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Cómo adaptarse al diablo que se viste de Prada

La película, que hace un retrato irónico en el mundo de la moda, plantea cuestiones sobre la imagen personal, la conciliación de la vida personal y la toma de decisiones

Un fotograma de la película
Un fotograma de la película
Judith Vives
27 de Septiembre de 2013
La capacidad de adaptarse a nuevas circunstancias es una de las claves para encontrar el éxito en el ámbito de los negocios y, de hecho, en cualquier trayectoria profesional. Y adaptarse es precisamente el que hace Andy, la protagonista de la comedia dramática Lo diablo viste de Prada. Dirigida en 2006 por David Frankel, el film se basa en una novela de tintes autobiográficos de Laura Weisberger, y constituye un irónica mirada al mundo de la moda a través de los personajes que se mueven alrededor de una revista de moda de gran influencia.

A nadie se le escaparon en su momento los parecidos del personaje de Miranda, la estricta editora que interpreta Meryl Streep, con el personaje real de Anne Wintour, editora de la revista Bogo y una de las personas con más influencia dentro del negocio de la moda.



Andy Sachs es una joven periodista inteligente, pero con poco interés por el mundo de la moda, que casualmente entra a trabajar como asistente personal de la temible Miranda. Consciente de la importancia del lugar y la persona por la cual trabaja –"cualquier chica mataría por tu trabajo", le dice una compañera- Andy decide aguantar todo un año en el cargo convencida que esta experiencia le podrá abrir otras muchas puertas. Pero, para resistir todo este tiempo, Andy se ve obligada a adaptarse a las exigencias de su ninguno y del ambiente de la moda que ella no conoce.



A través de todo este proceso de adaptación de la protagonista, la película muestra en primer lugar la importancia de marcarse objetivos y readaptarse para hacerlos realidad. En este sentido, uno de los cambios más evidentes es el del estilo a la hora de vestir: Andy pasa de ir vestida con ropa funcional y sencilla, a vestirse según las imposiciones de la moda.

Este punto invita a hacernos algunas preguntas sobre la importancia de crearse una imagen propia y la necesidad que esta concuerde con nuestros principios y valores. La película también muestra situaciones de conflicto y la forma de resolverlas de un profesional competitivo y competente. Al mismo tiempo, aflora la cuestión de la difícil conciliación de la vida profesional y personal cuando una persona se enfoca a un objetivo de altos vuelos.

Finalmente, y después de la intensa experiencia a la revista de moda Andy se verá obligada a decidir sobre su futuro profesional como periodista y tomará la decisión valorando, de nuevo, cuáles son sus prioridades y valores y, en definitiva, su manera de ser. La autenticidad y los principios de un mismo, nos recuerda el film, tiene que ser uno de los principales motores a la hora de tomar un camino u otro en nuestra vida personal y profesional.