Smart cities, mito o realidad?

Expertos de diferentes ámbitos coinciden que las ciudades inteligentes son una oportunidad para transformar de forma global las zonas donde vive la inmensa mayoría de la población

Sólo el 2% de la superficie del planeta lo ocupan ciudades. Aún así, en este espacio habita el 50% de la población mundial, que consume el 75% de la energía global. En este contexto, que tiende a acentuarse, el concepto de smart cities o ciudades inteligentes se perfila como una oportunidad para mejorar la vida de todos estos ciudadanos. En una jornada organizada en la Universitat de Barcelona, varios expertos han ofrecido este jueves su particular respuesta a la pregunta de si este concepto, la smart city, es un mito o una realidad.

El siglo de las ciudades
Por Josep-Ramon Ferrer Escoda, exdirector de Barcelona Smart City y consejero internacional de DoxaIS , "el siglo XXI es el siglo de las ciudades. La mayoría de la población mundial vive, tienen más necesidades mientras se concentra más actividad económica y se demanda más energía". En este contexto, reclama "convertir el que era una visión en una realidad"; y a pesar de admitir la magnitud del reto, destaca que "es una oportunidad para hacer ciudades mejores, más eficientes".

Ahora bien, advierte que "las smart cities no van de tecnología, no necesitamos muchas gadgets. El que necesitamos son objetivos claros, elegir el mejor camino y después enfocar la tecnología". Por Ferrer Escoda, "las smart cities van de ciudades, y la tecnología es la herramienta".

En un intento de enumerar como procesar esta idea, la exresponsable de Barcelona Smart City pide "liderazgo político compartido por todo el mundo. El foco son los ciudadanos y después el crecimiento económico". Ferrer Escoda reflexiona sobre la necesidad de hacer entender a la industria estas preferencias.

Un proyecto global
Aún así, deja claro que las smart cities son "una gran oportunidad para hacer un proyecto de transformación de las ciudades a largo plazo. No es un proyecto aislado o varias iniciativas para mejorar la movilidad o la energía". A su parecer, "es una visión holística para los cercanos 20 o 30 años". Un trayecto donde hay que implicar todos los stakeholders "con un objetivo a largo plazo compartido por todo el mundo".

Esto engloba todas las áreas de la ciudad. "Muchos ayuntamientos dicen que quieren ser una smart city y hacen diferentes iniciativas en ámbitos diversos. Pero no se tiene que ser el mejor en un ámbito, sino que hace falta una visión global de todas las áreas de la ciudad e involucrarlas", asegura.

Para hacerlo, explica, los ciudadanos también se tienen que sumar. "No tendrás smart city si no tienes smart citizens. Son el alma del proyecto, hay que abrirlo y hacerlo participativo a la ciudadanía", afirma. Y todo ello sin olvidar la importancia de medir el impacto de todas las iniciativas. "Al sector privado todas las compañías miden las iniciativas, y la administración pública también lo tiene que hacer. Hay que definir un ROI económico y social para poder cambiar el que no funcione y llegar a los objetivos", deja claro.

Mejorar los servicios clásicos y crear de nuevos
Gregori Mora, responsable de Smart Cities a la Diputación de Barcelona , destaca que no todo tiene que ser revolucionario. "Hay que diferenciar entre la eficiencia en los servicios y el nuevo valor que se puede aportar". Es decir, tanto smart city es aprovechar la tecnología para mejorar servicios que ya tenemos, como por ejemplo la gestión de las cloacas; cómo emplearla para crear nuevos servicios que hagan más eficiente la vida en cascos urbanos.

Este nuevo valor se traduce en nuevas políticas, que requieren "ser capaces de tratar factores clave como la interoperabilidad, el liderazgo, o la estrategia adaptada al contexto de tu ciudad". Por Gregori Mora, "no tiene sentido llenar la ciudad de sensores si no sabes qué hacer".

La importancia de la energía
"Smart cities y energía van de la mano", anuncia Isabel Tejero, Europe Manager de la iniciativa Cities of Tomorrow de Engie. "Las nuevas tecnologías nos dan cada vez más información sobre cómo se procesa todo en las ciudades, y hay que ser conscientes de donde se consume la energía", alerta.

Las smart cities, en debate a la UB. V.S.


Tejero destaca que el proyecto de Engie pone el foco en los ciudadanos, la sostenibilidad y la economía. "El objetivo es que los ciudadanos sean realmente felices allá donde viven. Y por eso hay que optimizar la relación ciudad-individuos". Elementos como el agua, la luz, el transporte, la energía o la seguridad, advierte, "no podemos trabajarlos cómo hasta ahora". Por Tejero "hay que relacionar todo el que sabemos en una sola plataforma y no sólo hacer apps o IT solutions".

Cualquier ahorro impacta en todo
Ignasi Errando, miembro del área de Smart City Business Development de Cisco Systems, también pone el foco en los ciudadanos. "La gente es smart, lo son las ciudades?", se pregunta retóricamente. La respuesta es que "todo el que sea smart tiene que tener que ver con las necesidades de la gente".

Estas necesidades se pueden solucionar más fácilmente, a su entender, a través de soluciones conectadas entre comunidades. "Una comunidad es un conjunto de intereses. Estas soluciones mejorarán la economía, la cohesión social y el medio ambiente", destaca.

Errando insiste en la necesidad de enfocar la smart city con una aproximación holística. "Si mejoras el aparcamiento reduces la polución, mejora la seguridad porque reduce las probabilidades de accidente, pierdes menos tiempo y mejoras la productividad de esta persona", reflexiona. Por lo tanto, "cualquier solución mejora el impacto en diferentes áreas. Y cualquier cosa se tiene que compartir con los ciudadanos, especialmente los datos", concluye.
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