Catalunya tiene un problema (con la energía)

La energía renovable es todavía muy minoritaria en un territorio que apuesta más por las nucleares

La central nuclear de Ascó, una de las posibles alternativas a la energía renovable a Cataluya | ACN La central nuclear de Ascó, una de las posibles alternativas a la energía renovable a Cataluya | ACN

Catalunya tiene un problema con la energía y, mientras tanto, Arabia Saudí revoluciona el mercado del petróleo. En la lucha global contra el cambio climático y la necesaria apuesta por las energías renovables en detrimento de los combustibles fósiles, el país no ha hecho todavía los deberes y queda un largo camino por recorrer. Según datos del Institut Català d'Energia de 2017, el 46% de toda la energía consumida en Catalunya proviene del petróleo y el 22% del gas natural. "Lo que nos tiene que preocupar es que de toda la energía que necesitamos, casi el 80% es de origen fósil", expone el doctor Joan Ramon Morante, de l'Institut de Recerca en Energia de Catalunya. 

Un 25% de la energía consumida proviene de las nucleares. Y sólo un 5% son fuentes renovables. "La situación es muy pobre", reconoce Morante. Además, hay que tener en cuenta que la Comisión Europea ha establecido que en 2030, el 30% del total de la energía tendrá que ser renovable y para 2050 se habrán tenido que eliminar las emisiones de CO2.

Morante: "Catalunya es de los territorios del Estado español con la asignatura de las renovables más pendiente"

"Catalunya es de los territorios del Estado español con la asignatura de las renovables más pendiente y tendrá que hacer un esfuerzo", añade el doctor. Y en este escenario, cumplir los objetivos de la Unión Europea resulta prácticamente imposible: "No es factible, y menos en Catalunya. El ritmo de construcción de plantas eólicas y fotovoltaicas, y un volumen inversor tan fuertes hacen que nadie crea que es posible".

Un país dependiente energéticamente

Otro de los problemas que afronta Catalunya es la dependencia energética del exterior. Y es que a pesar de las nucleares, que aportan un cuarto del total de la energía consumida, se tiene que importar mucha. Según el Institut Català d'Energia, Catalunya generaba una factura directa en la importación de recursos energéticos alrededor de los 10.000 millones de euros por año para el conjunto del país.

"Esta energía la estamos pagando fuera y genera riqueza en el país al que se va", apunta Morante. En resumen, que pagamos miles de millones de euros por una energía que genera riqueza al exterior pero contamina en nuestra casa.

¿Por qué no hay renovables en Catalunya?

La pregunta es por qué Catalunya está tan atrasada en energía renovable, teniendo en cuenta que es una tierra de sol y también con viento, donde las energías eólica y fotovoltaica podrían ser mucho más importantes. En regiones como Castilla o Aragón, por ejemplo, se han creado muchas más granjas solares o eólicas.

central eolica catalunya

Una central eólica ubicada  en el municipio de la Granadella | ACN

Una de las razones, según Joan Ramon Morante, es que el turismo es la principal industria en Catalunya y compaginar este hecho con la instalación de placas fotovoltaicas o parques eólicos puede ser complicado. "Habría que preguntarnos si cuando vas a un pueblo para construir una granja la gente lo acepta o no. Muchas veces hay una reacción contraria a poner un molino de viento por el impacto en el paisaje y en el turismo".

Morante: "En Catalunya la producción propia energética está cubierta con dos nucleares..."

Otro argumento es la existencia de centrales nucleares, tal como detalla el doctor: "En Catalunya la producción propia energética está cubierta con dos nucleares, centrales térmicas, hidráulicas... Si fueras un grupo inversor, no te harías la competencia a ti mismo invirtiendo en energía renovable. Quizás prefieren invertir en otra zona".

Los trámites burocráticos tampoco han ayudado y, según Morante, en otras comunidades hay más facilidades para sacar adelante estos proyectos.

La energía nuclear, muy importante en Catalunya

"La situación en Catalunya energéticamente es muy similar a España, con algún elemento diferenciador, como que el 80% de la electricidad había llegado a ser de origen nuclear", explica Joan Ramon Morante. Y es que las nucleares, con las plantas en Vandellós y Ascó, son una de las fuentes principales de la energía consumida. De hecho, hay voces que apuntan a las nucleares como solución, puesto que no emiten CO2 y tienen una gran capacidad.

"Formalmente, la energía nuclear no te la cuentan como no renovable o fósil. Pero hay un problema sobre la mesa que se tendría que pronunciar antes de decir sí o no a la energía nuclear", reflexiona. Este es quién se hace cargo de los residuos nucleares, que sí son contaminantes. "La situación es preocupante porque la gestión de los residuos la acaba pagando todo el mundo. Las nucleares pagan una cuota, pero a diferencia de otros negocios, no el total".

Morante: "La reflexión es por qué complicarse la vida y no apostar por una fuente renovable que no tiene ningún riesgo"

Otro asunto es la seguridad, a pesar de que el responsable del IREC reconoce que "la seguridad en los nuevos reactores se ha incrementado mucho, el riesgo nuclear está. La reflexión es por qué complicarse la vida y no apostar por una fuente renovable que no tiene ningún riesgo".

Las nucleares como única alternativa

Con este panorama, es imprescindible hacer una apuesta clara por la energía renovable, un trabajo que no se ha realizado en los últimos años. De hecho, la renovable representaba el 3% del total de la energía en 1990 y, en 30 años, sólo se ha incrementado dos puntos. El porcentaje máximo se consiguió en 2013, con el 5,8% del total. Pero desde entonces ha caído, al mismo tiempo que el petróleo ha aumentado de un 42% a un 46% del total.

"La reflexión es cuántas plantas de renovables tenemos que hacer cada año", apunta Morante, que añade que para conseguir los objetivos europeos de reducción de emisiones de CO2 harían falta unas inversiones muy grandes y continuadas, hecho difícil de cumplir. Esta realidad puede llevar al país a la necesidad de mantener la energía nuclear, puesto que Catalunya no se puede quedar sin energía. "El plan B puede ser mantener las nucleares, quizás una".

Pese a ello, la energía sostenible puede ser también un motor de la economía, especialmente para zonas actualmente más despobladas i donde se podrían impulsar proyectos importantes. 

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