La economía azul en Catalunya, ¿estamos preparados?

Charlina Vitcheva, directora del Departamento de Asuntos Marítimos y Pesca de la Comisión Europea, visita Barcelona y se reúne con la indústria pesquera y marítima catalana

Charlina Vitcheva, directora del Departamento de Asuntos Marítimos y Pesca de la Comisión Europea | Servicio Audiovisual de la Comisión Europea Charlina Vitcheva, directora del Departamento de Asuntos Marítimos y Pesca de la Comisión Europea | Servicio Audiovisual de la Comisión Europea

Charlina Vitcheva es la directora general de Asuntos Marítimos y Pesca de la Comisión Europea. Procedente de Bulgaria. Gran impulsora de la economía azul. Fue nombrada en el cargo en junio de 2020 y, desde entonces, forma parte del equipo que encabeza el comisario Virginijus Sinkevicius, lituano. Previamente, había sido la directora general adjunta del Centro Común de Investigación europeo.

Su vida profesional está en Bruselas, en la Comisión Europea, pero el pasado 25 de marzo se escapó a Barcelona para asistir a la Conferencia de las Regiones Periféricas Marítimas (CRPM), una oportunidad que ni la industria pesquera y marítima catalana, ni los altos cargos vinculados a la economía marina no han querido desaprovechar lo más mínimo. En los dos días de su estancia en Barcelona se ha reunido con: Sergi Tudela, director general de Política Marítima i Pesca Sostenible del Departament d’Acció Climàtica; Antoni Abad,  presidente de la Federació Catalana de Confradies de Pescadors; el Institut Català de Recerca per a la Governança del Mar (ICATMAR) y diferentes pescadores y representantes del colectivo. Tampoco ha querido perder la oportunidad VIA Empresa, consiguiendo un espacio entre reunión y reunión, para hablar, en la Oficina del Parlamento Europeo en Barcelona, sobre economía azul, Catalunya y los conflictos que tienen al mar como escenario de fondo. 

¿Qué es la economía azul?

Es aquella economía que está vinculada con el océano y el mar. Y no sólo abarca aquellas actividades que transcurren en el mismo mar, sino también en la ribera, en la costa, pero que están vinculadas con el mar. La economía azul abarca un contraste de sectores tradicionales -como la pesca y el transporte marítimo- y emergentes, como la energía eólica, solar y oceánica.

¿Energía oceánica?

El mar tiene un gran potencial energético y su desarrollo es trascendental para el futuro de Europa y para alcanzar los objetivos de descarbonización de la economía de los estados miembros de la Unión Europea.

¿Qué papel juega el océano en la descarbonización?

No podemos conseguir este objetivo si no aprovechamos el potencial de la energía eólica en alta mar y la energía oceánica. También el de la biotecnología marina: un ecosistema inteligente que puede aportar soluciones a muchas industrias como la alimentaria y la farmacéutica, y que tiene un papel activo en la reducción de emisiones de dióxido de carbono.

La Unión Europea ha publicado en el 2021 un nuevo enfoque en cuanto a economía azul sostenible enmarcado en la dirección para conseguir los objetivos del Pacto Verde Europeo. Tiene en cuenta dos perspectivas: la de los sectores más tradicionales, con una serie de actuaciones y sinergias para conseguir modelos sostenibles, eficientes energéticamente, que produzcan cero contaminación y que empleen el concepto de circularidad; y la de los sectores emergentes, que abarca actuaciones centradas en la gran contribución tecnológica que pueden hacer a la sostenibilidad, la carbosintetización y la reducción en sí de la contaminación.

Entrevista a Charlina Vitcheva | Cedida

Entrevista a Charlina Vitcheva | Cedida

¿Y Catalunya? ¿Qué puede hacer o decir al respecto?

Mucho. Me he reunido con el colectivo pesquero catalán, con la gente que realmente está experimentando los beneficios y dificultades de la profesión, y puedo decir que estamos completamente alineados con los objetivos de la economía azul a largo plazo. Del colectivo me quedo con una idea de Antoni Abad, que ha definido a la federación y los distintos agentes del sector como "personas responsables, sensatas y innovadoras". Pero más allá de los objetivos a largo plazo, debemos tomar decisiones difíciles en términos de pesca sostenible.

Vitcheva, sobre Catalunya: "Estamos completamente alineados con los objetivos de la economía azul a largo plazo"

Decisiones difíciles... ¿Como cuáles?

Una decisión difícil sería limitar la actividad pesquera para asegurar poblaciones de peces sanas. Trabajamos por conseguir el máximo rendimiento sostenible: es decir, una actividad pesquera rentable y poblaciones de peces sanas. No puedes obtener rentabilidad de la pesca si no cuentas con un buen estoc. De hecho, hay un acuerdo entre países del Mediterráneo occidental, que afecta especialmente a España, Francia e Italia, que tiene el objetivo de evitar la sobreexplotación de especies demersales. En otras zonas, hemos podido conseguir estos objetivos en el 2020, pero en el Mediterráneo, debido a las dificultades socioeconómicas, decidimos posponerlo hasta el 2025.

Pese a haber pospuesto la fecha límite y ahora que estamos en el camino para conseguirlo, hay resistencia en el sector: hay quienes creen que no lo podremos conseguir y que, de hacerlo, habría consecuencias muy negativas para la industria pesquera.Entonces, para conseguirlo, necesitamos tomar decisiones severas, como frenar la sobreexplotación pesquera, delimitar áreas en las que esté prohibido pescar e invertir para mejorar en selectividad. 

No son cambios fáciles. Entiendo que implican desafíos, pero debemos enfrentarnos a ellos. Y, desde nuestra posición, podemos escuchar muchas maneras de hacerlo, pero inevitablemente debemos llevar a cabo restricciones estrictas. 

¿Y estamos capacitados para asumir los costes del cambio? 

Con disposición, por supuesto. Además, desde la Comision Europea estamos dispuestos a acompañar al sector son fondos adicionales ante los costes sociales asociados.

"El divorcio de Reino Unido con la Unión Europea es una historia triste, una situación en la que todos perdemos"

Más allá del Green Deal y el camino hacia la sostenibilidad, desde el Departamento de Asuntos Marítimos y Pesca de la Unión Europea, tenéis un papel importante en la resolución de conflictos entre países que tienen el mar como principal motivo de disputa o como escenario de fondo, como el conflicto pesquero entre Reino Unido y Francia.

Yo no lo llamaría conflicto. Sí que ha estado cargado de controversia, especialmente a raíz de las fake news vinculadas al Brexit y dirigidas especialmente al sector de la pesca, que ha provocado que las negociaciones hayan sido extremadamente complejas. Nos han llevado todo el 2020. Las expectaciones eran muy altas y estaban basadas en informaciones falsas, hecho que ha provocado que el colectivo pesquero quede decepcionado con los resultados.  Pero el Trade and Cooperation Agreement (TCA) ha sido un verdadero éxito, un acuerdo con el que hemos conseguido mantener el vínculo con el Reino Unido, un país con el que compartimos dos tercios del stock de peces que hay en el norte del océano Atlántico y con el que tenemos la voluntad de cooperar y construir la nueva relación.

El divorcio de Reino Unido con la Unión Europea es una historia triste, una situación en la que todos perdemos. En una negociación exitosa hablaríamos de un win-win, y en este caso, hemos de decir que es un lost-lost. Y éste se trataba de un acuerdo de divorcio.

Un acuerdo con fecha de caducidad, el 2026.

Si y no. El acceso a las zonas acordadas está garantizado hasta el 2026, y a partir de esta fecha, el acceso está condicionado a nuevas negociaciones, quizás puedan ser difíciles, pero no quiere decir que no se vaya a seguir cooperando o dando licencias. En este sentido, hay también mucha especulación acerca de que se acabarán las cuotas pesqueras para esta fecha. Pero no, de hecho, las cuotas se fijan con un período de tres años de antelación y eso no va a cambiar repentinamente, simplemente se seguirá negociando. 

Por último, y aunque no es propiamente de tu departamento, quiero centrarme en una desgracia que sucede en el mar. ¿Cree que Europa está atendiendo a la crisis humanitaria de los refugiados que utilizan el mar para huir de sus países?

Creo que Europa es un continente acogedor con los inmigrantes. Aunque, por supuesto, legales. Tenemos nuestras bases en el imperio de la ley y eso nos permite poder ser abiertos con la inmigración legal. Con la ilegal, debemos lidiar y, sobre todo, comprometernos para hacer todo lo que esté en nuestras manos para que no se pierdan vidas en el mar o no se produzcan abusos. Probablemente, éste no es compromiso exitoso ahora mismo, pero son cuestiones muy delicadas y complicadas. 

Ante la tragedia de Ucrania, siento que Europa está siendo especialmente servicial y acogedora a la hora de ayudar a las víctimas a afrontar esta situación.

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