Consumidores en la era de la Internet de las cosas

Una sociedad y objetos cada vez más interconectados ofrecen oportunidades y preocupaciones a partes iguales

La vida antes de Internet quizás era más aburrida, pero también más sencilla. Uno de los ámbitos donde la hiperconnectivitat ha añadido complejidad es en los derechos de los consumidores, que este miércoles celebran su Día Mundial. "Si tomamos precauciones es algo positivo por el consumidor", asegura a VÍA Emprendida Gerard Hernández, portavoz de Facua-Consumidores en Acción. "Sin tenernos que mover podemos mirar productos de todo el mundo, comparar precios y calidad. Es una competencia que favorece el consumidor", añade. Aún así, los retos están. La organización Consumers International promueve durante este día la campaña #BetterDigitalWorld, con la idea de incidir en la construcción de un mundo digital en que los consumidores puedan confiar plenamente.

Esta entidad, que agrupa más de 200 organizaciones en 100 países, reconoce que la conectividad reduce a menudo los costes de infraestructura, facilitando la implantación de servicios como el fenómeno de la banca móvil en la África. A la vez, pero, recuerda que es esencial que estas nuevas oportunidades se diseñen pensando en los beneficios de los consumidores. "Es necesario realizar un esfuerzo concertado para dar a la población que está fuera de línía acceso a la calidad, a conexiones asequibles, acabar con prácticas online desleales, garantizar que los datos se mantenguin seguras y ayudar los consumidores a saber en qué servicios pueden confiar", indican fuentes de la entidad a VÍA Emprendida.

En su estudio Connection and protection in the digital age, ponen de manifiesto como es de importando este punto especialmente para los 2.000 millones de personas (del total de 3.200 millones al mundo) conectadas desde países en desarrollo.

Las ventajas
Tener consumidores conectados es una tendencia imparable. Las estimaciones indican que 5.600 millones de personas tendrán un smartphone el 2019. Un acceso en la tecnología que permite a las empresas ofrecer servicios más personalizados y eficientes, acabando con el one size fits ajo.

La recolección de datos también genera que la capacidad de respuesta de las empresas al feedback que dan los consumidores de sus productos pueda ser prácticamente a tiempo real. A la vez, también rebaja las barreras de entrada en muchos sectores permitiendo más competencia al mercado.

Todo ello, ventajas evidentes para los consumidores siempre que se mantenga la premisa de situarlos en el centro de la estrategia. Si no, apuntan desde Consumers International, "podemos acabar viviendo un boom de servicios sin valor real pensados para el primer mundo, como neveras smart capaces de hacer vídeos de los productos que guardan y colgarlos a las redes sociales".

Las preocupaciones
Según el estudio de Consumers International, el 72% de las personas no saben qué información recopilan de ellas las empresas a Internet. Esta es una de las principales preocupaciones de estas organizaciones, que insisten a reclamar prudencia a la hora de consumir en Internet. "De entrada tenemos que identificar quién es el vendedor con datos concretos: nombre de la empresa, datos de contacto o ubicación", recomienda Gerard Hernández desde Facua.

Después, indica que hay que ver si la página web es https. "Son páginas seguras donde nuestros datos van encriptadas y es difícil que un hacker nos las pueda robar", apunta. Finalmente, verificar el método de pago priorizando que sea con tarjeta o una plataforma como PayPal, "que son sistemas con garantías". Hernández hace notar que las tarjetas "acostumbran a traer asociada un seguro de uso fraudulento y si sufrimos una estafa podemos reclamar".

A pesar de todo, el estudio de Consumers International apunta que los términos y condiciones en Internet, normalmente estándares, "no dejan espacio a la negociación y dan a los proveedores la potestad para fijar como se tienen que consumir los productos y servicios". Una realidad que los genera "serias dudas que la protección de los derechos de los consumidores se esté aplicando correctamente en un entorno cada vez más 'smart' e interconectado".

Sea como fuere, desde Facua recuerdan que la normativa de consumo prevé que los comercios online "estén sometidos a las mismas obligaciones que los vendedores físicos con el añadido que el consumidor tiene derecho a dejación durante 14 días naturales desde que recibe el producto sin tener que dar ninguna explicación". Una garantía que también recogen las directivas europeas. Ahora bien, avisa Hernández, "si la empresa que te vende no está ubicada en territorio europeo no está sometida a estas normas".
Hoy Destacamos
Lo más leido