En una semana donde el huevo de Pascua coge destacado protagonismo, el sector avícola, con el apoyo de veterinarios, nutricionistas y expertos en tecnología, encuentra su momento para destapar falsos mitos sobre un producto básico en la cesta de la compra. Y es que puede parecer poca cosa, pero España produce cada año más de 6.500 millones de huevos y factura alrededor de 800 millones de euros.
A pesar de que en el Estado español se consumen alrededor de 138 huevos por habitante el año, sólo un 1,2% de los catalanes y un 2% de los españoles saben el significado del código imprimido a la clofolla de los huevos, que revela la vida del huevo, su origen y, en definitiva, su garantía de calidad y seguridad alimentaria.
La campaña por la etiqueta
La directora de la Organización Interprofesional del Huevo y sus Productos (INPROVO), Mar Fernández, ha presentado esta semana en Barcelona la campaña "El huevo, de etiqueta", en que han invertido un millón de euros, la mitad pagados por la Unión Europea, para dar a conocer el código con el cual van marcados los huevos. "La etiqueta del envase de huevos y el código imprimido a la clofolla ofrecen información de gran valor por el consumidor. Los españoles acostumbran a leer la etiqueta de los alimentos, pero en el caso del huevo no es así", según Fernández.
La mayoría cree que el código imprimido en los huevos indica la fecha de caducidad, cuando en realidad informa sobre el sistema de producción, país, provincia, municipio y granja de origen. El primer dígito del código es un número que va del 0 al 3. El cero indica que la producción es ecológica, es decir, la gallina ha pacido libremente y sólo se ha alimentado con productos naturales, y si trae imprimido un 1 es que el huevo es de origen del campo o de labrador -la gallina vive suelta pero complementa su alimentación.
Si el código empieza por un 2, es un huevo de gallina criada en granja pero a tierra; y si empieza por 3, es de gallina de jaula. Después del número inicial, dos letras indican el país de origen -SE si es de España, segundo productor de huevos de Europa-, y a continuación, como un código postal, los números informan de la provincia, municipio y granja de origen. Según Fernández, la mayoría de los consumidores españoles han sentido hablar de los cuatro sistemas de producción, "pero sólo un 54% conoce el sistema de gallina criada en tierra".
Jaula o ecológicos, información para romper mitos
Aunque un 95% de los huevos que se consumen en España son de gallinas de jaula, crece el número de españoles que buscan huevos del campo o ecológicos. "Es una cuestión más de sentimiento y filosofía ecologista, que de calidad del huevo", afirma la consejera delegada de Liderou , Dolors Callís, cuarta generación de productores de huevos en una de las emprendidas líderes de España. La empresa, ubicada en Maià de Montcal (Girona), es un negocio familiar basado en más de un siglo de tradición avícola.
Por su parte, la profesora del Servicio de Nutrición y Bienestar Animal de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), Ana C.Barroeta, confirma que los huevos de jaula tienen la misma calidad y propiedades nutricionales que los ecológicos. "Puede ser que la gallina campesina o ecológica coma gusanos y plantas del campo que den otro gusto al huevo, pero sus propiedades nutricionales y la calidad serán la misma que el de una gallina de jaula, a la cual alimentamos con cereales, vitaminas y calcio para facilitarlos la producción de la clofolla", ha explicado Barroeta.
Aun así, Callís ha desmentido algunos tópicos falsos, como que a las gallinas de granja se los mantiene la luz encendida las 24 horas porque pongan más. "Las gallinas duermen más que nosotros", espeta Barroeta, que asegura que están ocho horas al día al menos en oscuridad y viven en jaulas. La normativa europea que entró en vigor el 2012 obliga que estas jaulas sean confortables, "con rascadores para las uñas, una temperatura ambiente todo el año de 20 grados y cortinas porque pongan los huevos con más intimidad". Callís confirma: "Una gallina estresada no pone huevos! Por eso no permitimos ni siquiera que tengan ruido exterior".
Cataluña, cuarta productora del Estado
La consejera delegada de Liderou ha destacado que en Cataluña, cuarta comunidad autónoma en producción de huevos después de las dos Castelles y Aragón, las normas medioambientales son más estrictas que al resto de España, como por ejemplo en el tratamiento y reutilización de los residuos de las gallinas.
Otro mito que hay que hacer desaparecer: "Los huevos tienen colesterol, pero este es necesario para el cuerpo humano y los huevos tienen más propiedades buenas que malas para la salud", ha indicado la profesora Barroeta, que recomienda comer seis huevos la semana.
El código que explica la traçabilitat de los huevos está imprimido en la clofolla con tinta alimentaria, es decir, comestible, ha dicho Callís para salir al paso de las personas que no hierven el huevo con otros alimentos por miedo que se desprenda la tinta.
España, con un censo de 41 millones de gallinas, un 13% del total de Europa, exporta cada año unas 131.000 toneladas de huevos a la Unión Europea y más de 12.500 a países extracomunitarios.
A pesar de que en el Estado español se consumen alrededor de 138 huevos por habitante el año, sólo un 1,2% de los catalanes y un 2% de los españoles saben el significado del código imprimido a la clofolla de los huevos, que revela la vida del huevo, su origen y, en definitiva, su garantía de calidad y seguridad alimentaria.
La campaña por la etiqueta
La directora de la Organización Interprofesional del Huevo y sus Productos (INPROVO), Mar Fernández, ha presentado esta semana en Barcelona la campaña "El huevo, de etiqueta", en que han invertido un millón de euros, la mitad pagados por la Unión Europea, para dar a conocer el código con el cual van marcados los huevos. "La etiqueta del envase de huevos y el código imprimido a la clofolla ofrecen información de gran valor por el consumidor. Los españoles acostumbran a leer la etiqueta de los alimentos, pero en el caso del huevo no es así", según Fernández.
La mayoría cree que el código imprimido en los huevos indica la fecha de caducidad, cuando en realidad informa sobre el sistema de producción, país, provincia, municipio y granja de origen. El primer dígito del código es un número que va del 0 al 3. El cero indica que la producción es ecológica, es decir, la gallina ha pacido libremente y sólo se ha alimentado con productos naturales, y si trae imprimido un 1 es que el huevo es de origen del campo o de labrador -la gallina vive suelta pero complementa su alimentación.
Si el código empieza por un 2, es un huevo de gallina criada en granja pero a tierra; y si empieza por 3, es de gallina de jaula. Después del número inicial, dos letras indican el país de origen -SE si es de España, segundo productor de huevos de Europa-, y a continuación, como un código postal, los números informan de la provincia, municipio y granja de origen. Según Fernández, la mayoría de los consumidores españoles han sentido hablar de los cuatro sistemas de producción, "pero sólo un 54% conoce el sistema de gallina criada en tierra".
Jaula o ecológicos, información para romper mitos
Aunque un 95% de los huevos que se consumen en España son de gallinas de jaula, crece el número de españoles que buscan huevos del campo o ecológicos. "Es una cuestión más de sentimiento y filosofía ecologista, que de calidad del huevo", afirma la consejera delegada de Liderou , Dolors Callís, cuarta generación de productores de huevos en una de las emprendidas líderes de España. La empresa, ubicada en Maià de Montcal (Girona), es un negocio familiar basado en más de un siglo de tradición avícola.
Por su parte, la profesora del Servicio de Nutrición y Bienestar Animal de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), Ana C.Barroeta, confirma que los huevos de jaula tienen la misma calidad y propiedades nutricionales que los ecológicos. "Puede ser que la gallina campesina o ecológica coma gusanos y plantas del campo que den otro gusto al huevo, pero sus propiedades nutricionales y la calidad serán la misma que el de una gallina de jaula, a la cual alimentamos con cereales, vitaminas y calcio para facilitarlos la producción de la clofolla", ha explicado Barroeta.
Aun así, Callís ha desmentido algunos tópicos falsos, como que a las gallinas de granja se los mantiene la luz encendida las 24 horas porque pongan más. "Las gallinas duermen más que nosotros", espeta Barroeta, que asegura que están ocho horas al día al menos en oscuridad y viven en jaulas. La normativa europea que entró en vigor el 2012 obliga que estas jaulas sean confortables, "con rascadores para las uñas, una temperatura ambiente todo el año de 20 grados y cortinas porque pongan los huevos con más intimidad". Callís confirma: "Una gallina estresada no pone huevos! Por eso no permitimos ni siquiera que tengan ruido exterior".
Cataluña, cuarta productora del Estado
La consejera delegada de Liderou ha destacado que en Cataluña, cuarta comunidad autónoma en producción de huevos después de las dos Castelles y Aragón, las normas medioambientales son más estrictas que al resto de España, como por ejemplo en el tratamiento y reutilización de los residuos de las gallinas.
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| La producción de huevos en Cataluña es una de las más importantes del Estado |
Otro mito que hay que hacer desaparecer: "Los huevos tienen colesterol, pero este es necesario para el cuerpo humano y los huevos tienen más propiedades buenas que malas para la salud", ha indicado la profesora Barroeta, que recomienda comer seis huevos la semana.
El código que explica la traçabilitat de los huevos está imprimido en la clofolla con tinta alimentaria, es decir, comestible, ha dicho Callís para salir al paso de las personas que no hierven el huevo con otros alimentos por miedo que se desprenda la tinta.
España, con un censo de 41 millones de gallinas, un 13% del total de Europa, exporta cada año unas 131.000 toneladas de huevos a la Unión Europea y más de 12.500 a países extracomunitarios.
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