real para dar una idea objetiva del mercado del arte. El hecho que hay record prices muchas veces es fruto de dos ricos peleándose por un objeto en concreto, y como el precio es escandaloso, puesto que son ellos los que lo hacen subir, parece que todo el arte tenga que tener este precio, cuando no se puede generalizar", apunta el experto.

Al final es una cuestión de reparto de riqueza y de especulación: cómo los que entran al juego son superricos, el precio será para superricos. "También es un efecto del mundo donde vivimos: los record prices se dan ahora a cifras astronómicas, puesto que las desigualdades son cada vez más fuertes, en los 90 los precios no eran tan elevados porque el mercado no jugaba con tanto dinero como ahora, el reparto de riqueza entonces era "moderado", si se compara con la actualidad", dice Garcia. La idea que siempre hay un nuevo precio récord y cada vez más alto es por el hecho de "la burbuja de las subastas de arte, como siempre se paga más alto, la siguiente pieza siempre será más cara". De hecho, subastas "de película, hay una o dos al año".

Art modern record prices

Ahora bien, la frase siempre aparecerá en la mente de nuestros lectores si asociamos precio y valor: por qué tan caro si probablemente esto lo podría hacer yo? Desde la perspectiva del artista, aquello que parece simple puede ser la culminación de la obra de toda una vida. Años de trabajo y evolución de un estilo para llegar a un punto y hacer algo diferente que nadie antes había hecho o pensado. Podemos tomar por ejemplo el Cuadrado negro sobre fondo blanco del vanguardista Kazmir Malevich. Una obra resultado de 20 años de simplificación y desarrollo. En el momento en qué fue presentado fue una revolución. Hasta el punto que el régimen de Stalin confiscó toda la obra del artista y lo encarceló durante dos meses.

"Detrás de una obra única hay años de trabajo, formación y dedicación. El arte en perspectiva no es caro", afirma el historiador del arte. "Una obra, en cuanto que pueden ser cuatro pinceladas o cuatro manchas, son el fruto y el resultado de la experiencia vital y artística de un individuo junto con legado histórico y el recorrido evolutivo de la historia del arte, condensado en aquella obra, es el resultado. Es complejo pero es el hecho de entender que como la historia del arte es evolutiva, esta ha ido evolucionando y digiriendo ideas, cánones, formas y composiciones que en la actualidad han dado como resultado el arte que tenemos hoy en día", añade. Financiar la vida de un artista es tan caro como financiar la de cualquier ser humano, al final.

Rabbit de Jef Koons

Rabbit de Jef Koons

En muchas ocasiones el precio de las obras de los artistas una vez muertos incrementa: popularidad y escasez siempre hacen subir el ticket. "Picasso y Warhol siempre se encuentran entre los más cotizados", dice. Hay que distinguir capas dentro del mercado: los grandes artistas, grandes nombres del arte, muy reputados, "como Koon, Damien Hirst, Gerhard Richter" y muchos otros que no ganarán nunca "ni un duro".

"El 99% de arte que se produce hoy en día, de aquí a diez años no valdrá nada, por eso se dice que el mercado del arte es una ilusión, un prisma que sólo contempla cuatro nombres mundiales y el resto son aficionados. Los grandes precios están condensados en no más de 20 nombres internacionales (artistas vivos o muertos) y el resto tienen precios que no superan estas cifras astronómicas", explica el experto.

Reputación y precio

Para simplificarlo al máximo, los procesos de reputación y valoración de un artista son ascendentes. Por decirlo de una manera fácil, hay que entenderlo como estados a superar: exponer en el ámbito local, exponer en galerías a escala nacional y finalmente nivel internacional. Y también a través de fases como por ejemplo que las obras las adquieran o se expongan en galerías reputades, que las obras estén en grandes salones o ferias y finalmente que estén dentro de los circuitos institucionales (museos, bienales, etc). Este es el punto culminante de un artista para empezar a ganar grandes sumas en subastas, como está reconocido institucionalmente.

El mercado del arte se compran en dos sectores: el primario y el secundario. El primero serían las galerías, donde los precios pueden llegar a ser verdaderamente altos en contados artistas. Los precios son altísimos (en algunos casos) en el sector secundario, las subastas. Indicar un precio es complicado. Hay métodos, pero, que vienen determinados por la reputación del artista: "Si el Moma te ha dedicado una exposición, en la subasta partirás de más arriba".

Y para los artistas muertos, si una obra no ha sido revendida o es rara y excepcional, también tiene números de incrementar su valor. No obstante, las obras que han sido revendidas suelen incrementar su precio: The Architect's Hombre In the Ravine del artista Peter Doig ha sido subastada cinco veces en los últimos veinte años y ya vale 25 millones de dólares.

No obstante, el precio final sólo será el que los clientes estén dispuestos a pagar.

"Justo es decir que para la gente con muchísimo dinero, y que por lo tanto tendría que pagar muchos impuestos, les es fácil invertir grandes sumas en arte"

Con el incremento de las desigualdades y un creciente número de superricos, el arte parece una buena opción de inversión, cosa que hará que los precios sigan subiendo. "Justo es decir que para la gente con muchísimo dinero, y que por lo tanto tendría que pagar muchos impuestos, los es fácil invertir grandes sumas en arte (y más si se tiene en cuenta que muchos países tienen legislación de mecenazgo)".

Según Garcia, "se entiende, puesto que si te gastas 50 millones en un Picasso, este dinero nunca los perderás y los tendrás en seguro en un objeto que sabes de bien cierto que siempre tendrá salida, nunca se devaluará un Picasso (al menos hoy por hoy) y que podrá volver a salir al mercado, y además todavía sacarás beneficio, puesto que los precios están siempre a la alza". Según el historiador, "tener millones bloqueados en cuadros es una operación muy usual, de hecho hay grandes bancos internacionales que guardan su dinero depositado en obras y estas cerradas en cajas fuertes", afirma.

El mercado del arte moderno y contemporáneo se está concentrando cada vez más. El número de operaciones que superan el millón de dólares ha ido a la baja. Por no hablar de las que superan los 100 millones de dólares. Pero los precios no han hecho más que crecer: Si desde 1989 el precio récord fue de 20 millones de euros por una obra de De Kooning, superada por Koons el 2007 con 23,6 millones de euros, de entonces acá y con el boom de superricos acontecidos por la crisis económica, los record price se han superado casi cada año.

"Lo que sostiene al artista es la mirada de amor en los ojos del espectador. No el dinero, no las relaciones correctas, no las exposiciones, no halagadores comentarios", que decía Henry Miller. Todo es discutible.

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