'Commodities' que no son comodidades

A pesar de que se asemejen, la palabra catalana 'comodidad' y la inglesa 'commodity' no quieren decir el mismo

En el ámbito de la economía a veces se ven usos del sustantivo comodidad y otras formas derivadas que responden a una mala traducción de las palabras inglesas. Es el que dicen un falso amigo, y conviene tener en cuenta los diversos sentidos de estos términos en contextos especializados.

El TERMCAT recomienda las formes producto indiferenciat, para denominar el concepto específico que se suele difundir con el anglicismo commodity, y mercantilització , para commodification. Paralelamente, las formas indiferenciació e indiferenciar son las propuestas para commoditization y tono commoditize, y el verbo mercantilitzar para tono commodify.

En el ámbito del marketing y la comercialización, el sustantivo producto indiferenciat (commodity) hace referencia al producto que no presenta diferencias de calidad o de prestaciones respecto de otros productos competidores, de forma que el precio es la única variable realmente diferenciadora, e indiferenciació (commoditization) designa el proceso por el cual un producto que tiene un grado alto de especialización dentro del mercado acontece un bien de consumo más, sin diferenciación de los productos competidores, de forma que el comprador a la hora de decidir sólo tiene en cuenta el precio del producto.

Por ejemplo, es el que han vivido las compañías de transporte aéreo tradicionales, porque actualmente el usuario elige la compañía en función del precio del billete, no de la marca ni de las prestaciones, porque estas son prácticamente idénticas. También es el caso de algunos productos de consumo básico como por ejemplo el azúcar, la harina, la leche, el papel higiénico, etc.

En cambio, mercantilització (commodification) suele describir el proceso por el cual determinados elementos que, en principio, no son susceptibles de recibir un trato comercial o económico, acaban aconteciendo bienes de consumo. Este proceso tiene generalmente una consideración negativa, y pueden ser ejemplos la conversión de la sanidad o de la educación en simples objetos de compra y venta según la oferta y la demanda; o ciertos tratamientos económicos de servicios básicos como por ejemplo el agua, el transporte, la energía, etc.

En catalán, y también en el resto de lenguas románicas, la palabra comodidad y su familia tienen sentidos muy distintos del inglés, y no se pueden utilizar como base de las denominaciones alternativas.
Hoy Destacamos
Lo más leido