Hace justo un año que la comarca del Lluçanès comenzó a caminar sola, después de que el Parlament de Catalunya diera luz verde en mayo de 2023 a la creación de la 43ª entidad comarcal de Catalunya, sumándose a la otra de más reciente conformación, la del Moianès en 2015. A poco más de una hora por carretera desde Barcelona y cerca de Osona, el Berguedà y el Bages, el Lluçanès tiene como principales atractivos el entorno preservado y un carácter eminentemente rural en una comarca de tan solo 6.197 habitantes. Un territorio salpicado de pequeños pueblos rurales, bien conectados entre sí, que conservan un patrimonio rico y diverso lleno de elementos emblemáticos. Y, sobre todo, una economía formada por 212 empresas, mayoritariamente de servicios (125), pero también con presencia de la industria (40), la construcción (27) y la agricultura (20). Una comarca de trabajadores "seniors" y "experimentados", con menos presencia de jóvenes y con un gran número de autónomos. Y la "cereza" del pastel: el imperio de las cocas de Perafita.
La comarca del Lluçanès tiene 6.197 habitantes, 212 empresas y el forn Franquesa con cocas de Perafita como entidad más mediática
Si vamos por partes, según detalla elInforme trimestral del teixit empresarial i mercat del treball (2024) de la Cambra de Comerç de Barcelona, que el Lluçanès se haya independizado de Osona comporta que los osonenses hayan pasado de 5.344 empresas en marzo de 2023 a 5.177 empresas en marzo de 2024 (-3,1%). Esta reducción de 167 entidades es resultado de una disminución de 216 empresas ubicadas en los ocho municipios que ahora pertenecen al Lluçanès y un aumento de 49 empresas en los municipios osonenses. En cuanto a los afiliados a la seguridad social de las compañías con sede en la comarca del Lluçanès, los conforman 2.590 personas, con ligera presencia masculina (1.425 trabajadores) que femenina (1.160 trabajadoras). Como curiosidad, disponen de pocos trabajadores extranjeros en la zona (195), en comparación con las comarcas vecinas, como es el caso de Osona o el Bages. El resto son mayoritariamente catalanes y de otras partes del estado español. Gran parte de los trabajadores pertenecen a los rangos de edad de 30 a 44 años y de 45 a 65 años. Sorprende la escasa cifra de trabajadores menores de 30 años en comparación con el resto, lo que puede tener que ver con la movilidad por estudios o los trabajos temporales de verano, que podrían incrementar la cifra, aún más.
Isaac Peraire, nacido en Prats de Lluçanès y alcalde de la ciudad desde 2015 hasta 2019, explica en VIA Empresa que el tejido económico del Lluçanès está formado mayoritariamente por pequeñas y medianas empresas, con mucho tejido comercial sobre todo en la capital y con numerosas iniciativas turísticas con casas de turismo rural. "También hay empresas pequeñas de construcción que están creciendo mucho y el sector servicios está en auge, sobre todo en la capital", continúa.
Un repaso histórico, entre "referéndums" y "reivindicaciones"
En 2010, hasta 12 municipios de la zona fronteriza entre el Bages, Osona y el Berguedà presentaron a la Generalitat una solicitud para la creación oficial de la comarca del Lluçanès. En 2015 se llevó a cabo coloquialmente un "pequeño referéndum", es decir, un proceso participativo entre los vecinos para que opinaran si querían que su municipio se integrara en la nueva comarca. El resultado de esta consulta ciudadana fue favorable a la creación de la comarca en ocho municipios y contrario en cinco, lo que ya definía que el consenso no era completo y que el proceso no sería tan simple.
Para agilizar el trámite antes de las elecciones municipales del 28 de mayo de 2023, el Govern de la Generalitat aprobó el proyecto de ley que incorpora los ocho municipios que votaron a favor de la creación de la comarca en la votación de 2015: Prats de Lluçanès (que es la capital), Alpens, Lluçà, Olost, Oristà, Perafita, Sant Martí d'Albars y Sobremunt. Además, hay un noveno municipio que, por ahora, es del Lluçanès, pero según las últimas informaciones, retornaría al Bages durante julio de 2024. Y es que Sant Feliu Sasserra está incorporado al proyecto de ley del Govern a pesar de que ganó el "no" en la consulta de 2015.
Por otro lado, según el proyecto de ley, el Consejo Comarcal del Lluçanès se deberá constituir después de las elecciones municipales de 2027. Hasta entonces, habrá un organismo transitorio en forma de Mancomunidad que se encargará de la gestión de los intereses de la comarca. En este período de transición, los servicios a la ciudadanía estarán garantizados a través del Consejo Comarcal de origen hasta que se haga efectivo el traspaso a la nueva comarca.
Peraire (alcalde de Prats de Lluçanès de 2015 a 2019): "Como territorio, creíamos que necesitábamos ser administrados adecuadamente, ya que somos diferentes al pla de Bages y a la plana de Vic
Los motivos para querer independizarse y crear el Lluçanès se remontan al decreto de nueva planta, en 1714, cuando ya existía el Lluçanès. "Se trata de una realidad territorial, histórica y social de hace muchos siglos", explica Peraire. Además, "como territorio, creíamos que necesitábamos ser administrados correctamente, ya que somos muy diferentes al pla de Bages y a la plana de Vic". También lo ejemplifica con los planes de industrialización, la formación profesional e incluso la promoción turística. "Mientras Catalunya esté organizada por comarcas, esta es la mejor fórmula para el Lluçanès", concluye.
¿Quién es quién entre las grandes empresas del Lluçanès?
Grans del Lluçanès, Rotor Print, Construcciones R. J. Molas, Fustes Solà o Forn Franquesa forman parte del top 5 empresarial según los ingresos de explotación. La primera del ranking, Grans del Lluçanès, factura 52,99 millones de euros y cuenta con 62 trabajadores dedicados al comercio al por mayor de cereales, tabaco en rama, semillas y alimentos para animales. La compañía tiene 32 años de historia y se define como un "referente en el sector del comercio y servicio de productos agrícolas de Catalunya". También son de carácter familiar y local, y Josep Soler Gran es actualmente el gerente de la empresa.
El 'boom' de Rotor Print
Quien ocupa la segunda posición es Rotor Print, que factura 29,2 millones de euros y cuenta con 109 trabajadores. Son expertos en impresión y fabricación de packaging. Creada hace una década, ha disparado sus ingresos en un 55% e invertirá cuatro millones de euros en dos años para contratar hasta 25 personas nuevas.
Recientemente han ampliado sus instalaciones en Olost. Estas inversiones los hacen especialmente atractivos para fabricantes de alimentos y medicamentos, y han ganado cuota de mercado. De hecho, la facturación de la empresa se reparte equitativamente entre empresas de estos dos sectores, entre las que destacan marcas como Gallo, Casa Tarradellas, Chupa Chups, Nestlé, Almirall, Ferrer y Cinfa. Rotor Print y otras empresas han creado empleo en el Lluçanès, una comarca que sufrió mucho la crisis del textil. De hecho, Jaume Costa, director general, y Albert Costa, padre e hijo y socios en Rotor Print, son parte de la familia propietaria de Turbofil, una empresa textil que cerró en 2005. Y un objetivo ambicioso, según confiesan: "Aspiramos a ser el primer productor de packaging flexible de España". Actualmente, el 80% de la facturación se concentra en el Estado y el resto, en Francia, Italia y América Latina.
Una constructora con vínculos en Vic
Construccions R. J. Molas factura 16,3 millones de euros y cuenta con 32 trabajadores. Ubicados en Olost, se dedican principalmente a la construcción de obras de nueva promoción, especialmente en la zona de Vic. Proceden de una larga tradición familiar, lo que les ha permitido especializarse en la rehabilitación de edificios y masías antiguas, un sector que requiere grandes conocimientos. Actualmente, la empresa es dirigida por la segunda generación de la familia: Ramon Molas y Josep Molas.
Por último, Fustes Solà, ubicada en Prats de Lluçanès, factura 5 millones de euros y cuenta con 16 trabajadores. Tal como indica su nombre, se dedican a la serradora, los palets, el embalaje y la biomasa.
Bonustrack: el éxito de Cocas de Perafita
Es probable que muchos de los lectores hayan visto cocas de Perafita en varios hornos o ferias medievales a lo largo del país. Todo comenzó en un pequeño obrador en Perafita. Desde 1952, en Forn Franquesa se han especializado en cocas dulces y saladas. Han mantenido este oficio a lo largo de tres generaciones. Con el paso de los años, han ganado presencia en el Lluçanès, en Osona, y también llegaron los primeros autobuses a la tienda de Perafita para hacer degustaciones. Con la llegada de los "felices 2000", ya estaban presentes en las principales ferias y mercados de todo el país. Incluso se expandieron y, además de abrir una nueva agrotienda, también estrenaron apartamentos rurales en Ca l'Estamenya.
Numerosos autobuses se reúnen en la tienda de cocas de Perafita para hacer degustaciones
En 2013 dieron un paso adelante y registraron la marca cocas de Perafita y apostaron por una estrategia comercial y digital para dar a conocer aún más el producto. En 2022 celebraron los 70 años. E incluso desde El Comidista lo tienen claro: "Si hay un paraíso de la coca, es en Perafita".