El ¡Sí, quiero! es el momento de máxima emoción en una boda, sea por la iglesia o por la vía civil. El instante donde las dos personas que conforman la pareja son el centro de todas las miradas y el objetivo de las cámaras de fotografía y vídeo.
La fiesta nupcial deja atrás la tensión de los preparativos y los sacrificios de la pareja, así como su entorno más próximo, para asumir el enorme gasto económico. Según un estudio del portal Bodas.net y ESADE, el coste medio de un casamiento es de 20.500 euros.
"Te incitan a elegir entre una boda o la posibilidad de comprarte un piso", apunta a VIA Empresa una mujer que se casó el pasado verano en una masía del Penedès. Una circunstancia que, cada vez más, visibiliza las ceremonias civiles o ante un notario y con la presencia de un círculo muy reducido de familiares y amigos
Profesionalización y datos tangibles
Uno de los otros elementos destacados del informe es la profesionalización del sector. La subjetividad a la hora de elegir un traje o un determinado restaurante para llevar a cabo la comida no desaparece, pero con el paso del tiempo va pasando a un segundo término.
Las parejas del siglo XXI, con mayor acceso a las nuevas tecnologías, reclaman más garantías y datos tangibles para escoger un determinado camino. Aquí es donde aparece la figura de uno o una wedding planner. Sus honorarios pueden representar entre un 5% y un 10% del presupuesto.
El coste medio de un casamiento es de 20.500 euros
El 70% de las parejas apuestan por el casamiento por amor y el resto por otras razones como formalizar la relación para dar garantías legales a los hijos existentes. En condiciones normales, entre los primeros trámites de una boda y la celebración de la misma pasa un periodo de 12-15 meses.
El liderazgo de Catalunya
Los impulsores del informe han obtenido la información a partir del contacto con 12.000 parejas y 3.500 empresas del sector. En España, Catalunya y la Comunidad de Madrid son los dos territorios donde se celebran más casamientos. El momento del año con una mayor demanda es la etapa que va de los meses de mayo a octubre.
La lista de invitados es otro momento de máxima dificultad. Décadas anteriores, las familias de los protagonistas tenían un gran poder de decisión a la hora de marcar la hoja de ruta. En este sentido, la sociedad ha cambiado y, ahora, los novios destinan más recursos a invitar amigos, descartando así familiares de segunda línea.
En Catalunya, el gasto que destinan los novios a cada invitado es de 184 euros y la cifra de asistentes a la ceremonia se eleva a una horquilla de 100-130 personas. El 41% de las parejas seleccionan la comida a partir de las experiencias previas con el restaurante y numerosas pruebas de menú.
La sombra de los contratos prematrimoniales
Antes de un casamiento, la pareja vive el amor en su punto álgido. Aun así, cada vez hay más personas que optan para preservar los bienes de cada uno. En tierras catalanas, solo un 6% de los novios firman un contrato prematrimonial. Un hecho que se interpreta por ser una zona donde existe un régimen más consolidado de separación de bienes.
Una vez se deja atrás esta fase, dos terceras partes de las decisiones relativas al casamiento se deciden, de forma consensuada, entre las dos personas de la pareja. Bodas.net y ESADE recogen como el precio constituye el 39% de toda la decisión a la hora de descartar la sede de la ceremonia y la fiesta.
En cuanto a los proveedores, las bodas acostumbran a contar con la participación de unas diez empresas. El gasto más grande corresponde al espacio de la fiesta y el catering. Por detrás aparecen otros conceptos como los trajes de los novios, los fotógrafos o la música. La mitad de las personas consultadas aseguran no haber sufrido gastos imprevistos.