• Economía
  • Conseguir el embarazo a pesar de los miomas

Conseguir el embarazo a pesar de los miomas

La técnica HIFU ya ha posibilitado a más de una cuarentena de mujeres a lograr una gestación en Àptima Centre Clínic

La posición de los miomas dentro del útero es lo más determinante para distinguir su afectación en la mujer | iStock
La posición de los miomas dentro del útero es lo más determinante para distinguir su afectación en la mujer | iStock
ginecólogo de Àptima Centro Clínico especialista en el tratamiento de miomes
Barcelona
10 de Agosto de 2023
Contenido de marca

“Tienes un mioma en el útero”: la frase es más frecuente de lo que parece. De hecho, le escuchan la mitad de mujeres en edad fértil. Un mioma es un tumor formado por células musculares y otros tejidos que crecen dentro y alrededor de las paredes del útero. Se trata de un tumor benigno -no canceroso- pero dependiendo de la cantidad de miomas, su tamaño y su localización en el útero pueden alterar mucho la calidad de vida de las mujeres.

 

Hasta hace pocos años los casos graves solo podían resolverse con intervenciones que requerían la extracción de la matriz y que privaban a las mujeres de la posibilidad de ser madres. Desde el pasado 2008 se cuenta con una nueva técnica que permite –en muchos casos– resolver estas situaciones con un tratamiento rápido, eficaz y con pocos efectos secundarios: se llama HIFU (High Intensity Focused Ultrasound) y pese a ser una técnica reciente ya ha ayudado a muchas mujeres a superar esa problemática.

Sangrados, dolor pélvico, ganas de orinar a menudo o estreñimiento: alarmas que pueden indicar la presencia de miomas

El síntoma del sangrado es de los más frecuentes pero los miomas pueden provocar otros como el dolor pélvico o molestias en las relaciones sexuales. También pueden darse otros síntomas derivados de la compresión que ejercen dichos tumores en los tejidos de los alrededores. Uno de ellos puede ser la necesidad de orinar con mucha frecuencia por la presión que hacen sobre la vejiga, que queda muy cerca del útero. Es la llamada polaciuria.

 

En algunos casos, los miomas muy grandes también pueden impedir la micción espontánea y provocar una retención aguda de orina. A veces, esta compresión también puede causar estreñimiento e impedir el hecho de ir a defecar a pesar de tener ganas; ambos síntomas bastante desagradables y que inciden mucho en la calidad de vida de los pacientes. No olvidemos que los miomas también pueden provocar infertilidad y abortos de repetición en algunas pacientes.

Además, no se pueden obviar los riesgos y complicaciones obstétricas que a veces se dan entre las gestantes con miomas: parto prematuro, retraso de crecimiento intrauterino, desprendimiento de placenta y otras complicaciones propias del embarazo son algunos ejemplos.

Medida, cantidad y localización

La posición de los miomas dentro del útero es lo más determinante para distinguir su afectación que pueden tener en la mujer. En este sentido, quienes se encuentran en la capa interna del útero provocan una deformidad en la cavidad uterina y presentan más frecuentemente un sangrado más abundante durante la regla. De esta situación se puede derivar anemia y debilidad. Esta tipología de miomas también suelen presentar mayores tasas de infertilidad y abortos. Y, por tanto, es necesario actuar pronto aplicando algún tipo de tratamiento para eliminarlos, preferiblemente de tipo no invasivo como el HIFU que evita las cicatrices uterinas.

Cuando el mioma está ubicado por debajo de la capa más externa del útero, son más habituales los síntomas compresivos. En pacientes asintomáticas se suele optar por mantener una conducta expectante antes de realizar cualquier intervención. Si la paciente es joven y manifiesta su deseo de tener hijos es necesario estar más alerta; no suele operarse pero se suele intervenir -por ejemplo- a través de tratamientos no invasivos como el HIFU.

Con la menopausia los miomas desaparecen puesto que los ovarios dejan de funcionar. Se trata de una etapa vital en la que ya no producen estrógenos ni progesterona, el principal factor que origina el crecimiento de los miomas. Durante este período, en muchos casos los miomas se reducen ya veces incluso desaparecen.

HIFU: tecnología no invasiva, con sedación consciente y elevada seguridad

La técnica HIFU consiste en aplicar ultrasonidos de alta intensidad que atraviesan la pared abdominal y se focalizan en un punto concreto en profundidad. Se produce un incremento de la temperatura (por encima de los 50 grados), se mantiene un segundo –o más– y se consigue la destrucción de los tejidos seleccionados. A las pacientes les explicamos que el símil sería intentar quemar una hoja seca con una lupa concentrando los rayos solares: si en el momento que se quema pasamos nuestra mano entre este aparato y la hoja no sufriremos ninguna lesión en la mano. Pues con HIFU ocurre lo mismo: se produce una pequeña lesión en el punto focal seleccionado -donde convergen los haces de ultrasonidos- pero no aparecen afectados los tejidos previos atravesados por éstos, que sólo se calientan pero no se lesionan.

Como la mayoría de los procedimientos, el HIFU tiene algunas limitaciones. En este sentido, al tratarse de una técnica que se monitoriza mediante ecografía abdominal, el aparato que emite los ultrasonidos de alta intensidad tiene incorporada una sonda ecográfica que permite guiar el tratamiento y en consecuencia todos los factores que dificulten la visualización ecográfica del mioma invalidarán este procedimiento. Un buen ejemplo de esta limitación puede ser la obesidad, ya que una capa de grasa importante puede dificultar el trabajo ecográfico.

Otras limitaciones tienen que ver con la histología del mioma como es el caso de los miomas altamente vascularizados y aquellos con alto componente de células musculares; en ambos casos puede resultar más difícil alcanzar la destrucción del mioma. Ambas características pueden ser evaluadas previamente con la realización de una resonancia magnética con contraste.

La técnica HIFU se implementa mediante sedación consciente, siempre con la voluntad de mantener una comunicación constante con la paciente. Por consiguiente, se trata de un procedimiento muy seguro. Permite ver -en tiempo real- los cambios que se producen en el mioma: cuando ecográficamente se ven cambios hiperecogénicos (blancos) en todo el mioma es sinónimo de un tratamiento exitoso. A menudo se aplica contraste ecográfico para ver con mayor precisión la zona de ablación. Una vez finalizado el tratamiento y fuera de la sala HIFU se practica también una resonancia magnética complementaria.

El riesgo de la técnica en cuestión es bajo, especialmente si se compara con la miomectomía (el procedimiento invasivo empleado para extraer miomas). La aplicación de HIFU no requiere de punciones en la piel, no es quirúrgico y por tanto ahorra a la paciente las consecuencias más habituales como pueden ser las infecciones o las hemorragias. Una complicación que sucede esporádicamente (entre el 0,3 y 3% de las pacientes) es la lesión de la piel por quemadura. Se trata de pequeñas lesiones de primer –máximo segundo grado- que curan sin secuelas en pocos días. Además, gracias a que la paciente está despierta y nos avisa, la zona puede refrigerarse y cambiar algunos parámetros de la técnica para evitar la lesión dérmica.

Un 90% de éxito entre las pacientes tratadas

Cualquier técnica ablativa cuyo objetivo es destruir un tumor en la profundidad del abdomen sin sacarlo nunca puede ser 100% eficaz. Existe mucha diversidad de pacientes con miomas y miomas de características muy diferentes que pueden favorecer o limitar los resultados de la ablación de los miomas. En cualquier caso, la eficacia del procedimiento se acerca al 90% en el supuesto de las mujeres que cumplen los criterios de los miomas tratables con HIFU: mimas únicos o un máximo de tres, de hasta 10 cm (no mayores), con histología favorable y un grado de vascularización medio o bajo.

La técnica en cuestión se aplica a cerca de 300 centros repartidos en todo el mundo. A nivel europeo únicamente hay una decena de hospitales que cuentan con esta tecnología y, concretamente en España, sólo se puede encontrar en Àptima Centre Clínic MútuaTerrassa.