El verano, las vacaciones, la familia, todo lo que cuelga de la familia, que son muchos... todos forman parte de lo que llaman las vacaciones de verano. De aquel espacio que en teoría está pensado para descansar y, aquí está la gran trampa, para REPENSAR. Para repensar; para replantearse cómo tiene que ser el nuevo curso.
Es decir, como cuando íbamos a la escuela: vacaciones para hacer los deberes y volver al trabajo con ideas nuevas, con cambios en el organigrama, con nuevas ideas "motivacionales" para la gente, con una comunicación interna que comporte implicación de la gente con la empresa, y un montón de sandeces más. Cosas de estas que únicamente sirven para que unos cuántos listos hagan cursos, actividades extraescolares y alentadoras que son acogidas con un falso entusiasmo por la mayoría de condenados.
Al final todo se resume en cuatro o cinco trucos, más o menos divertidos e ingeniosos para pasar el rato, facturar, y para que la empresa pueda decir que tiene un programa de recursos humanos-formación, e incluso podrá sacar una de estas subvenciones que Foment o Pimec reciben de los gobiernos y reparten para demostrar que hacen algo.
Es lo mismo que un diario anunciaba un día de estos como noticia push: "Los ocho trucos para tener una cama más fresca y dormir mejor". Y te dicen, magia pura, que la temperatura del cuerpo es la clave para conseguir dormir bien. Y es extraño que no te digan que metas el colchón, la almohada y las sábanas en la nevera. O tú mismo. Para el caso.
Creo que me he ido de lo que me ocupaba o me tenía que ocupar. Libros de empresa de verano. ¡Sí, señor!
Sigo este diario desde siempre y una de las cosas que más me ha gustado es su tono positivo. Por eso me sorprendió el año pasado cuando, por estas fechas, se publicaba la sección de empresa Libros de Empresa. Y aquí es donde patiné: hicieron una crítica de un libro sobre contabilidad. ¡Sobre Contabilidad!!! Lectura de verano obligatoria y relajante. Y creo que se publicó el mes de agosto. Era como un tipo de venganza hacia el lector. "Yo, periodista, pringo"; "tú, lector, pringas". Después la sección desapareció. También el director; y el que escribió el artículo. Debían de ir de la mano. Ahora, pero, la señora directora, parece que ha tenido una idea y ha decidido reavivar aquella antológica sección y me ha encargado que haga un par. Se debe de haber bebido el entendimiento, porque a mí me pasa como al Carvalho. Libro de management, de economía o de soluciones mágicas para empresas, a la chimenea que va (no os lo recomiendo porque ensucia mucho el tubo), pero ahora ya no tengo chimenea. Y alguno que otro me queda por casa. Y los del Tom Peters, porque tiene unas ideas de "bombero" que me encantan, los he respetado.
Pues esto, que la señora directora me ha pedido que le haga libros de empresa para este verano. Y ahora tengo un problema: no estoy en el despacho donde me estaba leyendo uno que parecía curioso, no original y bastante entretenido. Si paso la prueba escribiré la crítica, o la reseña, o daré mi opinión. Porque tampoco es "plan" decir que el libro es una mierda sentado en la terraza con una copa de vino blanco seco. A pesar de que esto del vino blanco bien fresco sea lo mejor que se puede hacer en verano.
"Lo mejor sobre economía, sobre empresa y sobre familia lo encontraréis en la serie Succession"
Por si no llego a tiempo os daré tres consejos, o dos, por si el tercero me lo olvido por el camino.
1.- Lo mejor sobre economía, sobre empresa y sobre familia: la serie Succession. La tenéis que ver entera; todas las temporadas, no como estos que se pasan el día hablando por la radio y solo han visto un capítulo y no lo han entendido, pero hacen ver que sí. En esta serie lo tenemos todo: el líder, los que lo quieren suceder, los asesores "palmeros" que no llevan nunca la contraria, no fueran a perder el chollo, los traidores y los "palanganeros". Está todo el abanico. El mejor libro para ver todos los papeles del auca.
2.- Shameless. Una serie sobre una familia diferente, pero si la piensas también puedes sacar conclusiones buenas y malas. Aquí es donde aparece con fuerza el liderazgo femenino por fracaso del que tendría que ser liderazgo masculino. Aquí lo que no hay son palmeros y lo más importante es el papel de la mujer, de todas las que salen, por poner orden y hacer funcionar la empresa que, en este caso, es la familia.
Y, sí, he llegado a la tercera: leed. Pero cosas buenas. Os recomiendo 5. Ninguno de ellos en catalán, ni de Xavier Bosch.
- Cloruro de sodio, de Jussi Adler Olsen
- El último verdugo, de Toni Hill (o cualquiera de él)
- Prueba de fuego, de Jorn Lier Horst
- Secretos mortales, de Robert Bryndza, y todos los anteriores
- Eclipse, de Yo Nesbo
En cualquier de ellos encontraréis más cosas aplicables a la vida real y a la empresa que en los que nos tienen que ocupar a lo largo de este verano. Encontraréis el trabajo en equipo, imprescindible en todos los de Jussi Adler Olsen; el individualismo en los de Yo Nesbo y el diferencial en los de Bryndza .
A ver qué le parece a la directora.
Seguro, pero, que este artículo no se acaba aquí y alguien escribirá el epílogo.
Epílogo de la directora
Cada vez que abrimos la puerta a un colaborador -o llamamos a su puerta en este caso- sabemos que también la abrimos al riesgo: que no funcione su sección, que no entienda su esencia… Lo que no me esperaba en esta ocasión (o quizás sí) era que la entendiera tan bien que me la cambiara.
Con mucha honestidad, quizás demasiada: Hace un año dejamos morir la sección de Libros de empresa porque los periodistas que estábamos en el día a día de la redacción no queríamos vender o promocionar libros de empresa semanalmente y vernos forzados a hablar en positivo de aquello que no creíamos. Tenemos muchas historias para explicar y tenemos que elegir continuamente qué sí y qué no. Quizás fuimos demasiado drásticos, no tendríamos que haber cerrado la sección. Quizás habríamos podido publicarla con menos periodicidad o por épocas especiales del año. Bien, el hecho es que así lo decidimos, más o menos acertadamente. Y ahora, el verano, época en la que la agenda nos permite por fin leer algo más, es el momento idóneo para relanzarla.
Sé que este Gallagher no hará nada de lo que le pedí, pero así lo quiero. También sé que sus artículos serán de estos que te vuelves a releer con el tiempo y que sus recomendaciones de libros, series -¿y vinos también?- nos acompañarán probablemente mucho más tiempo del que lo haga esta sección que, por cierto, saldrá cada sábado de este mes de agosto.