Cine y series, pagas o descargas?

Mientras la legislación sigue enfocada a combatir la piratería, la industria audiovisual se esfuerza para tocar la tecla adecuada con un modelo de negocio rentable y atractivo por el público

Es una noticia recurrente. De vez en cuando la red hierve cuando las autoridades fuerzan el cierre de alguna de las múltiples páginas web que facilitan el acceso gratuito a películas o series de televisión. Los recientes casos de The Pirate Bay, Seriespepito o el más lejano de Seriesyonkis son sólo algunos de los ejemplos que cada cierto tiempo vuelven a poner sobre la mesa un interesante debate con varios ingredientes: derechos de autor, Internet o piratería .

Cómo en otros muchos sectores, Internet también ha afectado de pleno el modelo de negocio de la industria audiovisual. A diferencia del que pasa con los videojuegos, una industria que ha sabido aprovechar el potencial del online para redefinirse y seguir creciente; en el caso del audiovisual los nuevos modelos de negocio luchan para explotar y convencer una multitud de usuarios que todavía prefiere bucear para encontrar un enlace gratuito, que comprar los caros packs de DVD o abonarse a un servicio de video donde demand (VOD).

Reforma de la ley
El cierre y detención de los administradores de Seriespepito llegaba pocos días después de que el Partido Popular aprovechara su mayoría absoluta para aprobar la reforma de la Ley de Propiedad Intelectual, que entrará en vigor el 1 de enero del 2015. Fuentes de la Asociación para el Desarrollo de la Propiedad Intelectual (Adepi) consultadas por VIAempresa rehusan categóricamente vincular estos dos acontecimientos, y apuntan que la ley tan sólo reforzará los procedimientos administrativos.

No lo tiene tan claro Oriol Solé (@oriol_sole), uno de los fundadores de Series.ly . Este popular portal, que tiene más de cinco millones de usuarios registrados, se ha convertido en un referente por los amantes de las series de televisión, con más de 100.000 fichas de contenidos, valoraciones y críticas de los usuarios. Y con una extensa colección de enlaces para acceder. "Queremos dejar claro que siempre hemos respetado la ley , y lo seguiremos haciendo", asegura Solé a VIAempresa . Pero lamenta que "el artículo 158 de la reforma de la ley va dedicado en páginas como la nuestra".

Este epígrafe "dice que una página web donde se ofrezcan listados ordenados de enlaces, aunque los aporten los propios destinatarios del servicio, pasa a ser culpable de un delito de propiedad intelectual", recuerda. Hasta ahora, cualquier red social o foro, no tenía la obligación de controlar a priori los contenidos que subían los usuarios. "Nosotros si recibíamos un aviso de cualquier propietario de derechos de autor, retirábamos inmediatamente el enlace", reivindica un Oriol Solé que reconoce que "los abogados nos han dicho que con los cambios legales no podemos mantener la actividad tal como la teníamos". Eso sí, advierte que "la parte de los enlaces es una sección. Queremos seguir operando dando el mejor servicio a nuestros usuarios".

Mover el problema
Por Solé "una ley como esta, si el que quiere es acabar con el consumo de contenidos sin derechos, no lo conseguirá. El que hacen es mover de lugar el problema". En esta visión coincide Toni de laTorre  (@tonidelatorre), autor del libro Joyas Seriéfilas y uno de los críticos más seguidos de este género. "Estas legislaciones son como intentar cortar el hacia una hidra, un ser mitológico que cuando le cortaban una cabeza salían dos o tres", afirma a VIAempresa .

Por de la Torre, "atacar el usuario y cerrar webes es la manera incorrecta de ver la situación. Prohibir es una actitud válida para cerrar un web concreto, pero a largo plazo no sirve de nada. Si no das alternativas a los usuarios, buscarán otras opciones".

Buscando la fórmula
Pero por qué se vive este contexto? Por Toni de la Torre "hay una situación defectuosa desde hace años". Y añade que "todos estos webs no habrían aparecido nunca si hubiera habido una plataforma legal de consumo audiovisual asequible con un catálogo de contenidos amplio".

Por este crítico serièfil, "los modelos de negocio que hay en España no se adaptan en absoluto a las necesidades del consumidor". A pesar de destacar la presencia de "modelos interesantes como el de Wuaki o Filmen ", lamenta que "continúan estando a una distancia considerable del que es Netflix a otros lugares del mundo, o del que obtienes en Internet yendo por vías no oficiales".

La complejidad de construir el modelo
Precisamente uno de estos modelos de negocio que intenta crecer desde la red es el de Filmen . Nacida de productores y distribuidores de cine junto con la compañía de DVD Cameo, cuenta con un catálogo de más de 7.000 largometrajes y mira de ampliar cada vez más también el de las series. Jaume Ripoll (@JaumeRV), cofundador y director editorial, asegura que "hay cierta confusión, no se puede pretender que el cine tenga sólo un modelo de negocio que sea la tarifa plana. Es un error conceptual y de base económica".

Ripoll defiende que "el cine es mucho más caro que la música , y no se puede pretender recuperar toda la inversión de una película en una tarifa plana de 6, 8 o 10 euros al mes; sería inviable como modelo de negocio". El responsable de Filmen recuerda que "la industria del cine funciona globalmente con muchos caminos para recuperar la inversión : salas de exhibición, televisión, televisión de pago, DVD, blue-ray, alquiler... Comparar esto con la música es un error".

Aún así, Ripoll admite que "la tarifa plana es el mejor camino porque la gente pueda ver muchos títulos por los cuales no se atrevería a pagar un alquiler, a la vez que incita a descubrir y a profundizar". Reconoce que "todavía queda para avanzar, pero la gente tiene que tener claro que a ningún lugar del mundo existe una gran biblioteca donde haya absolutamente todos los títulos pagando una tarifa plana". Y se muestra contundente al asegurar que "es imposible porque ninguna plataforma, ni Amazon, ni Netflix, ni Yomvi, ni nosotros lo tenemos por una cuestión de derechos y de cómo está repartido el cine".

Internet hace tender a cero el coste de distribución
Desde Series.ly, Oriol Solé recuerda que "la mayor parte de contenidos que los usuarios de nuestra comunidad más demandan no se pueden encontrar a las plataformas que hay en España". Su análisis es que "hace unos años no hubiera pasado nada, el negocio del cine se ha basado muchos años en unas ventanas de distribución que quieren generar esperas entre el estreno al cine y el estreno del DVD o a la televisión". A su entender, pero, "hoy en día con un medio como Internet y cuando la gente puede tener conexiones de 100 megas a casa y un hombre cine al comedor, es inviable de mantener".

Solé reconoce que "no tiene que ser fácil porque muchos de los contenidos que quiere la gente son americanos y pertenecen a empresas que negocian con los distribuidores de aquí, y el sistema de derechos es muy complejo". Ahora bien, recuerda que "estos contenidos existen, y distribuirlos a través de Internet tiene un coste que tiende a cero. Estamos convencidos que hay de haber una manera de poder conseguir hacer esto en beneficio del consumidor, que es quien tiene que ver estos contenidos".

Abrir el diálogo
"Queremos abrir vías de diálogo con la industria, con el consumidor y con la administración para ver si hay alguna manera de acercar posiciones entre ellos", resume Solé. En este debate Series.ly quiere aportar datos sobre los hábitos de consumo que ha recogido a lo largo de cuatro años de trayectoria. "Los clientes nos están diciendo qué quieren ver, como lo quieren ver y cuánto están dispuestos a pagar. Nos están dejando muy claro qué servicio quieren", dice Solé.

Según el Informe de Series.ly, el 42% de los usuarios quieren ver los contenidos gratuitamente aunque haya anuncios, algo que ya hacen algunas plataformas. Y un 17% está dispuesto a pagar una tarifa plana alrededor de 10 euros. "El que no quieren es tener que pagar cuatro tarifas planas para tener catálogos parciales", advierte Oriol Solé.

En esta línea, desde Filmen Jaume Ripoll cree que "sería bueno que hubiera alguna manera de facilitar las suscripciones conjuntas". Advierte que "es complicado de gestionar, pero es una posibilidad que estamos estudiando y que tan de bono el 2015 pueda ser efectiva".

De hecho, según Ripoll "cada vez hay más gente que se subscribe a los servicios que hay. Es gente que entiende que se tiene que pagar para poder seguir disfrutando de este contenido, y a pesar de que quizás no hay todo el que querría, la variedad es tan grande que acaba siendo suficiente". El responsable de Filmen señala que "con Internet tenemos que intentar evitar el síndrome del gran museo. Es decir, que vas con la idea de verlo todo y no acabas viendo bueno nada"; y reclama "mirar en positivo todo el que tenemos en lugar de pensar en el que nos falta".

La reeducación del usuario
En este punto del debate, el crítico Toni de la Torre apunta que "en general, el usuario no tiene muchas ganas de romperse la cabeza buscando estos productos audiovisuales. Queremos llegar a casa y mirar una serie o una película, no hay ganas de hacer malabarismos para obtener los contenidos". Por todo ello, cree que "si los usuarios tienen un servicio asequible y con una oferta interesante, irán. No hará falta reeducar en contra de la piratería. Preferirán pagar un precio apropiado y poder ver productos audiovisuales en alta definición o con subtítulos".

Sea como fuere, todo y la importancia del debate, no se entrevé que este se lleve a cabo de momento entre los diferentes actores protagonistas. "Traemos años en este mercado, tenemos experiencia e información, pero no hemos recibido ninguna llamada ni del Ministerio de Industria ni del de Cultura para ver si podíamos aportar alguna solución", lamentan desde Series.ly.
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