
Ni vender en el extranjero, ni recibir los clientes otros países es fáciles. Uno de los requisitos que se pide para superar con nota la prueba es conocer el mercado y la manera de hacer negocios del lugar en cuestión. Por eso nace la start-up Barcelona's Butlers Service (BsBS), una compañía que ofrece un servicio pionero en Cataluña: la asistencia a viajeros de negocios y servicios de consultoría a empresas en fase de internacionalización.
Al frente del proyecto hay tres chicas jóvenes de entre 21 y 28 años: Lídia Espunya, Laura Pujol y Anna Vivas. A pesar de que la empresa opera principalmente con pymes de Girona, llegarán en breves en Barcelona mediante una colaboración con otra empresa del sector. Así prevén ampliar sus servicios y estar presentes en acontecimientos como el Mobile World Congress el próximo año.
Un trabajo de fin de grado
La idea surgió por dos bandas: con el trabajo de final de grado de Anna, quién detectó una carencia de empresas de servicios de asistencia para viajeros de negocios, y con las ganas de emprender y hacer algo por parte de Lídia y Laura.
El punto de contacto fue un profesor de la Universitat Pompeu Fabra y que conocía las dos ideas. "Entonceshabía una cuestión clave: o nos aliábamos y creábamos una empresa fuerte, o nos hacíamos la competencia", recuerda la co-fundadora, Lídia Espunya. La elige fue la primera y con acierto, puesto que en sólo medio año de actividad han llegado a tener entre tres y cinco clientes cada mes.
Pero un trabajo de final de grado no es un proyecto de empresa. A pesar de que el plan inicial estaba elaborado y mucha de la parte de investigación de mercado, también, todavía quedaba mucho para hacer. En este sentido, Espunya destaca el apoyo de Barcelona Activa, puesto que la entidad los asesoró en toda la parte legal y de constitución de la sociedad.
Finalmente, el octubre de 2014 se pusieron en marcha.
Potenciar el turismo de negocios
Su base es el protocolo, un elemento que los negocios no cuidan como tendrían que hacer. Es el que considera Espunya, quien equipara la consolidación de las compañías de este con ámbito con las gestorías: "Al principio, a los empresarios los costaba aceptar sus servicios y hasta que no vieron las complicaciones que suponía el cambio constante de leyes, no aceptaron que hacía falta un gestor".
Para mitigar el gasto extra que supone a las pymes –su principal target porque "han optado por la internacionalización con la crisis"-, ofrecen un servicio con un "presupuesto ajustado", remarca Espunya. De este modo, se aseguran que estas pequeñas y medianas empresas cogen el hábito de delegar a un profesional la tarea de acompañar el cliente en su tiempo libre, y no dar trabajo extra a un trabajar o persona de confianza que no sabe como manegar la situación.
Todo este trabajo tiene que encaminarse hacia el objetivo de BsBS que Espunya define: "Hacer entender a los empresarios que el tiempo de ocio también forma parte de los negocios, porque interviene en el éxito empresarial". Por eso afirman que quieren potenciar y mejorar el valor del turismo de negocios.
Pocos dinero y muy futuro delante
La inversión inicial de este tipo de negocios es mínima. Sólo hay que desembolsar el volumen pertinente a la constitución de una sociedad y del alquiler de un local.
A pesar de que todavía no han podido amortizar todo el capital aportado para financiar el proyecto, las tres socias ya pueden presumir de tener suficientes ingresos para sobrevivir cada mes.
Cómo que los disparos van por buen camino, Espunya reconoce que se muestra optimista por este 2015: "Queremos darnos a conocer y hacernos ver. No nos importa el volumen de facturación porque sabemos que los inicios son difícil, pero el hecho de tener ya clientes que nos trucan buscándonos es una buena señal". También confían en su salto en Barcelona y en las puertas que los puede abrir la participación en ferias y congresos como acompañantes.