"Si adaptas tu negocio por el 'take away', puedes servir a mucha más gente"

La cultura de la comida para llevarse ha llegado con fuerza para quedarse con nuevas propuestas gastronómicas de calidad que han obligado a reinventar el sector de la alimentación y el packaging

La vida laboral ajetreada y con poco tiempo a la cual se ha instalado la sociedad actual ha obligado a cambiar muchos hábitos de nuestro día a día. Uno de ellos es, sin duda, la comida, cosa que ha implicado un cambio en el sector gastronómico y de restauración de nuestro país. La cultura del take away (la comida para llevar) se ha empezado a instalar con fuerza para facilitar que la gente se lleve la comida al trabajo o pueda hacer las comidas andando por la calle o de forma rápida a casa, sin necesidad de entablarse con la pérdida de tiempo que esto compuerta. Esto ha propiciado la aparición de nuevos negocios de alimentación a pie de calle y también de packaging, como por ejemplo Pick d Pack, empresa de Montcada i Reixac que fabrica los envases y materiales usados para servir la comida para llevar y el éxito que ha obtenido en su primer año de vida corrobora el momento de crecimiento que vive el sector del take away.

Este tipo de negocio hace años que está instalado en otros países como los Estados Unidos. Y a pesar de que la cultura mediterránea es diferente, ahora es un sector emergente en casa nuestra pero con características peculiares. A diferencia del fast food, la calidad de la comida que se sirve en la mayoría de estos negocios es buena y con productos frescos del di. Además, los envases utilizados cada vez son más originales y biodegradables, cosa que permite un menor impacto medioambiental de las grandes cantidades de desechos generados en este sector. Una nueva filosofía, pero, que a menudo se turba con los impedimentos legales para vender comer a pie de calle y que limita la rápida evolución de algunos negocios que sólo pueden ser presentes en ferias gastronómicas.

El packaging y el 'take away', dos aliados en alza
"Muchos negocios tradicionales se están dando cuenta que si en ninguna parte de servir sólo las 10 mesas que tienen al local, también abren una ventana en la calle para servir de pie, el negocio crece considerablemente porque la restauración a menudo se ve limitada por espacio y horario. Si adaptas tu negocio por el take away, puedes servir a mucha más gente del que te piensas", explica Jordi Valls, director de comunicación de Pick d Pack.

 
Pick d Pack ya tiene cerca de 800 clientes o negocios de alimentación. 


La empresa de Montcada i Reixac abrió la tienda/almacén el año pasado enfocada a los profesionales del mundo de la alimentación donde el cliente puede ir a ver in situ los productos de packaging y escoger los modelos que más se adecúe a sus necesidades. "Cuando quieres innovar tu negocio, a menudo no sabes si el nuevo material que has comprado por catálogo quedará bien, pero si vendes en la tienda puedes comprar un número bajo de unidades y hacer la prueba de varios modelos para saber cuál te gusta más", añade Valls.

Cubiertos, platos, envases, vasos, servilletas, bandejas y todo tipos de elementos por el sector del càtering y de la restauración que pueden ser de plástico, de caña de azúcar, cartón o biodegradables. Unos productos que están teniendo mucho de éxito sobre todo por su constante renovación y que están cambiando el concepto y el estilo de vender comer para llevar en los negocios del take away, càterings, restaurantes o pastelerías, entre otros. Pick d Pack ya tiene cerca de 800 clientes o negocios de alimentación, 2.000 productos a la venta con 22 trabajadores y la previsión de lograr en breves el millón de euros anuales facturados. Actualmente han llegado a un convenio con Gordo Mercado para vender los productos en los centros del Hospitalet, Montcada, Figueres y Girona.

El 'fasto good' como filosofía de vida
A diferencia de países como los Estados Unidos, la tendencia a la alza del take away en casa nuestra no está siendo acompañada estrictamente del concepto de fast food con los perjuicios para la salud que esto puede comportar si se consume en acceso este tipo de alimento. En este sentido, muchos negocios emergentes del sector aprovechan que ahorran dinero con la reducción de espacio del local para centrarse al cocinar una comida buena y de calidad, el que se conoce como fasto good. "El que estamos diciendo es que un restaurante bueno saca las mesas y sillas y se centran en la cocina para ofrecer un producto mucho mejor y a la vez más barato gracias a la reducción de gastos en cuanto al espacio", explica Valls.

La Osada sólo puede ir a ferias gastronómicas como lo Van Van Market. 

Este es el caso de La Osada, un proyecto nacido hace un año y que se trata de una pequeña y antigua caravana destartalada que ha sido adaptada y remodelada para acontecer una cocina móvil de comer para llevar. La idea surgió del propietario del restaurando Contraste de Sabadell que, después de cinco años de éxitos, decidió emprender esta iniciativa para acercar la comida fresca del día cocinado a pie de calle en diferentes acontecimientos y ferias del país, mayoritariamente en Barcelona. Pescado fresco del día con productos como por ejemplo hamburguesa de atún, salmón curado o corte de lomo de pescado con verduras. Platos exquisitos para llevar a un precio razonable.

"Es una experiencia muy intensa que nos ha dado la oportunidad de abrir la cocina del contraste a otro público diferente y más joven puesto que el de Sabadell siempre es el mismo. Y esto es positivo porque La Osada ha comportado recibir nueva clientela al restaurante que le ha gustado nuestro producto a una feria cualquiera", explica Carla Garcia, responsable de La Osada. El vehículo sólo puede ir a ferias gastronómicas como lo Van Van Market o el Eat Street de Barcelona, puesto que la legislación pone difícil, por ahora, poder vender comer con facilidad en medio de la calle.

Esta caravana es un caso de entre otros muchos que han apostado por esta tendencia alternativa de la manera de comer. Hace un par de salidas al más como mínimo y sirve una media de 500 raciones diarias facturando entre 800 y 4.000 euros, dependiendo del volumen de venta. Un ejemplo de éxito que empieza a estar de moda a casa nuestra. "Nos reinventamos y a cada parada proponemos un nuevo plato que si no triunfa lo trasladamos al Contraste, puesto que nunca tenemos la seguridad de saber si el producto que ofrecemos irá bien y gustará", asegura Garcia.

La tendencia de los materiales biodegradables y de diseño
Unos de los problemas del take away es que los envases y los enseres con los cuales se sirve la comida para llevar a menudo son de plástico y acaban creando una cantidad importante de desechos que altera considerablemente el medio ambiente. Por esta razón, las empresas de packaging ya hace tiempos que venden cada vez más productos biodegradables como por ejemplo platos o vasos de caña de azúcar o cartón, por ejemplo. Una tendencia ecológica que coincide con el impulso de nuevos diseños de los envases para hacerlos más originales.

 
Los envases biodegradables, al escaparate de la tienda de Pick D Pack.



"El envase no sólo tiene una utilidad, sino que se le tiene que turbar otra salida porque después es un desecho y el sector de los envases se ve afectado por la revolución gastronómica", explica Valls. El director de comunicación de Pick d Pack añade: "En este país, la presentación de la comida tiene mucho más a ver que el gusto, y los negocios se dan cuenta que puedes explicar quién eres sin casi comer. Un envase con un diseño característico, con el color corporativo y el nombre de una marca de restauración en concreto es un anuncio que la gente se endú a sus manos cuando compra; esto hace que este sector gane vida y creatividad".

Andando hacia un futuro de consolidación
Los expertos del sector del take away aseguran que ahora llega una época en el que la comida para llevar se consolidará como una herramienta clave de la sociedad donde el diseño y la innovación de los envases, el respecto a la natura y la calidad de la comida prevalecerán para potenciar los negocios. "Los platos en los que comeremos cada vez tendrán diseños más impresionantes y se incluirán elementos tecnológicos en los envases como por ejemplo el ya existente detector de la temperatura de los líquidos de los vasos", explica Valls.

"Somos una cultura de entablarnos y beber vino, y lo continuaremos teniendo, pero el take away está en alza y lo demuestra la oferta de calidad y la demanda que tenemos nosotros", asegura Garcia. "A pesar de que creo que es importante regularizar el sector -sobre todo por el control sanitario de los productos-, se tendrían que cambiar las leyes en un futuro para poder vender en más puntos de las calles de las ciudades y que los restaurantes no lo vean como una amenaza porque la competencia siempre es buena", añade Garcia.

"Yo espero que toda la línea de envases biodegradables y de diseño acabe aumentando entre nuestros clientes porque, por casi el mismo coste económico, podemos tener una alternativa al plástico y a los materiales no compostables evitando así la afectación del aumento del sector (y en consecuencia, el aumento de los desechos) a nuestro entorno", concluye Valls.

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