Cuando se acercan unas elecciones, siempre se plantea el tema de la abstención. Tengo mis ideas al respecto, pero no es el momento de expresarlas aquí. Sin embargo, quiero resaltar que en estas elecciones nos jugamos mucho, y trataré de resumir por qué.
- La principal razón es que, sin la Unión Europea (UE), España, incluida Catalunya, no sería nada. Peor aún: sería algo así como Argentina. Es decir, un estado a la deriva sin perspectivas de futuro. Los últimos años han dejado esto claro. Sin el mercado único y sin las ayudas europeas, ya estaríamos en bancarrota.
- Otra razón es la calidad de la gobernanza. Nuestros gobiernos, a todos los niveles: español, catalán, municipal, son un desastre. Nuestros políticos tienen una calidad muy baja y todo lo que depende de ellos no funciona. El pasado reciente nos lo recuerda. ¿Se imaginan la gestión de la pandemia sin el liderazgo europeo? La UE nos permite "importar" acciones de gobierno de calidad.
- Y la tercera -aunque hay más- es la garantía institucional. Las instituciones españolas y catalanas, tanto públicas como privadas, no funcionan. Ni la justicia, ni el sistema financiero, ni el sistema educativo, el sanitario está en declive, etc. Por lo tanto, si buscamos un refugio, aunque sea un poco remoto, solo lo encontramos en Europa. Insisto, los últimos años han dejado claro que Europa -en este caso, sus miembros-, dentro de sus limitaciones institucionales, nos protege.
Cuando llegan las elecciones, también es momento de repasar el trabajo realizado. Si revisamos los actos -leyes y disposiciones regulatorias emitidas e implementadas- por nuestros parlamentos -Parlament de Catalunya, Congreso de los Diputados y Senado españoles- la lista es extensa. Son disposiciones a menudo demagógicas, irrealizables, sin asignación presupuestaria, etc. No recuerdo que, en los últimos años, alguna acción de nuestros parlamentos haya cambiado mi vida de manera significativa, excepto quizás para perjudicarme.
¿Se imaginan la gestión de la pandemia sin el liderazgo europeo? La UE nos permite 'importar' acciones de gobierno de calidad
Sorprendentemente, algunas disposiciones parlamentarias españolas y catalanas sí tienen repercusiones claras: aquellas que transponen directivas comunitarias de obligado cumplimiento, aunque a menudo se presenten como iniciativas locales nuestras.
Por lo tanto, con esto en mente, aquí repaso las actividades más trascendentales del Parlamento Europeo durante el último quinquenio (extraído del sitio web del Parlamento Europeo).
- Recuperación económica a raíz de la covid-19
Ante la pandemia, se creó el Fondo de Recuperación y Resiliencia dotado con 750.000 millones de euros, de los cuales a España le corresponden unos 140.000 millones. De esos, 70.000 millones son préstamos y 70.000 millones son a fondo perdido (pura subvención). ¿Alguien piensa que España ha estado yendo bien en los últimos años por mérito propio? Solo los 70.000 millones a fondo perdido representan alrededor del 6% del PIB español.
No recuerdo que, en los últimos años, ninguna acción de nuestros parlamentos haya cambiado mi vida de manera significativa, excepto quizás para perjudicarme
- Cambio climático
La ley de cambio climático y otras disposiciones obligan legalmente a los estados miembros a reducir las emisiones al 55% para el año 2030 y a 0% para el año 2050.
- Reconversión sector automovilístico
Para el 2035 los coches que se vendan tienen que ser de emisión cero en gases contaminantes. Tendrán que ser eléctricos o de explosión con hidrógeno o combustible neto.
- Inmigración
Este año se llegó a un acuerdo para producir diversas leyes que regulen la inmigración, incluyendo el tratamiento a los refugiados, evitando que cada estado haga la suya. Obliga a los estados a resolver los trámites administrativos, incluyendo el retorno del inmigrante, en un período de tiempo inferior a 6 semanas.
- Economía digital y defensa del ciudadano
Se han establecido diversas regulaciones para aumentar la transparencia y evitar los abusos en este sector puntero. No hace falta recordar las multas millonarias recurrentes que se aplican a las grandes empresas digitales.
- Inteligencia artificial
El Parlamento Europeo ha sido la primera institución en el mundo en comenzar a regular la aplicación de la inteligencia artificial en la vida cotidiana de los ciudadanos. Clasifica los riesgos, aumenta la transparencia e impide que determinadas decisiones e implementaciones sean tomadas sin intervención humana
- Estandarización de conexiones
La estandarización de conexiones tiene diversas visiones. Económica y de protección al consumidor. La unificación ahorrará millones a individuos, empresas e instituciones. Parece un aspecto menor, pero al igual que en su día se reguló el roaming telefónico, este es un tema que afecta el día a día y nos hace la vida más cómoda.
- Derecho a la reparación de herramientas
Es cierto que, aunque pueda parecer un aspecto menor, tiene un gran impacto económico y medioambiental. Esto creará nuevas empresas de reparación y mantenimiento. Además, defiende el derecho del consumidor a no tener que renovar los aparatos de manera innecesaria.
La respuesta que más me satisface: "No podemos hacer nada, eso lo ordena Europa". ¡Ojalá ordenara más!
- Pagos y cobros
Recuerdo que el señor Rodríguez Zapatero hizo una ley en España para que las empresas pagaran a 30 días. Ya vieron los resultados: ninguno. El lobby de las grandes empresas ha impedido que las multas se aplicaran (pura corrupción de alto nivel). Ahora no habrá excusa. Los corruptores deberían ir a Bruselas en lugar de Madrid o Barcelona. Y ellos ya saben que allí no funciona.
- Equidad y transparencia en salarios
Las empresas están obligadas a publicar información sobre salarios en el ámbito de género, raza, condición, origen, etc., con el fin de evitar la discriminación que pueda generarse.
Todo esto en cinco años. Una vez más, reto a que alguien publique una lista de leyes tan trascendentales que nos afecten en el día a día de manera beneficiosa y que hayan sido producidas por nuestros parlamentos. ¡Ah, y con una ventaja! Como la aplicación de estas leyes está supervisada por Europa, estamos protegidos: cuando algún poderoso (empresa, lobby, sindicato, etc.) protesta y quiere practicar la corrupción (aunque sea bajo el eufemismo de "lobby"), entonces surge la respuesta que más me satisface: "No podemos hacer nada, eso lo ordena Europa". ¡Ojalá ordenara más!