Facebook rompe la hucha

El anuncio que la compañía de Zuckerberg empieza a ofrecer servicios financieros es el primer paso de las grandes plataformas tecnológicas para dominar, también, este sector

Domiciliar la nómina a Google, financiar un producto con Amazon o planificar la jubilación con Apple. Todas estas acciones ya no parecen tan surrealistas o improbables desde que la empresa de Mark Zuckerberg ya tiene licencia en España para poder gestionar transferencias entre particulares a través de Facebook Messenger. Si primero fueron las fintech, ahora son las grandes empresas tecnológicas. Más dolores de cabeza para la banca.

Una banca que contempla como nos dirigimos hacia un mundo financiero donde una parte importante de las transacciones se harán a través de Facebook, Google o Amazon. "Lo estábamos esperando, ya hace unos dos años que en Londres había el rumor que Facebook estaba gestionando la licencia; es un primer paso en la monetització de Facebook Messenger y Whatsapp", explica Philippe Hieles, cofundador de Kantox, la empresa de Barcelona especializada en la gestión de divisas y una de las startups con más trayectoria del ecosistema fintech.

"Estoy seguro que pronto veremos también Apple, Amazon y Google. Las cuatro grandes ofrecerán los mismos servicios porque la lógica es la misma", coincide el decano de la Facultad de Economía de la UVic, Xavier Ferràs. Son grandes plataformas que vienen de lugares diferentes, pero al fin y al cabo todas son "grandes interfaces de usuarios con grandes economías de escalera. Tener más usuarios los es realmente sencillo y no los genera más costes", evidencia Ferràs. Controlan la llegada al usuario, de quien lo saben todo. "Si Amazon ya lo utiliza para productos físicos, como no lo tiene que hacer con productos intangibles?", se pregunta.

El pastel de servicios del mercado financiero es muy grande y todos los actores quieren jugar; desde la banca tradicional con el ejemplo de imaginBank; las entidades de pago tradicionales como por ejemplo Visa; los operadores de telefonía como Orange; y finalmente los operadores de teléfono móvil que controlan sistemas operativos como Google Wallet o Apple Pay, que facilitan las transacciones. "Es lógico que Facebook aproveche su red de contactos para añadir una capa de servicios fintech", comenta Oriol Juncosa, Managing Partner a Encomenda Smart Capital e inversor de empresas fintech.

No hay marcha atrás. Facebook ha hecho los primeros pasos hacia el mundo de las entidades financieras pero no es la única. De hecho, si eres un conductor de Uber, puedes abrir una cuenta bancaria y obtener una tarjeta de crédito a través de la plataforma que opera como un servicio de transporte colaborativo, gracias a un partnership de la plataforma con un banco. "Se dieron cuenta que el 30% de sus conductores en los Estados Unidos no tenían cuenta bancaria y decidieron crear el servicio. Qué será el siguiente? Uber acabará financiando el coche de sus conductores", advierte Hieles.

Más usuarios y más cerca
Cómo pueden competir las entidades financieras con una empresa que tiene 1.600 millones de usuarios en todo el mundo? Según el cofundador de Kantox, "la banca no es nada más que una empresa de datos y, en este contexto, las empresas tecnológicas tienen muchos más clientes, más potencia financiera, son más globales, los jóvenes las adoran y la regulación no es una barrera de entrada".

Ferràs destaca, especialmente, "la inteligencia. Si una persona pide un crédito a Facebook, este sabe perfectamente su perfil psicológico de manera inmediata", asegura. Además, "si tienen un error, corrigen los algoritmos y no se equivocarán más". A la vez, añade, "tienen la inteligencia propia de una red global. Te permiten poner tu dinero en el lugar más eficiente del mundo en cualquier momento".

"Yo sería el primero que no tendría ningún problema a tener una cuenta bancaria con Google, con una tarjeta Mastercard; confío más en la potencia financiera de Google que en un banco", argumenta Hieles. Ahora bien, las finanzas para expertos, es decir, productos financieros complejos para empresas y las relaciones de los mercados financieros seguirán siendo territorio de la banca corporativa. "Facebook no hará un préstamo de 500 millones a Endesa", matiza.

Una nueva era
Por el decano de Economía de la UVic, la clave es entender que "está emergiendo un grande nuevo canal: la plataforma digital". Lo ejemplifica hablando de abrir "una gran autopista por donde circulen toda una serie de productos financieros que hasta ahora circulaban por otras vías". Si Facebook es una gran autopista, igual o más lo son los otros tres gigantes. "Tienen una capacidad muy alta de captar datos del consumidor y unos algoritmos de inteligencia artificial que no tiene nadie más. Con estos dos activos en una nueva plataforma, los otros como mínimo se tendrán que apretar", vaticina Ferràs. Al fin y al cabo, "quien mejor que un algoritmo informático para decidir tus inversiones? Si sumas que lo saben todo de tú, es imbatible", sentencia.

Todo ello con un actor protagonista: el móvil. "Se puede convertir en un nuevo canal bancario. En la África la penetración móvil en muchas zonas es superior a la de los lavabos", ejemplifica Ferràs. Las grandes plataformas tecnológicas "pueden ofrecer nuevos modelos de servicios a gente que no se puede desplazar o está en lugares muy difíciles. Lo tienen todo para conquistar el mundo", asegura.

Ferràs defiende, pues, que nos encontramos ante un "cambio de paradigma". Recuerda que normalmente "los insiders, la gente de dentro de un sector, es incapaz de ver su futuro. Aparece gente con otras capacidades que le permiten ofrecer cosas nuevas seguramente inimaginables por los insiders. Estos son los que reinventan el futuro". Si las fintech aprovechan ineficiencias actuales del sector para combatirlas con tecnología, Facebook, Google, Amazon o Apple pueden ser las protagonistas de una nueva manera de operar con las finanzas.

Un modelo roto
Una entrada de nuevos actores que provoca que la cadena de valor de la banca se esté troceando. "Tienes proveedores de deudas, empresas que se dedican sólo a hacer pagos, otros que sólo hacen transferencias internacionales... Es decir, antes tenías un banco que te lo hacía todo, ahora tienes diferentes actores que hacen actividades concretas de manera muy eficiente. La banca tradicional no puede competir con todos los actores especializados", argumenta Juncosa, que añade que "el sector bancario se ha reestructurado pero no se ha reinventado; los bancos claramente tienen que seguir innovando".

Hieles asegura que los bancos no desaparecerán pero que en 20 años puede ser que "el 50% de las actividades relacionadas con las finanzas para particulares se realicen a través de la banca y el otro 50% a través de grandes empresas tecnológicas y otras startups fintech". En este contexto, hay entidades financieras que ya abrazan las fintech. "Hablamos de coopetition , si colaboramos, los dos salimos ganando; la fintech que trabaja con un banco tiene acceso a millones de clientes rápidamente, y un banco puede acceder en tecnología de valor añadido para sus clientes finales", argumenta el cofundador de Kantox.

Pero que tienen las entidades financieras que no tienen el resto de actores? "El face tono face; los bancos se tienen que dedicar a dar servicio de valor añadido, tienen que ser más flexibles y personalizar los productos; tienen un producto core que es muy difícil de desintermediar, que son las cuentas de ahorro", recuerda el inversor de empresas fintech. Según Juncosa, " habrá bancos que acabarán siendo los ganadores y otros que perderán la batalla, al final quizás tendremos que cambiar la definición de la banca para englobar todos los nuevos actores".
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