Catalunya está inmersa en una encrucijada compleja, condicionada por la geopolítica y por importantes transformaciones coyunturales y estructurales, de la cual debe surgir la Catalunya económica del futuro. Ante este desafío, es necesario ser optimistas, teniendo en cuenta que a lo largo de nuestra historia hemos sido capaces de responder con éxito a otros desafíos igualmente importantes. Según reflejaba la última encuesta Situación Económica, elaborada periódicamente por el Col·legi d’Economistes de Catalunya, los principales problemas que enfrenta en la actualidad la economía catalana son, según los economistas y en orden de importancia, la sequía, el déficit fiscal, la situación política, la falta de reformas estructurales, la inflación y los costes de producción, las infraestructuras y comunicaciones, y la baja productividad.
Todas estas son las metas que la sociedad catalana debe afrontar en los próximos años y deben formar parte de la agenda de los diferentes grupos políticos y diputados que configurarán el Parlament de Catalumua a partir de las elecciones del 12 de mayo y, especialmente, del Govern de la Generalitat que surja de esta consulta. La tarea no es fácil, pero tampoco imposible.
"Los principales problemas que enfrenta actualmente la economía catalana son la sequía, el déficit fiscal, la situación política, la falta de reformas estructurales, la inflación y los costes de producción, las infraestructuras y comunicaciones, y la baja productividad"
De acuerdo con el compromiso que tiene el Col·legi d’Economistes de Catalunya con la sociedad catalana y con las diferentes instituciones del país, y de acuerdo con su papel activo en favor del progreso y del bienestar, su actual Junta de Gobierno ha presentado públicamente un documento de 16 propuestas realistas e imprescindibles dirigidas a los representantes políticos que saldrán de las urnas, agrupadas en tres grandes bloques temáticos: 1) Financiamiento, presupuestos y administraciones públicas; 2) Infraestructuras y territorio; y 3) Modelo productivo.
Dentro del primer bloque, financiamiento, presupuestos y administraciones públicas, el Col·legi considera prioritario reformar profundamente y ampliamente el actual modelo de financiación autonómica, y que este sea equitativo, leal institucionalmente, que respete la ordinalidad y que establezca un nivel de solidaridad territorial. Por otro lado, propone replantear los impuestos propios y cedidos para lograr un mejor sistema tributario, garantizar unos mayores porcentajes de ejecución de las inversiones públicas marcadas por los presupuestos del Estado y de la Generalitat, y reformar las administraciones públicas a todos los niveles.
Dentro del segundo bloque, infraestructuras y territorio, el Col·legi pide urgencia para definir y poner en marcha un plan para enfrentar la sequía, y paralelamente un nuevo modelo energético, ambos con visión de medio y largo plazo. Asimismo, señala el despliegue de la ampliación del Aeropuerto de Barcelona, la configuración efectiva del Corredor del Mediterráneo y la resolución de los problemas de Cercanías. En materia de vivienda, se solicita la implementación de una política efectiva que aumente la oferta, mayores recursos públicos, agilizar el proceso burocrático, reformular los instrumentos urbanísticos y facilitar el acceso a financiación.
Finalmente, en el tercer bloque, modelo productivo, se pide definir con claridad el modelo por el cual apuesta Catalunya, que combine los sectores tradicionales y la nueva economía, que apueste por el sector primario (modernización del regadío e impulso de la bioeconomía circular), por el sector industrial (mantener el "Pacto Nacional por la Industria" para alcanzar un peso industrial del 25% del PIB en 2023), por el sector turismo (cohesión territorial de la oferta, posicionar la oferta en nuevos mercados y desestacionalizar el turismo), por el sector comercio (acelerar la modernización de la normativa, alternativas a la distribución a domicilio de compras online y más formación), y por el sector salud (posición puntera de Catalunya y dinamizar el ecosistema de salud). La sostenibilidad y la digitalización deben ser los ejes fundamentales, con un impulso de la productividad, la innovación y el talento.
Por último, el Col·legi se pone a disposición del futuro gobierno de la Generalitat, de los grupos políticos y del conjunto del Parlament de Catalunya para detallar las dieciséis propuestas y para trabajar conjuntamente para alcanzar las diferentes metas planteadas.