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La crisis energética dispara el interés por el autoconsumo

Las empresas del sector no llegan a hacer frente a toda la demanda pese a multiplicar por cuatro las plantillas

Placas solares para la autoconsum en una casa | iStock
Placas solares para la autoconsum en una casa | iStock
Redacción VIA Empresa | ACN
Barcelona
08 de Agosto de 2022
Act. 08 de Agosto de 2022

La incesante escalada del precio de la luz ha disparado el interés de muchos consumidores por "desconectarse" del sistema eléctrico tradicional. Una de las fórmulas más habituales para ello son los modelos de autoconsumo basados ​​en la instalación de placas solares y baterías que permiten recortar más de un 90% la factura eléctrica y acabar pagando, en una vivienda familiar tipo de 100 metros cuadrados, facturas de unos doce euros mensuales. Actualmente, en Cataluña existen unas 27.000 instalaciones de autoconsumo, pero las empresas dedicadas a montarlas constatan que el verano ha llegado acompañado de un aumento desmedido encargos. Las subvenciones y el miedo a un invierno marcado por los problemas energéticos ha animado a este sector en auge desde la pandemia.

 

"Las instalaciones de autoconsumo fotovoltaico son rentables por sí mismas. Ya lo eran hace años y ahora con los precios actuales de la luz y el coste que cada vez es más reducido, salen aún más a cuenta", explica la directora del Instituto Catalán de Energía, Marta Morera. Según los cálculos del Govern, las instalaciones de autoconsumo solar disponibles tienen una capacidad de producción de más de 200 megavatios.

Las asociaciones de instaladores de Catalunya constatan este auge sin precedentes en la demanda de placas, baterías y mecanismos de autosuficiencia eléctrica desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania y el encarecimiento de la luz. Tal y como relata Raül Rodríguez, director de la Federación de Gremios de Instaladores de Cataluña, ha habido un crecimiento "exponencial" pese a la falta de mano de obra calificada y las trabas que el mundo local impone este tipo de proyectos con trabas administrativas, fiscales y burocráticas.

 

"Hay muchas empresas instaladoras que en estos momentos no tienen operarios suficientes para realizar este tipo de proyectos. Algunos tienen listas de espera de cuatro o cinco meses para poder ejecutarse", afirma. Según sus cifras, se ha vivido un incremento trimestral de más del 20% en proyectos terminados gracias a la aceleración que suponen las subvenciones públicas. Sin contratiempo, esta cifra sería aún mayor, porque la demanda es hoy casi insaciable.