Ocho de cada diez personas residentes en el Estado (79%) evitarían comprarse una casa en primera línea de costa por la subida del nivel del mar y la posibilidad de que ésta afecte al inmueble. Es el resultado de un estudio publicado del portal inmobiliario pisos.com, que asegura que los efectos del cambio climático en la vivienda preocupan más a las mujeres que a los hombres y constata también diferencias por franjas de edad.
"A medida que pasen las décadas y el problema se agrava con lluvias más intensas y frecuentes, estas propiedades tan populares en la época del boom inmobiliario y turístico se irán devaluando porque ya no serán un lujo sino un peligro", explica el director de estudios de pisos.com, Ferran Font.
Por género, las mujeres muestran una mayor preocupación que los hombres por los potenciales efectos del cambio climático. El 85% de ellas se muestra contraria a las viviendas en primera línea de mar, mientras que esta oposición desciende al 73% en el caso de los hombres.
El norte gusta más a los jóvenes
Además, el estudio apunta que el 61% de los jóvenes de la generación Z compraría una residencia al norte de España con el objetivo de vivir en una zona más fresca, mientras que en el caso de la generación de los baby-boomers el porcentaje baja hasta el 43%. El informe concluye que los jóvenes cada vez tienen más en cuenta la ubicación a la hora de comprar o alquilar un inmueble.
"El aumento de las temperaturas ya no solo afecta los ciudadanos residentes en zonas más cálidas, sino también aquellos con casas poco eficientes energéticamente y sin el aislamiento necesario para evitar altas temperaturas en sus inmuebles", apunta el experto.