El estudio Construcción Sostenible en clave de FP, impulsado por Barcelona Activa y elaborado por el Observatorio de la Fundación BCN Formación Profesional, analiza las dinámicas del sector de la construcción en el territorio del área Metropolitana de Barcelona para encontrar una ensambladura entre el gap de talento al tejido productivo, la transición sostenible y digital y el rol de la formación profesional (FP) como vector calificador. Se analiza la construcción como una cadena de valor que relaciona las actividades de la edificación y la obra civil, con actividades como por ejemplo la instalación, el mantenimiento, la madera, el agua, los residuos o las energías, atendida la estrecha relación con el desarrollo sostenible.
Los nuevos paradigmas en relación a la tecnología, la digitalización, los materiales y los procesos constructivos son, en conjunto, la motivación principal de la elaboración de este estudio, no sólo por su importancia en la lucha contra el cambio climático, sino por las oportunidades que ofrece para la calificación y potenciación del talento humano. Se detectan, en este sentido, varias oportunidades laborales que impulsan la transición sostenible y digital, a través de nuevos proyectos de vivienda, obra pública, mantenimiento de la edificación y mejora de la eficiencia energética.
El estudio destaca la necesidad de impulsar determinados cambios en el sector para potenciar la atracción de talento, y así lograr una transición sostenible que no sólo hará más competitiva la construcción, sino que es totalmente necesaria para poder adaptarse a los retos climáticos del planeta.
Refuerzo de la mano de obra cualificada
Surgen perfiles nuevos emergentes con especialidades de energías renovables, economía circular o modelado e impresiones 3D. Además de aquellos oficios clásicos, entre los cuales, delineantes, paletas, cabes de obra, que requieren reciclaje en el mundo laboral del presente y futuro. Se constata, así, que el sector todavía tiene un amplio margen de desarrollo en materia de sostenibilidad y digitalización, y la necesidad de reforzar una mano de obra cualificada allá donde hay difícil cobertura de perfiles, tal como apuntan el tejido productivo y los expertos. Por lo tanto, resulta prioritario nutrir el sector de profesionales que impulsen esta transición en la cadena de valor de la construcción.