"¿Alguien cree que todos los hombres directivos son brillantes?"

La BWAW pone de manifiesto la falta de liderazgo femenino y establece las bases para el cambio cultural necesario para modificar la tendencia

Una de las mesas redondas de la BWAW | Cedida Una de las mesas redondas de la BWAW | Cedida

Al ritmo de mejora actual, tardaremos 200 años en lograr la igualdad de género. Es una cifra que hace años que el Foro Económico Mundial lanzó y que esta semana se ha ido repitiendo en varios actos. Los días previos al 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, sirven de preparación para la fecha señalada, en la que todo se tiñe de violeta. Las mujeres ya no son protagonistas un día al año, sino un par de semanas -de las 52 que tiene cada año-, puesto que los actos, charlas y jornadas varios dedicados a la igualdad de género se alargan más allá del 8M. Un ejemplo de estos días ha sido la BWAW, la Barcelona Women Acceleration Week, un acontecimiento online que ha incluido nueve debates sobre liderazgo, talento, tecnología, cultura y futuro con perspectiva de género.

Muchas de las ponentes han subrayado que solo se las llama para hablar de mujeres e igualdad o bien para asegurar cierta representación femenina en actos diversos. Pero, aún así, aceptan, "aunque sea por cuotas, porque tenemos que tener presencia". Lo decía Verónica Fisas, presidenta de Natura Bissé, durante una mesa redonda sobre liderazgo femenino en la segunda jornada del evento, organizado por el Consorci de la Zona Franca de Barcelona y la Fundación Incyde de las cámaras de comercio españolas, que acaba este viernes. El liderazgo ha centrado varias mesas redondas, pero también ha aparecido en otras que no tenían este tema como central.

¿Por qué ha sido el debate omnipresente? Las cifras mundiales que ha ofrecido la presidenta de la organización Americas Society, Susan Segal, lo explican: "En 2019, sólo teníamos un 20% de posiciones directivas ocupadas por mujeres; en las juntas directivas de empresas, solo un 5,3% de integrantes son mujeres". Los bajos porcentajes de mujeres directivas preocupa mucho. Durante la inauguración del acontecimiento el miércoles, la delegada del Gobierno español en Catalunya, Teresa Cunillera, también se refería a ello. "¿Alguien cree que todos los hombres en puestos de dirección son brillantes? Yo creo que todo el mundo conoce a alguno mediocre. ¿Por qué todas las mujeres directivas sí tienen que ser brillantes? ¿Por qué se les exige más? Esto también es desigualdad", indicaba Cunillera entre las cabezas que asentían del resto de participantes a la inauguración, la gerente municipal del Ayuntamiento de Barcelona, Sara Berbel; el delegado especial del Estado en el CZFB, Pere Navarro; y el presidente de la Fundación Incyde, José Luis Bonet.

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Todas las personas que han participado en la BWAW han estado de acuerdo en un tema capital: la necesidad de más liderazgo femenino. "Este tipo de liderazgo no se limita solo a las mujeres; los hombres también lo pueden llevar a cabo", ha aclarado la directora general corporativa de la inmobiliaria Colonial, Carmina Ganyet, durante la primera mesa redonda, dedicada al talento. Entre las características que ha atribuido Ganyet al liderazgo femenino está la capacidad de escuchar, de ser empática, de buscar complicidades, de fomentar equipos, la adaptabilidad... Y la propia visión sobre qué es el liderazgo dista, a veces, entre hombres y mujeres. Para Beatriz Corredor, presidenta de Red Eléctrica, "el liderazgo ya no es vertical y jerarquizado, para mí es un reparto de responsabilidades y no una escalera que se tiene que subir". Todo esto desemboca en un estilo de dirigir equipos "más democrático".

"El liderazgo masculino se centra en objetivos, mientras que el femenino lo hace en el equipo", según Isabel Maestre, directora de la AESA

En la misma línea, ha definido el liderazgo durante la segunda jornada de debates, el jueves, la secretaria de Estado de Asuntos Exteriores y para Iberoamérica y el Caribe, Cristina Gallach. "Es capacidad de transformar y de incluir, sacar el máximo potencial de los compañeros, comunicar de manera convincente", ha resumido durante la mesa redonda sobre liderazgo. Por su parte, Isabel Maestre, la directora de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), también considera que el liderazgo femenino no es exclusivo de las mujeres. En el centro de esta manera de actuar, ha asegurado, están las personas. "El liderazgo masculino se centra en objetivos, mientras que el femenino lo hace en el equipo", ha indicado Maestre. La directora de la AESA nota esta diferencia de talante cuando una mujer irrumpe en puestos de dirección tanto del sector público como del privado.

Cristina Gallach, secretària d'Estat d'Assumptes Exteriors i per a Iberoamèrica i el Carib, durant una taula rodona de la BWAW | Cedida

Cristina Gallach, secretaria de Estado de Asuntos Exteriores y para Iberoamérica y el Caribe, durante una mesa redonda de la BWAW | Cedida

Subir la autoestima

"Tenemos ciertos estereotipos de lo que es un líder y no aceptamos otros", ha dicho Guayente Sanmartín, vicepresidenta de HP subrayando uno de los principales obstáculos para el ascenso profesional de las mujeres. Y la creencia generalizada que se ha manifestado durante los debates de la BWAW es que la falta de autoestima juega un papel importante en la baja cuota de mujeres en posiciones de responsabilidad. "Nosotros somos más conscientes de nuestras debilidades y los hombres son más conscientes de sus fortalezas", ha resumido el problema Corredor. La presidenta de Red Eléctrica pone como ejemplo el momento de buscar la promoción en una empresa o de postularse para un puesto de trabajo: "Las mujeres que ven que de 10 requisitos no cumplen uno, ni se lo plantean; los hombres, sólo de cumplir uno de 10, ya se presentan".

Verónica Fisas (presidenta de Natura Bissé): "He escuchado a muchas mujeres decir que no están seguras de si pueden liderar, pero no hay ningún hombre que lo diga"

Durante el debate sobre tecnología de la primera jornada de la BWAW, Ana Maiques, CEO de Neuroelectrics, ha explica como anécdota personal cómo se sintió la primera vez que se puso al frente de una empresa: "Tenía un miedo inmenso, pensaba que no estaba preparada y que esto no era para mí". Considera que los hombres también tienen estas inseguridades, pero que no las expresan. En el mismo sentido, Fisas (Natura Bissé), ha asegurado que "he escuchado a muchas mujeres decir que no están seguras de si pueden liderar, pero no hay ningún hombre que lo diga". De cara a las nuevas generaciones, cree que las chicas cada vez están más seguras de su preparación y que el problema seguirá siendo otro: la conciliación.

Esta, junto con la educación, son clave para encontrar, en un futuro, a más mujeres directivas. Pero también más mujeres en tecnología o más mujeres inversoras, temas tratados en otras mesas redondas de la BWAW. Entre el resto de ponentes destacados están Laura González-Molero, presidenta de la APD; Carme Torras, investigadora del Instituto de Robótica e Informática Industrial; Miriam González, presidenta de Inspiring Girls International; José Luis Rodríguez Zapatero, expresidente del Gobierno español; Cristina Moreno, tenienta coronel de la Guardia Civil; Cristina Manresa, comisaria de los Mossos d'Esquadra; María Benjumea, fundadora y CEO de Spain Startup; Gabriela Orille, CEO de Myinvestor; y Blanca Sorigué, CEO del CZFB.

El cambio social necesario para llegar no puede ser exclusivamente impulsado por las mujeres. "Necesitamos que los hombres rechacen los sesgos", ha dicho Sara González, miembro de la organización Young IT Girls. Pero todos estos mensajes -que se escuchan frecuentemente en torno al 8M- llegan, sobre todo, a mujeres que ya los conocen y están convencidas. Uno de los retos a los que se enfrentan este tipo de eventos es atraer a oyentes hombres. Según datos de la BWAW, de las 2.000 personas inscritas para seguirla, un 30% han sido hombres.

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