El negocio de las monas en Catalunya

Una campaña fuerte por el Gremi de Pastissers, mucha presencia femenina, monas que van de los 5 euros a los 2.000 y un deseo para volver a la nueva normalidad

Los pasteleros catalanes prevén vender más de 700.000 mundos artesanos | ACN Los pasteleros catalanes prevén vender más de 700.000 mundos artesanos | ACN

Mientras que la Semana Santa por algunos es sinónimo de vacaciones, para el sector pastelero es una de las épocas del año con más trabajo después de Navidad gracias a la elaboración de las monas de Pascua. El Gremi de Pastissers de Barcelona ve con optimismo la venta de monas de Pascua y prevé llegar a las cifras de antes de la pandemia, superando las 700.000 en todo Catalunya.

"Este año será diferente. Hemos pasado meses en nuestro sector con confinamientos totales, comarcales y que solo podías ir a buscar la mona, pero no sentarte en la cafetería, pero por fin será una campaña en positivo. Incluso muchos consumidores encargan las monas online a través de las redes sociales", explica Christian Escribà, propietario de las conocidas pastelerías Escribà de Barcelona, en VIA Empresa

El 2022, ya sin restricciones en las reuniones familiares cómo apunta el pastelero, también ha permitido recuperar la medida media de los pasteles. Aun así, el aumento del precio de la energía y de las materias primeras hará que sean un 5% más caras. Y esto lo han notado las familias catalanas cuándo han encargado la mona estos días.

Escribà: "A nuestros establecimientos tenemos monas que van de los 5 euros a los 2.000, es decir, para todos los públicos"

"Tenemos que asumir una subida muy importante de la energía, pero también de la harina, la mantequilla y los huevos. Esperamos no tener que subir este aumento de casi el 10% de media el último mes. La previsión es que no sobrepasamos el 5%. Entendemos que los productos de artesanía ya tienen un precio considerable y no queremos que acabe siendo desorbitado", explica el presidente del gremi de Barcelona, Elies Miró.

 

Una trabajadora de una pastelería en Barcelona colocando una mona de Pascua | ACN

Una trabajadora de una pastelería en Barcelona colocando una mona de Pascua | ACN
 

A esta aportación se suma Escribà, que explica que las monas de sus establecimientos van de los 5 euros a los 2.000. "Para todos los padrinos y madrinas disponemos de monas que van desde este precio inicial, que acostumbra a ser un huevo, hasta las de 35 euros y otros más elevados que se ensartan en los 200. Como curiosidad tenemos monas que van de los 1.000, 1.500 o 2.000 euros, que son para los padrinos que piden mones específicas y únicas".

Referentes femeninos

En cuanto a las preferencias de los ahijados, este año hay una clara estrella: la pelota de oro de la futbolista Alexia Putellas, que ha revolucionado el Barça femenino. Según Miró: "Estamos contentos porque hemos cambiado otro mito del Barça y es una mujer". Escribà, por otro lado, apunta que Messi ha dejado un vacío muy grande pero que la mona del Barça es "siempre la más vendida". Y futbolistas cómo Alexia Putellas y el equipo femenino son la alegría de este año y los que vendrán.

Escribà: "Futbolistas cómo Alexia Putellas y el Barça femenino son la alegría de este año"

Desde el Gremi explican que hay temáticas muy pedidas de personajes de superhéroes, como por ejemplo Spiderman, otros de ficción cómo Harry Potter y la saga de Star Wars, y fenómenos de Internet cómo el Baby Shark o el videojuego Fornite. Los adultos apuestan por La Casa de Papel o el Juego del Calamar.

Los orígenes de la mona

Según el Gremi de Pastisseria de Barcelona, el origen de la mona como pastel tradicional del Lunes de Pascua se remonta en el siglo XV. Se hacía con pasta de pan y tenía forma de tortell, para simbolizar la Cuaresma y el fin de las abstinencias durante este periodo. Más adelante, se añadieron huevos duros pintados. Ya en el siglo XIX las monas fueron más modernas y se introdujeron las figuras de chocolate, fruta o plumas.

Las monas se llaman así porque proceden del término árabe mûna, que quiere decir regalo o provisión de comer

En los años 30, el pastelero Lluís Santapau extendió la tradición de crear grandes figuras de chocolate, una moda a la cual se han apuntado las pastelerías de todo Catalunya e incluso los hornos. No hay excusa para quedarse sin mona este año. Como curiosidad, se llaman así porque proceden del término árabe mûna, que quiere decir regalo o provisión de comer.

Por ejemplo, en la pastelería Escribà tienen 30 tipo de monas diferentes por tres motivos: la edad, los gustos y el chocolate. Y confiesan que cada vez hay un auge por el chocolate blanco.

Solidaridad con Ucrania

Ous per la Pau es la iniciativa solidaria de pasteleros catalanes por Ucrania, en concreto de la plataforma Som Pastissers, de la cual forman parte 200 miembros. Esta campaña consistirá, pues, en la elaboración de huevos de pascua con chocolate blanco y parte de la recaudación irá a las ONG. Defienden que desde Som Pastissers quieren hacer "de la no-violencia activa un estilo de vida y aplicarla desde los establecimientos".

La campaña Ous per la Pau se suma a la anunciada por los gremios de pasteleros de Barcelona, Girona y Lleida, que han impulsado la iniciativa "Mona per la pau". Esta se estableció fruto de una alianza con el chef José Andrés y la Fundación World Central Kitchen (del mismo Andrés) para ayudar los refugiados ucranianos. Por cada mona que vendan, darán un euro para colaborar con esta fundación.

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