Cataluña reclama que Barcelona lidere el estratègia turística del país | iStock
Cataluña reclama que Barcelona lidere el estratègia turística del país | iStock

Catalunya reclama a Barcelona liderazgo en la estrategia turística del país

A pesar de ser una potencia, los agentes turísticos del país piden a la capital que haga valer la riqueza del territorio y genere sinergias para hacer circular a los turistas

El atractivo de Catalunya como destino turístico se ha multiplicado en los últimos años. Así lo demuestran informes como el del Eurostat, que sitúa el país como una de los destinos preferidos por los europeos, junto con les Illes Balears y las Canarias. Esta Semana Santa el país recibirá turistas de todas partes. El sector turístico cerró el 2018 con 19,1 millones de visitantes, de los que 8 millones se quedaron en Barcelona. La capital catalana se ha convertido en una atracción turística de primer nivel y monopoliza el ranking de lugares más visitados, como la Sagrada Familia (4,5 millones de visitantes), el Park Güell (3,1 millones) y el Museo del Barça (1,8 millones). Fuera de la ciudad, sólo ofertas comerciales como la Roca Village (4,6 millones), y lugares emblemáticos como Montserrat (2,7 millones) aguantan las cifras de la capital. Si bien otros zonas como la Costa Brava, el Pirineo y Tarragona han encontrado en la gastronomía, el paisaje y la cultura la clave de su éxito turístico, reclaman a Barcelona que asuma el liderazgo en la configuración de una estrategia de país que incite los visitantes que llegan a la capital a visitar el resto del territorio.

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"Durante los 40 años de autogobierno ha habido una pesada relación entre Barcelona y Catalunya en cuanto al turismo; la capital ha ido a lo suyo y cada territorio ha hecho lo que ha podido para desarrollarse con acontecimientos y acciones concretas", explica el catedrático de Esade, Josep Francesc Valls, en la jornada Qué le pide Catalunya a Barcelona en turismo?, organizada por la escuela de negocios. El experto reclama una "visión social, turística y económica metropolitana, a largo plazo y con idea de país" liderada por Barcelona y valora iniciativas como los Juegos Olímpicos de Invierno "si se hacen sin que Barcelona se mire el ombligo y permite la proyección de todo el territorio".

Altayó: "Hace falta que la gran Barcelona que se quiere promocionar sea toda Catalunya y no sólo el área metropolitana"

Uno de los lugares que ha conseguido capitalizar el éxito de Barcelona ha sido Montserrat, con más de la mitad de sus 2,7 millones de visitantes de origen extranjero, y con una gran presencia de turistas asiáticos y americanos. "Barcelona se tiene que creer que tiene montañas y vino, a pesar de que estén fuera de la ciudad. Tenemos a una hora y media las pistas de esquí y en cualquier ciudad del mundo las distancias son mucho más grandes. Hace falta que la gran Barcelona que se quiere promocionar sea toda Catalunya y no sólo el área metropolitana", reclama el director general de Agrícola Regional-Abadía Montserrat, Josep Altayó.

El representante de la abadía reconoce que Montserrat sí que saca provecho de la proximidad con Barcelona -el 60% de los visitantes llegan desde la capital catalana-, pero reclama una estrategia de país basada en la especialización. "Tenemos que apostar por el turismo de festivales, de congresos, el enoturismo y, por supuesto, por el turismo espiritual".

El propietario de la Bodega Clos Mogado, René Barbier, se muestra en linea con la propuesta de crear espacios de especialización. "El Priorat tiene unos paisajes increíbles y la expansión de la cultura del vino ha hecho que entremos en el mundo del enoturisme; nuestro primer mercado es el americano, por delante del nacional!", exclama el empresario, que considera que las sinergias con Barcelona hasta ahora han sido puntuales.

Barbier: "Lo primero que le pido a Barcelona es cultura del vino y que consuma Priorat; sólo poniendo esto en valor ya vendrá mucha más gente"

"Empezamos coincidiendo con los Juegos Olímpicos del 92 y en poco tiempo tuvimos un gran eco mediático y conseguimos grandes notas por nuestros vinos. Aquel primer empujón vino de la mano de Barcelona, pero desde entonces nos hemos tenido que buscar la vida por el mundo", explica Barbier, que explica como los vino del Priorato es mucho más valorado al extranjero. "Lo primero que le pido en Barcelona es cultura del vino y que consuma Priorat; sólo poniendo esto en valor ya vendrá mucha más gente".

La cocina como espejo del paisaje

En la misma línea se expresa el chef del restaurante Els Tinars (Llagostera), Marc Gascones, que considera que la mejor cocina catalana se encuentra en provincias. "En Catalunya, en dos horas pasamos del mar a la montaña y toda esta diversidad de paisajes y la calidad de los productos que tenemos hacen que la gastronomía catalana tenga el renombre que tiene actualmente".

El cocinero considera que en Barcelona "hay carencia de establecimientos de cocina tradicional catalana", y cree que al resto del país hay una oportunidad "para transmitir a los turistas nuestro recetario con calidad y autenticidad".

Todavía en Girona, el director general del Grupo Costa Brava Centre, Martí Sabrià, concede que "sin la Barcelona de Gaudí y Messi, Catalunya no sería la potencia turística que es actualmente". A pesar de la concesión, Sabrià coincide con el resto de ponentes en que el territorio "se ha tenido que espabilar sin la capital para generar oferta y atraer los turistas".

El empresario recuerda como ciudades como Londres animan a sus turistas a escaparse a París, y no entiende como desde Barcelona no se hace lo mismo con los destinos de su alrededor. "Territorios como l'Empordà generan un enamoramiento instantáneo; somos el pulmón verde que necesita el área metropolitana, tenemos huerto y festivales de verano, pero Barcelona no desplaza los viajeros que recibe".

Altayó: "Barcelona se tiene que creer que tiene montañas y vino, a pesar de que estén fuera de la ciudad. Tenemos a una hora y media las pistas de esquí y en cualquier ciudad del mundo las distancias son mucho más grandes"

Sabrià admite que la Costa Brava está en un punto de saturación turística, pero considera que la manera de crecer es a través de la desestacionalización del turismo. "Lo hemos conseguido con proyectos como la promoción del senderismo, pero la desestacionalización real no se puede hacer sin la complicidad de Barcelona".

Más complicado lo tienen zonas como la Val d'Aran, a cuatro horas en coche de la capital. A pesar de todo, el director comercial de Baqueira, Xavier Ubeira, cree que el principal problema de la zona es la carencia de turistas internos que reciben. "Somos la estación de esquí de referencia para todos los franceses y los ingleses que aterrizan en el aeropuerto de Toulouse, pero la gente de casa no sube a pesar de que nuestra gran vinculación es con Barcelona y creemos que tendría que ser nuestra principal fuerza de venta".

De hecho, Ubeira reconoce que el nombre de Barcelona es clave a la hora de promocionar sus pistas en el extranjero, y por eso tiene grandes esperanzas en el proyecto de los Juegos Olímpicos Barcelona Pirineo 2030. "Barcelona es un referente turístico, una puerta de entrada para el turismo cultural, gastronómico y deportivo; es el que realmente te pone en el mercado".

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