La economía catalana crecerá un 2,4% este año y un 1,8% el próximo, según la previsión elaborada por el Departamento de Economía y Hacienda. Estas nuevas estimaciones suponen mejorar en siete décimas el pronóstico para 2023. En cambio, se rebajan cuatro décimas los pronósticos para 2024 por el empeoramiento de las perspectivas globales. Los cálculos de la consejería que encabeza NatàliaMas recogen una moderación del crecimiento, en un contexto de elevada incertidumbre por la debilidad de la zonaeuro, la guerra en Ucrania, la persistencia en la inflación y los efectos del endurecimiento de las condiciones financieras por el alza de tipo.
La mejora en la previsión del PIB se debe de a una primera mitad del año mejor de lo que se esperaba, en especial por la demanda externa y la mejora en las expectativas sobre la economía española. El crecimiento del 2,4% queda lejos del 5,5% registrado en 2022, año marcado por la recuperación del choque del covid. En 2023 se cerrará con una aportación positiva tanto de la demanda interna (1,3 puntos) como la externa (1,1 puntos) pero con un consumo de los hogares debilitado pero al alza gracias al impulso del mercado laboral.
Las exportaciones totales de bienes y servicios moderan su crecimiento hasta el 8%
Las exportaciones totales de bienes y servicios moderan su crecimiento hasta el 8%, condicionadas por el margen cada vez más limitado en la recuperación del turismo extranjero y por un entorno más debilitado. Sin embargo, las exportaciones de bienes se han mostrado dinámicas en lo que va de año y se espera una aportación destacada en el PIB del turismo extranjero.
Se rebajan los pronósticos para 2024
Para 2024, se espera un comportamiento 4 décimas por debajo por el empeoramiento de las perspectivas globales, sobre todo de los socios comerciales de la zona euro. En este caso, el ritmo de crecimiento permitirá elevar por primera vez esta macromagnitud por encima de los 300.000 millones de euros. Gana protagonismo la demanda interna, por la mejora de la confianza, la recuperación progresiva de las rentas reales y el despliegue del NGEU. La contribución de la demanda externa se reduce por el agotamiento del margen de recuperación del turismo extranjero durante el año 2023.