Will Hunting es un joven rebelde con una inteligencia por encima de la media, pero que malvive entre bares y un trabajo de limpieza a la universidad. Hasta que uno de los académicos del centro descubre su potencial intelectual y lo espolea para no dejar perder su talento en las matemáticas. Pero el chico arrastra el trauma de los maltratos que sufrió en su niñez, una circunstancia que influye en su carácter y la dificultad para establecer relaciones y vínculos con otras personas.
El inicio de una serie de terapias con un psicólogo lo ayudará a superar este bloqueo emocional, un proceso necesario porque Will Hunting pueda tomar decisiones sobre su futuro personal y profesional. Este es el argumento del film El indomable Will Hunting, de Gus Van Santo, un título que se ha convertido en todo un referente en temas de crecimiento y superación personal, y del cual se pueden extraer buenas lecciones para la emprendeduría y la mejora de nuestra vida personal y profesional.
La película muestra como, sin una ayuda externa, puede llegar a ser muy difícil salir de la llamada zona de confort en la cual a menudo nos instalamos. En este caso, un joven con gran potencial intelectual y un futuro profesional brillante, prefiere la vida fácil entre broncas, amigos y bares, que el esfuerzo que supone aceptar y poner en valor su propio talento. A pesar de tratarse, en el caso de la película, de un personaje con unas características extremas, el cierto es que cualquier persona se puede encontrar, en su vida personal o a la hora de emprender un proyecto, con que necesita una ayuda para salir de esta zona confortable y encarar los retos que tiene el delante con sus propios recursos.
Los personajes del académico y el psicólogo ayudan Will Hunting a entender que dispone de un potencial que no tendría que dejar desaprovechar, pero que para hacerlo, tendrá que pasar por todo un proceso de superación de traumas, dificultades y miedos, como la que el chico tiene de implicarse con otras personas.
La relación del chico con estos dos mentores es un ejemplo también de como la sociedad puede ayudar el individuo a mejorar y creer en sí mismo, así como de la importancia de saber motivar para extraer el mejor de cada persona.