Los rankings: garantía o dictadura?

Mientras las escuelas de negocios luchan para hacerse un lugar en lo alto de las clasificaciones, las universidades tradicionales critican el excesivo peso

Ya hace años que se han popularizado todo tipo de rankings para clasificar universidades, carreras o programas concretos de formación para gente de empresa. Se han convertido en un elemento de juicio a la hora de optar por unos estudios; y para los centros, quieran o no, en un aspecto importante a cuidar en su proyección pública. La pregunta, pero, es si son la mejor garantía o se los da demasiada importancia.

A favor: "Las instituciones que son al ranking son las mejores"
Si hay un mundo donde los rankings se pueden considerar auténticamente profesionales, es el de las escuelas de negocios. El Financial Times, autor de uno de los más prestigiosos, publica anualmente todo tipo de clasificaciones sobre los mejores programas de gestión internacional y los mejores MBA. Por Jordi Díaz, director de Programas y Relaciones Internacionales de Eada, "el mejor es el que clasifica las escuelas de negocio globalmente, teniendo en cuenta todos sus programas".

En este ranking, tres centros catalanes se sitúan entre los mejores: Esade (5è), Iese (6è) y Eada (23è). Las opiniones de los graduados de los últimos tres años forman el grueso de los criterios del ranking, que también valora otros aspectos como los salarios de estos mismos graduados, el porcentaje de alumnos internacionales o el porcentaje de profesores con título de doctor.

Por el directivo de Eada, "es muy positivo formar parte del top 25". Asegura que no es un objetivo en si mismo una buena clasificación al ranking, "pero si cumples en todos los ámbitos se ve reflejado aquí". De hecho, para él, el más importante es que "para formar parte del ranking del Financial Times tienes que tener una acreditación (en el caso del EADA, la acreditación europea EQUIS y la AMBA), y por lo tanto, el hecho de ser presente significa que tienes una calidad contrastada".

Y es que, añade, "se puede discutir una posición arriba o abajo, pero las instituciones que son al ranking son las mejores; y resulta una herramienta muy positiva para los candidatos". Pero por qué es importante esta buena posición? El directivo de EADA lo tiene claro: "Te permite tener mejores candidatos, que el que buscan es reconocimiento, prestigio y un buen programa".

Además, se tiene que sumar la ubicación. La marca Barcelona resulta muy atractiva, y es uno de los motivos que han situado tres escuelas catalanas entre los primeros lugares. "Hace más de quince años todas vamos apostar por la internacionalización, y disfrutamos de una cierta competencia/colaboración potente", añade el académico.

En contra: "No reflejan en absoluto la calidad académica"
Más allá de las escuelas de negocios, las universidades tradicionales no quieren dar tanta importancia a este tipo de clasificaciones. El doctor Enric Canela, vicerrector de Política Científica de la Universitat de Barcelona (UB), sitúa los rankings de Shanghai o el QS en una categoría "amateur, comparados con los de las escuelas de negocio, que mueven mucho dinero".

"Los rankings son un hecho con el que tenemos que convivir, y sólo para introducirlos, ya alteran el sistema", asegura. "No reflejan en absoluto la calidad académica, puesto que valoran mucho la investigación pero no tienen bastante indicadores para valorar la docencia".

Estos rankings tienen en cuenta aspectos como la investigación, la docencia o la internacionalización, basándose en determinados indicadores: la reputación académica, la reputación entre las empresas o la ratio de estudiantes por facultad. Las principales universidades catalanas no acostumbran a aparecer a las primeras posiciones, algo "engañoso" según Canela. "Estamos mejor del que muestran los rankings, que favorecen los centros anglosajones", valora.

De todos modos, el responsable de la UB reconoce que este tipo de publicaciones exponen varios elementos: "Tenemos puntos fuertes como la investigación, pero también débiles como la internacionalización". Canela dice que prefieren "ser al lugar 100 que al 200". "Pero no cambiaremos toda la filosofía para conseguirlo", señala.

A su parecer, "sean justos o no, te obligan a una reflexión y a analizar todo aquello que no haces bastante bien". En definitiva, el dirigente de la UB tiene claro que "a la hora de escoger donde estudiar una carrera, no son los rankings el que se tiene que mirar", y sólo recomendaría usarlos como orientación si "el objetivo del estudiante es acabar haciendo un máster y el doctorado".

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