Cuando tus clientes son países

Una empresa catalana arreglará la "carretera de la muerte" en Bolivia, un ejemplo de como la contratación pública internacional (CPI) no para de crecer

Hace pocos días hemos sabido que las exportaciones catalanas han batido un nuevo récord en 2016, donde las empresas autóctonas han facturado 65.142 millones de euros al extranjero, un 2% más que el año anterior. Este crecimiento, por encima de la media española y europea, constata un golpe más la vocación internacional de la economía del país, que hace tiempo que ha interiorizado que su mercado es el mundo. Cuando pensamos en este mundo que compra productos y servicios hechos en Cataluña, a menudo pensamos en los particulares, pero nos olvidamos de unos clientes cada vez más importantes: los Estados. En los últimos años, la contratación pública internacional no ha parado de crecer -ya representa el 20% del PIB mundial-, y cada vez son más quienes ven en las licitaciones al extranjero una oportunidad de negocio.

Es el caso de Meteosim , una espín-off que nació el 2003 a partir de la alianza entre investigadores del Departamento de Astronomía y Meteorología de la Facultad de Física de la Universitat de Barcelona (UB) y la empresa norteamericana Meso Inc., de Nueva York, y que se dedica a la elaboración de modelos numéricos de previsión del tiempo. Actualmente factura alrededor de un millón de euros anuales, el 60% de los cuales provienen de fuera del territorio español.

Todo a su tiempo
Su CEO, Oriol de Tera, explica a VÍA Emprendida que estos modelos tienen múltiples aplicaciones, a menudo útiles para el sector público. Por ejemplo, hacen estudios de consultoría relativos a la contaminación atmosférica que sirven para prever episodios de alta contaminación en los cuales se tienen que adoptar medidas concretas, como reducir la velocidad o limitar la circulación. También desarrollan soluciones para apoyar técnico en la toma de decisiones efectivas ante riesgos meteorológicos, como incendios, y riesgos industriales, como emergencias químicas.

Dentro de su catálogo de servicios, los que más los han servido para conseguir licitaciones extranjeras son los relacionados con el cambio climático. Meteosim ofrece estudios y servicios climáticos útiles para la toma de decisiones estratégicas en el contexto de planes de adaptación y resiliencia climática para ciudades, grandes infraestructuras, zonas costeras, sectores de actividad económica y ecosistemas. Una muestra es la tarea que están desarrollando en Costa Rica, donde el 80% de la energía es de origen hidroeléctrico y la empresa catalana realiza estudios para mostrar los diferentes escenarios del que puede pasar con la precipitación en los próximos años. Este es sólo uno de los proyectos en los cuales ha participado esta empresa en la América Latina, donde desde el 2016 tiene una oficina situada en Bogotá (Colombia).

Aun así, desde hace unos años tienen un acuerdo con Acción a través de la Oficina Exterior de Comercio e Inversiones de Cataluña en Washington, especializada en la contratación pública internacional. "Nos permite hacer el seguimiento de las oportunidades que surgen y nos pasan los contactos", explica de Tera, que subraya que la decena de trabajadores de Meteosim suelen hacer el trabajo desde Barcelona. Se desplazan en el extranjero sólo cuando es necesario, a veces para participar en misiones organizadas por Acción, la agencia por la competitividad de la empresa de la Generalitat, que los permiten descubrir nuevas oportunidades de negocio a las cuales no podrían acedir sólo desde Cataluña.

Precisamente, Acción ofrece instrumentos de apoyo a las empresas catalanas en el ámbito de la contratación pública internacional para facilitar su acceso a oportunidades de negocio de las instituciones de financiación multilateral y otras administraciones públicas extranjeras.

Rehacer la 'carretera de la muerte'
Otra empresa catalana que ha apostado por la busca de contratos públicos al extranjero es BAC Engineering Consulting Group, una consultora multinacional que nació a partir de la fusión de Bomainpasa y Cisca, y que actualmente tiene presencia a una decena de países.

Actúa en sectores relacionados con la ingeniería civil, ingeniería estructural y control de calidad y geotècnia. Tiene oficinas en Argelia, Armenia, Brasil, Chile, Costa Rica, Perú, Qatar, Barcelona y Madrid, y los contratos con el sector público representan el 40% de su facturación internacional, según explican fuentes de la empresa.

Recientemente, ha ganado la licitación del gobierno de Bolivia para diseñar las obras de mejora al pavimento de 73 kilómetros de la conocida como "carretera de la muerte", una de las más peligrosas del mundo, que discurre a 4.000 metros de altura. Construida a la década del 1930, este tramo se caracteriza por la inestabilidad de sus talussos, calzadas inestables y drenaje insuficiente, hechos que se suman a las condiciones geotècniques desfavorables y a la topografía accidentada de la zona, con grandes desniveles y caídas en buena parte del trazado.

La ingeniería, que factura unos 15 millones de euros anuales y tiene 300 trabajadores, conoció este proyecto a raíz de una misión empresarial organizada por Acción a Bolivia en 2015. "Acción ha jugado un papel importante en la internacionalización tanto de BAC como otras empresas catalanas. Su presencia en diferentes países, la relación con las administraciones públicas y el conocimiento interno de las mismas nos han ayudado por un lado a acceder a las licitaciones multilaterales tanto en Europa como Sudamérica, y por la otra a desarrollar nuestra actividad a países como Perú, Bolivia y Colombia", destacan desde la empresa.
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