El Índice de Precios de Consumo (IPC) en el Estado continúa creciente y se dispara a cifras récord, llegando a ser la tasa más alta en 33 años, concretamente desde julio de 1989. Este febrero, la tasa interanual se ha situado en el 7,4%, más de un punto por encima que en enero (6%), según los datos avanzados este lunes por el Instituto Nacional de Estadística (INE). De nuevo, según el INE la subida se debe al incremento generalizado de los precios, sobre todo en la alimentación y las bebidas, el carburante y la electricidad. La tasa de inflación subyacente –no tiene en cuenta los productos energéticos y los alimentos no elaborados- también continúa creciente y se sitúa en el 3 %, seis décimas más que el enero.
La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha apuntado que esta situación es "normal" sobretodo por la subida de los precios de la energía, pero también por la variación interanual, puesto que se compara con febrero de 2021, cuando había "una inflación del 0% y unos precios planos". En una entrevista a SER Catalunya ha dicho que hay que "tomar perspectiva" y ha explicado que la previsión ya era que el IPC fuera elevado. También ha remarcado que el repunte empezó a mediados del año pasado y que ahora intentarán que no sea "un factor estructural".
"Esto no saca que la evolución de los precios sea el principal impacto que puede tener la guerra de Rusia desde el punto de vista económico", ha añadido la vicepresidenta, que ha confiado que los países europeos "respondan juntos" para "minimizar el impacto" sobre la recuperación.