La Merced Sicra hace meses que está preparándose por este domingo 15 de marzo. Será su tercer Maratón de Barcelona. Esta mataronina empezó a correr hace más de 12 años, y desde entonces no ha parado. "Me encanta el deporte y sobre todo practicarlo al aire libre, nada de estar cerrada entre cuatro paredes", afirma. A sus 41 años, madre de un niño de 12, la Merced se define como una persona "competitiva" a quien le gusta" marcarse retos" y superarlos. "Cuando lo consigues, te sientes realizada", constata.
Tiene el próximo domingo entre ceja y ceja. "Estas últimas noches ya no duermo, doy vueltas a la cama y me imagino como estaré al kilómetro 15, al 20...". Además del trabajo y su hijo, en los últimos días toda su vida ha girado alrededor de la cursa. Los últimos entrenamientos, la alimentación (hace unos días que todo son hidratos, que quemará con las 4.000 calorías que perderá a la cursa) y la hidratación están calculados al milímetro para optimizar el rendimiento.
La Merced será una de más de 19.000 runners que tomarán parte a la salida del Maratón de Barcelona. De personas como ella se pueden encontrar miles en todo Cataluña, sobre las cuales se sustenta toda una industria que ha adquirido una dimensión más que considerable en la estrella del fenómeno del running. Los corredores, cada día más numerosos, exigentes y dispuestos a rascarse el bolsillo para disfrutar al 100% de su gran pasión, pueden ser un auténtico filón de oro.
"Hace cinco o seis años la sección de running prácticamente ni existía en nuestras tiendas y las equipacions para correr no suponían ni el 5% de las ventas" recuerda Laura Garcia, responsable de marketing de Benitosports, la empresa que gestiona la conocida cadena de tiendas deportivas Base. Hoy en día, las ventas de ropa y accesorios para el running suponen el 25% de la firma, y el espacio dedicado a este ámbito a sus establecimientos (más de una decena en Barcelona y cercanía) se ha cuadruplicado. "Y todo este aumento lo hemos vivido en época de crisis", destaca Garcia.
Fenómeno anticíclic
El fenómeno runner es anticíclic, crece en un momento de depresión económica. "Mucha gente ha dejado el gimnasio y el entrenador personal, se ha olvidado de cuotas fijas y se ha lanzado en la calle a correr", explican desde Benitosports. Por este motivo, muchas empresas han detectado una gran oportunidad de negocio en época de vacas magras.
Así lo hizo el mataroní Joaquín León, fundador y gerente de Hoko Deporte, una empresa de ropa para corredores (ahora también se están abriendo camino en ciclismo, triatlón y esquí) creada hace siete años, en plena irrupción de la crisis económica. "Trabajaba en una firma textil que estaba muy tocada y me veía abocado el paro con 50 años, así que estaba obligado a moverme", recuerda. Corredor de fondo que acumula docenas de cursas, decidió combinar su experiencia en el mundo textil con su gran pasión. "Iba a los maratones y me daba cuenta que cada vez se apuntaba más gente, que había una demanda latente, y que aquello se tenía que aprovechar de alguna manera", relata.
Hoy, Hoko factura 1,8 millones de euros con ventas a través de Internet en Europa y en los Estados Unidos, cuenta con 16 trabajadores, fabricación propia que da trabajo 20 personas más y prevé llegar a un stock de 150.000 piezas. Cómo se lo han hecho? Con una de las estrategias más viejas y eficaces del mundo empresarial: ocupando un nicho de mercado. "Como corredor, estaba harto de comprar ropa deficiente y demasiado cara, nunca encontraba el que quería, y decidí que yo la podía fabricar", explica Leon. Cuando fundó la empresa, tuvo claro que tenía que producir ropa de más calidad y a la vez más trueque que la competencia. Para conseguirlo, apostaron para eliminar intermediarios, centralizar toda la producción en Cataluña y focalizar casi el 100% de las ventas a través de su tienda online. El caso de Hoko simboliza también la reactivación del textil en una ciudad como Mataró, que quedó muy tocada cuando la crisis del sector hizo cerrar muchas de sus industrias vinculadas al género de punto.
La locura del 'trailrunning'
Otra ciudad catalana donde los estragos del textil agravaron todavía más los efectos de la crisis económica global es Igualada, donde tiene la sede Tugawear, un nuevo caso de éxito vinculado al auge del running. Las industrias textiles que han sobrevivido al tsunami pero se han visto obligadas a reinventarse han encontrado en la ropa de calidad para deportistas uno de los pocos bots salvavidas existentes.
Tugawear es una marca especializada en trailrunning, las cursas de montaña que en los últimos años han escalado hasta arriba de las preferencias deportivas de muchos catalanes, siguiendo el rastro de los mediáticos récords de Killian Jornet. Illan Botines la fundó en 2007. Quería dejar atrás el campo del textil para deportes colectivos (fútbol, baloncesto, balonmano...) porque no veía "ningún futuro". "El cliente tan sólo buscaba precio y era imposible aportar valor añadido", recuerda.
En aquellos años, las cursas de montaña eran un fenómeno incipiente, pero nadie podía imaginar la popularidad que han logrado hoy. Aun así a Tugawear supieron intuirlo. Se centraron en las equipacions personalizadas para clubes y colectivos de trail . Ocho años más tarde cuentan con una treintena de trabajadores y controlan directamente todas las fases del producto, desde el diseño hasta la venta pasando por toda la fabricación.
Gestionar el estancamiento
Las empresas textiles son las que sacan mayor rédito de este fenómeno, pero no las únicas. También han aparecido incontables aplicaciones para móviles, productos alimentarios específicos, cursas populares a chorros, un gran número de libros y revistas que dan cobertura al tema, o incluso especialistas médicos (fisioterapeutas, osteòpates) que tienen que tratar las lesiones de sus practicantes. La industria alrededor del runner florece sin aturador. El reto ahora es "gestionar esta madurez", como explican desde Benitosports. "El fenómeno ha venido para quedarse, pero tenemos que aprender a movernos en el estancamiento que vendrá irremediablemente", aseguran.
Tiene el próximo domingo entre ceja y ceja. "Estas últimas noches ya no duermo, doy vueltas a la cama y me imagino como estaré al kilómetro 15, al 20...". Además del trabajo y su hijo, en los últimos días toda su vida ha girado alrededor de la cursa. Los últimos entrenamientos, la alimentación (hace unos días que todo son hidratos, que quemará con las 4.000 calorías que perderá a la cursa) y la hidratación están calculados al milímetro para optimizar el rendimiento.
La Merced será una de más de 19.000 runners que tomarán parte a la salida del Maratón de Barcelona. De personas como ella se pueden encontrar miles en todo Cataluña, sobre las cuales se sustenta toda una industria que ha adquirido una dimensión más que considerable en la estrella del fenómeno del running. Los corredores, cada día más numerosos, exigentes y dispuestos a rascarse el bolsillo para disfrutar al 100% de su gran pasión, pueden ser un auténtico filón de oro.
"Hace cinco o seis años la sección de running prácticamente ni existía en nuestras tiendas y las equipacions para correr no suponían ni el 5% de las ventas" recuerda Laura Garcia, responsable de marketing de Benitosports, la empresa que gestiona la conocida cadena de tiendas deportivas Base. Hoy en día, las ventas de ropa y accesorios para el running suponen el 25% de la firma, y el espacio dedicado a este ámbito a sus establecimientos (más de una decena en Barcelona y cercanía) se ha cuadruplicado. "Y todo este aumento lo hemos vivido en época de crisis", destaca Garcia.
Fenómeno anticíclic
El fenómeno runner es anticíclic, crece en un momento de depresión económica. "Mucha gente ha dejado el gimnasio y el entrenador personal, se ha olvidado de cuotas fijas y se ha lanzado en la calle a correr", explican desde Benitosports. Por este motivo, muchas empresas han detectado una gran oportunidad de negocio en época de vacas magras.
Así lo hizo el mataroní Joaquín León, fundador y gerente de Hoko Deporte, una empresa de ropa para corredores (ahora también se están abriendo camino en ciclismo, triatlón y esquí) creada hace siete años, en plena irrupción de la crisis económica. "Trabajaba en una firma textil que estaba muy tocada y me veía abocado el paro con 50 años, así que estaba obligado a moverme", recuerda. Corredor de fondo que acumula docenas de cursas, decidió combinar su experiencia en el mundo textil con su gran pasión. "Iba a los maratones y me daba cuenta que cada vez se apuntaba más gente, que había una demanda latente, y que aquello se tenía que aprovechar de alguna manera", relata.
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| Miles de corredores durante la última cursa 'Jean Bouin' de Barcelona. |
Hoy, Hoko factura 1,8 millones de euros con ventas a través de Internet en Europa y en los Estados Unidos, cuenta con 16 trabajadores, fabricación propia que da trabajo 20 personas más y prevé llegar a un stock de 150.000 piezas. Cómo se lo han hecho? Con una de las estrategias más viejas y eficaces del mundo empresarial: ocupando un nicho de mercado. "Como corredor, estaba harto de comprar ropa deficiente y demasiado cara, nunca encontraba el que quería, y decidí que yo la podía fabricar", explica Leon. Cuando fundó la empresa, tuvo claro que tenía que producir ropa de más calidad y a la vez más trueque que la competencia. Para conseguirlo, apostaron para eliminar intermediarios, centralizar toda la producción en Cataluña y focalizar casi el 100% de las ventas a través de su tienda online. El caso de Hoko simboliza también la reactivación del textil en una ciudad como Mataró, que quedó muy tocada cuando la crisis del sector hizo cerrar muchas de sus industrias vinculadas al género de punto.
La locura del 'trailrunning'
Otra ciudad catalana donde los estragos del textil agravaron todavía más los efectos de la crisis económica global es Igualada, donde tiene la sede Tugawear, un nuevo caso de éxito vinculado al auge del running. Las industrias textiles que han sobrevivido al tsunami pero se han visto obligadas a reinventarse han encontrado en la ropa de calidad para deportistas uno de los pocos bots salvavidas existentes.
Tugawear es una marca especializada en trailrunning, las cursas de montaña que en los últimos años han escalado hasta arriba de las preferencias deportivas de muchos catalanes, siguiendo el rastro de los mediáticos récords de Killian Jornet. Illan Botines la fundó en 2007. Quería dejar atrás el campo del textil para deportes colectivos (fútbol, baloncesto, balonmano...) porque no veía "ningún futuro". "El cliente tan sólo buscaba precio y era imposible aportar valor añadido", recuerda.
En aquellos años, las cursas de montaña eran un fenómeno incipiente, pero nadie podía imaginar la popularidad que han logrado hoy. Aun así a Tugawear supieron intuirlo. Se centraron en las equipacions personalizadas para clubes y colectivos de trail . Ocho años más tarde cuentan con una treintena de trabajadores y controlan directamente todas las fases del producto, desde el diseño hasta la venta pasando por toda la fabricación.
Gestionar el estancamiento
Las empresas textiles son las que sacan mayor rédito de este fenómeno, pero no las únicas. También han aparecido incontables aplicaciones para móviles, productos alimentarios específicos, cursas populares a chorros, un gran número de libros y revistas que dan cobertura al tema, o incluso especialistas médicos (fisioterapeutas, osteòpates) que tienen que tratar las lesiones de sus practicantes. La industria alrededor del runner florece sin aturador. El reto ahora es "gestionar esta madurez", como explican desde Benitosports. "El fenómeno ha venido para quedarse, pero tenemos que aprender a movernos en el estancamiento que vendrá irremediablemente", aseguran.
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