
23
de Agosto
de
2016
Pierre Ralda y su hermanoheredaron 600 olivos cuando su padre murió. En aquel momento no sabían qué hacer. La producción era deficitaria. Qué hacer? Los dos hermanos han iniciado un Ralda friends, programa d'apadrinament de árboles a cambio de litros de aceite que ya llama la atención en Europa.
Pedro –Pierre, como lo conocen en el pueblo- nació a Ginebra de padre catalán y madre madrileña. Vivió en Suiza hasta los 30 años, donde estudió relaciones internacionales. Acabó de formarse en Bélgica, al Colegio de Europa, a Bruges y empezó su carrera profesional al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y, más tarde al World Economic Forum, encargándose de Iberoamérica. En aquella época conoció la exalcalde de Barcelona, Joan Clos, quién le presentó el proyecto del Foro de las Culturas, en el cual trabajó del año 2001 a 2004.
Mientras tanto, sus padres se jubilaron y volvieron al pueblo natal del padre, Godall, a la comarca del Montsià, una pequeña localidad con sólo 632 habitantes. Pierre seguía en Barcelona y creó su consultoría sobre RSC y organización de acontecimientos. El padre de Pierre murió entonces a la edad de 83 años.
En la herencia seincluían centenares de olivos, unas del abuelo, otras compradas durante los 20 años de jubilación del padre Ralda. El hermano de Pierre calculó que su padre había puesto cada año unos 3.000 euros de su bolsillo para mantener la producción que, además, no era viable económicamente. "Mi padre se tomaba los olivos como un hobby, no como una actividad empresarial", dice Pierre.
El hermano de Pierre en Suiza conoció un proyecto de apadrinament de vacas lecheras y sintió a hablar de otro de apadrinament de olivos en la Toscana. Adaptando esta idea a las olivas del Montsià pudieron salvar la producción. Ralda friends es un cruce entre crowdfounding y ecommerce. El octubre del 2014 lanzaron oficialmente el web y ya está en tres idiomas.
Los hermanos han fotografiado todos los olivos de dos fincas y al web están localizados todos los árboles. El interesado puede escoger una –o tantas cómo quiera, está claro- para apadrinar. El apadrinament cuesta 100 euros en el Estado español (IVA y gastos de envío incluidas) y fuera cuesta entre 127 y 140 euros, dependiendo del país. Cada padrino recibe una caja con tres botellas de medio litro de aceite cada cuatro meses y un 20% de descuento a la tienda online. Además, los Ralda organizan actividades en el pueblo de Godall relacionadas con las fincas: "Este mes de enero vinieron más de 20 padrinos a visitar sus olivos, sobre todo de Suiza y Francia", dice Ralda. Actualmente, hay 152 padrinos y cada año se puede renovar o no la cuota.
Los padrinos, fundamentales
El proyecto intenta tener una muy buena relación con los padrinos y, además de invitarlos a visitar los olivos, también procura estar en contacto con ellos a través de las redes sociales y su blog "para conseguir un vínculo sentimental con los árboles y el proyecto", explica el emprendedor.
Las visitas de los padrinos incentivan la economía del pueblo de Godall. Las tierras de los Ralda las trabaja un amigo de niñez de los hermanos, que es parte de la cooperativa del pueblo, que prensa y envasa el aceite de los Ralda. "Este proyecto también tiene una parte de emprendeduría social, al fin y al cabo, para ayudar la gente de la comarca", apunta Pierre.
A partir de 300 adopciones, la producción de oliva será solvente y se podrá, a la vez, compensar la inversión inicial. A partir de esta cifra de padrinos también quieren abrir el ecommerce a otros productores e incluir arroz del Ebro "con una familia que tiene un molino propio", flor de sal del delta y olivades artesanas.
La promoción es el proyecto de futuro de Ralda friends. Inicialmente se han centrado en Suiza, "un país que no tiene producción de aceite de oliva y donde se paga muy caro, están enamorados del Mediterráneo y tienen un poder adquisitivo alto". Pierre y su hermano ya trabajan con operadores logísticos para abrir mercado en Bélgica e Inglaterra. Y esperan que más gente se anime y apadrinen olivos del padre.
Pedro –Pierre, como lo conocen en el pueblo- nació a Ginebra de padre catalán y madre madrileña. Vivió en Suiza hasta los 30 años, donde estudió relaciones internacionales. Acabó de formarse en Bélgica, al Colegio de Europa, a Bruges y empezó su carrera profesional al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y, más tarde al World Economic Forum, encargándose de Iberoamérica. En aquella época conoció la exalcalde de Barcelona, Joan Clos, quién le presentó el proyecto del Foro de las Culturas, en el cual trabajó del año 2001 a 2004.
Mientras tanto, sus padres se jubilaron y volvieron al pueblo natal del padre, Godall, a la comarca del Montsià, una pequeña localidad con sólo 632 habitantes. Pierre seguía en Barcelona y creó su consultoría sobre RSC y organización de acontecimientos. El padre de Pierre murió entonces a la edad de 83 años.
En la herencia seincluían centenares de olivos, unas del abuelo, otras compradas durante los 20 años de jubilación del padre Ralda. El hermano de Pierre calculó que su padre había puesto cada año unos 3.000 euros de su bolsillo para mantener la producción que, además, no era viable económicamente. "Mi padre se tomaba los olivos como un hobby, no como una actividad empresarial", dice Pierre.
El hermano de Pierre en Suiza conoció un proyecto de apadrinament de vacas lecheras y sintió a hablar de otro de apadrinament de olivos en la Toscana. Adaptando esta idea a las olivas del Montsià pudieron salvar la producción. Ralda friends es un cruce entre crowdfounding y ecommerce. El octubre del 2014 lanzaron oficialmente el web y ya está en tres idiomas.
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Los hermanos Pedro y Alfredo Ralda Foto: Cedida |
Los hermanos han fotografiado todos los olivos de dos fincas y al web están localizados todos los árboles. El interesado puede escoger una –o tantas cómo quiera, está claro- para apadrinar. El apadrinament cuesta 100 euros en el Estado español (IVA y gastos de envío incluidas) y fuera cuesta entre 127 y 140 euros, dependiendo del país. Cada padrino recibe una caja con tres botellas de medio litro de aceite cada cuatro meses y un 20% de descuento a la tienda online. Además, los Ralda organizan actividades en el pueblo de Godall relacionadas con las fincas: "Este mes de enero vinieron más de 20 padrinos a visitar sus olivos, sobre todo de Suiza y Francia", dice Ralda. Actualmente, hay 152 padrinos y cada año se puede renovar o no la cuota.
Los padrinos, fundamentales
El proyecto intenta tener una muy buena relación con los padrinos y, además de invitarlos a visitar los olivos, también procura estar en contacto con ellos a través de las redes sociales y su blog "para conseguir un vínculo sentimental con los árboles y el proyecto", explica el emprendedor.
Las visitas de los padrinos incentivan la economía del pueblo de Godall. Las tierras de los Ralda las trabaja un amigo de niñez de los hermanos, que es parte de la cooperativa del pueblo, que prensa y envasa el aceite de los Ralda. "Este proyecto también tiene una parte de emprendeduría social, al fin y al cabo, para ayudar la gente de la comarca", apunta Pierre.
A partir de 300 adopciones, la producción de oliva será solvente y se podrá, a la vez, compensar la inversión inicial. A partir de esta cifra de padrinos también quieren abrir el ecommerce a otros productores e incluir arroz del Ebro "con una familia que tiene un molino propio", flor de sal del delta y olivades artesanas.
La promoción es el proyecto de futuro de Ralda friends. Inicialmente se han centrado en Suiza, "un país que no tiene producción de aceite de oliva y donde se paga muy caro, están enamorados del Mediterráneo y tienen un poder adquisitivo alto". Pierre y su hermano ya trabajan con operadores logísticos para abrir mercado en Bélgica e Inglaterra. Y esperan que más gente se anime y apadrinen olivos del padre.