La cerámica en Cataluña, un mosaico de oportunidades

El 47è Congreso Internacional de la Cerámica que se celebra en Barcelona ha sacado a la luz los retos de un sector en plena reconversión 

Cuando pensamos en ceramistes nos viene a la cabeza la imagen del artesano que gira el turno mientras da forma a un jarrón con las manos enfangadas. Pero la realidad es que en Cataluña, la cerámica es una actividad mucho más amplia y configura un sector económico con gran potencial, a medio camino entre la artesanía, el diseño y la actividad industrial. Un sector que busca recuperar la preeminencia que la cerámica ha tenido en la vida cotidiana desde los tiempos más remotos de la existencia humana y que ahora pugna para adaptarse a los nuevos tiempos, costumbres y necesidades sociales.

Esta ha sido, justamente, una de las reivindicaciones planteadas en el 47è Congreso de la Academia Internacional de la Cerámica (AIC) que está celebrándose esta semana en Barcelona. El Congreso, que es el principal acontecimiento internacional del sector a escala mundial, reúne más de 350 expertos, creadores, empresas y artistas del sector.

Un sector en reconversión
Hoy en día el sector de la cerámica "está en plena reconversión". Lo afirma Oriol Calvo, coordinador del Congreso del AIC y director del Museo del Cántaro de Argentona, que apunta a los cambios que ha vivido el mundo ceramista en los últimos 10 años. La competencia creciente de la China y otros países orientales ha hecho muy mal en un sector "muy cerrado en si mismo", según Calvo, y que en Cataluña tiene unas dimensiones reducidas.

Globalmente, el sector cerámico en Cataluña representa el 0,3% en valor añadido sucio y el 0,4% del total de la industria en número de ocupados. Cataluña tiene 155 establecimientos industriales del sector cerámico registrados, que dan trabajo a 1.879 personas y generan un volumen de negocio de 375,9 millones de euros. El sector es potente en cuanto a las exportaciones en el extranjero: un 45% de las ventas, de media, se hacen en el extranjero.

Imagen del congreso celebrado estos días en Barcelona. Cedida

Empresas como Cerámica Collarín, especializada en cerámica artística con sede en Esparraguera obtiene el 60% de su facturación -3,5 millones de euros- de la exportación, principalmente de Francia, Alemania, Suiza e Italia. Collarín ha recibido este año el apoyo de la Generalitat para implantarse en Miami y ya trabaja para entrar en Rusia, explica su director general Rafael Boixadera.

Calvo señala la internacionalización como una de las oportunidades del sector. Pero sobre todo, hace falta que las empresas se especialicen y busquen el "valor añadido". De la misma opinión es Claudi de José, presidente de la Asociación Ceramistes de Cataluña: "La batalla por el consumo abajo precio está perdida, ahora tenemos que buscar la calidad y el valor añadido", afirma, añadiendo que "la voluntad de la entidad es estimular la producción y conseguir que el comprador recupere el interés en la cerámica. Tenemos que culturitzar la sociedad en los valores de la cerámica".

Boixadera, por su parte, cree que el Congreso puede servir como "punto culminante y a la vez de punto de partida porque otras disciplinas se empiecen a interesar por la cerámica" y reclama que "la gente del arte y el diseño entienda que la cerámica es más perdurable y tiene muchas más posibilidades que otros materiales".

Reivindicar su importancia
La cerámica fue el primer material usado por los humanos para hacer vasijas. "Pero la tecnología ha hecho surgir materiales que hace 50 años no existían, y los ceramistes no siempre hemos sabido luchar contra esto", comenta De José, añadiendo que el sector ahora mira de nuevo al futuro con el reto de reivindicar de nuevo su espacio. "La gente tiene que aprender a valorar la calidad de los materiales de los platos que usan los grandes cocineros de nuestro país, que son de porcelana y gres, o saber que la empresa Roca es un ejemplo de innovación y desarrollo", pone a guisa de ejemplo.

La especialización es otra de las salidas del sector. "Es impensable para las pequeñas empresas competir con los precios de países asiáticos", lamenta Calvo, "no podemos hacer de todo, hay que especializarse", sintetiza. La aplicación de la cerámica en la arquitectura y el espacio público, que ha sido el tema central del Congreso, marca una vía a seguir: "Creemos que en este ámbito hay mucho camino para recorrer", declara.

La cerámica en la arquitectura y el espacio público
Este es un ámbito donde la cerámica catalana tradicionalmente ha destacado. Sólo hay que pensar en el uso que grandes arquitectos del Modernismo, como Antoni Gaudí, Domènech y Muntaner o Puig y Cadafalch dieron a la cerámica como elemento para decorar sus edificios. Más recientemente, el techo del mercado de Santa Caterina de Barcelona, cubierto con un mosaico de piezas de cerámica de colores, se ha convertido en un auténtico icono. La empresa que hizo el mosaico, Cerámica Cumella, cuenta hoy en día con prestigio internacional y trabaja junto a grandes nombres como el del arquitecto Renzo Piano.

Toni Cumella señala que en este momento hay un resurgimiento internacional de la cerámica en la arquitectura, sobre todo gracias a los proyectos singulares que se están haciendo en todo el mundo. "Hemos conseguido tener un excepcional núcleo de empresas en Cataluña que pueden responder, gracias a su alto grado de tecnificación y especialización, a importantes proyectos singulares", ha destacado el ceramista en la inauguración del Congreso.

En el mismo acto, el consejero de empresa y Conocimiento, Jordi Baiget, ha animado los ceramistes a ser "tan artesanos como empresarios" y a trabajar por "redimensionar el sector de la cerámica desde la vertiente empresarial como vía para generar riqueza y garantizar su continuidad". Además, ha destacado la oportunidad del Congreso para "dar a conocer la importancia de la cerámica en Cataluña como sector de futuro".

El sector de la cerámica en Cataluña incluye la producción de cerámica para la construcción, los productos cerámicos refractarios y la cerámica sanitaria, de la cual el máximo exponente es la empresa Roca Sanitario, con 970 trabajadores. En cuanto a la cerámica como oficio, hoy en día es uno de los más importantes y representantes del sector artesanal catalán. La Generalitat tiene contabilizadas 251 personas con carné de artesano ceramista y 77 ceramistes reconocidos como Maestros Artesanos.

Actualmente, se impulsan desde Cataluña varios proyectos vinculados al diseño, la construcción y la ingeniería que usan la cerámica como material. Un material que se usa incluso en el ámbito de la salud, con la fabricación de prótesis de cerámica, una "nueva aplicación de la cual se hace poca difusión", apunta Claudi de José para destacar la vertiente más innovadora de la actividad.
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