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Vuelve la fiebre del oro: ¿por qué su precio está en máximos históricos?

El material ha alcanzado su récord histórico varias veces en plena inflación, llegando a casi los 2.500 dólares por onza la pasada semana

El oro está considerado un valor refugio para los inversores | iStock
El oro está considerado un valor refugio para los inversores | iStock
Carlos Rojas | VIA Empresa
Periodista
Barcelona
25 de Julio de 2024
Act. 25 de Julio de 2024

El ser humano ha perseguido el oro desde prácticamente el inicio de los tiempos. Se trata de un metal precioso, difícil de conseguir y limitado, que muchos científicos apuntan que llegó a nuestro planeta en forma de meteorito. Para situarnos: algunos expertos creen que por cada 1,3 gramos de oro que existen sobre la superficie terrestre, hay 1.000 toneladas de cualquier otro material. Precisamente por su inaccesibilidad y escasez, el oro es un activo muy interesante en la economía moderna. Especialmente en periodos inflacionarios, cuando los inversores buscan proteger su patrimonio de la volatilidad de las divisas. Aun así, nunca había estado tan cerca del umbral de los 2.500 dólares por onza. Los 2.465 dólares que registró el pasado 16 de julio supusieron un máximo de su valor. Y no es la primera ni la segunda vez que el oro bate su propio récord este año.

 



Sin embargo, para entender esta circunstancia, debemos saber que el oro está considerado como un valor refugio. Este concepto está relacionado con la seguridad que otorga un activo. En este caso, el oro es un recurso escaso y preciado. Es decir, no es un material que se pueda fabricar o crear y que se devalúe. En las bolsas de todo el mundo se mantiene estable, y aunque no suele subir con tanta fuerza como en los últimos dos años, la tendencia es generalmente alcista. Esto quiere decir que con el oro no se puede ganar dinero rápidamente, pero sí a largo plazo, a la vez que ofrece un escudo contra la pérdida de valor de la moneda.

El año 2022, con el estallido de la guerra de Ucrania y la posterior impresión de más dinero por parte de los bancos centrales del mundo, muchos inversores decidieron apostar por el oro para evitar perder el valor de su capital. Más tarde vino el aumento de los tipos de interés, un hecho que generó un segundo impulso. Pero este empujón no se ha frenado con los años. La tendencia continúa porque los mercados todavía no acaban de ver claro que los gobiernos puedan llegar a corto plazo al 2% del IPC que se han marcado como objetivo los principales líderes mundiales.

Ucrania y Estados Unidos, responsables directos

Con todo, el mundo ha continuado girando y se han producido nuevos episodios que merecen la atención de los especialistas. Uno de ellos es la escalada del conflicto entre Israel y Palestina (aunque, de momento, no ha tenido la repercusión financiera de la guerra de Ucrania), pero lo más importante es el cambio de estrategia económica de estados como China o Rusia. Precisamente las administraciones de estas dos potencias han apostado por adquirir oro con la idea de no depender demasiado del dólar en los mercados internacionales. Según un informe de JP Morgan, es una práctica que están siguiendo los países que no son grandes aliados de Estados Unidos para protegerse de potenciales sanciones económicas en forma de dólares.

Por ese mismo motivo el Banco Popular de China compró oro durante diecinueve meses consecutivos, hasta mayo de este 2024. En total, los datos oficiales publicados por esta entidad mostraron 72,80 millones de onzas troy de oro. Casualmente, el 12 de abril el oro alcanzó su máximo histórico: 2.441,43 dólares (2.249 euros). Una cantidad que superó sólo un mes después, el 20 de mayo, cuando una onza registró el valor de 2.450,07 dólares (casi 2.260 euros). El 16 de julio, sucedió otra vez y el precio se disparó hasta los 2.465 dólares (2.273,76 euros).

 

La incertidumbre geopolítica, con elecciones en Francia, Reino Unido, Estados Unidos y la Unión Europea, favorece la apreciación del oro

Tarde o temprano, los expertos creen que se alcanzará el umbral de los 2.500 dólares. A corto plazo, podría ser debido al encarecimiento del precio del petróleo. Moody's considera este hecho como una "amenaza" para la economía norteamericana, pero el principal motivo continúa siendo la incertidumbre de los tiempos de recuperación de la economía mundial. Como no hay unanimidad a la hora de prever una fecha, el oro se mantiene fuerte. Además, en un año como 2024, con elecciones en países relevantes como Francia, Reino Unido o Estados Unidos (además de la Unión Europea), todavía no se ha trazado una línea clara acerca de cuál será la posición de las economías más fuertes del planeta.

La plata y el cobre, también en máximos históricos

La plata també ha assolit el seu preu màxim aquest 2024 | iStock
La plata también ha alcanzado su precio máximo este 2024 | iStock

Pero la apreciación del oro no es única en el mercado financiero. Otros materiales como la plata  o el cobre también han batido marcas históricas. En el caso de la primera, el mismo 20 de mayo también alcanzó los 32,51 dólares, su nivel más alto desde diciembre de 2012. En el caso del cobre, la Bolsa de Metales de Londres (LME) informó de un máximo de 11.000 dólares por tonelada también el pasado mes de mayo. Como no podía ser de otra forma, el consumo también lo ha notado: hoy, comprar una pieza de oro cuesta un 9% más que hace un año.

A la espera de ver el comportamiento del mercado durante los próximos meses, conviene añadir un concepto menos financiero y más psicológico que también ha motivado la revalorización del oro: las modas. El hecho de que este metal precioso se haya convertido en la nueva tendencia del mercado ha espoleado a mucha gente a invertir, e incluso se han creado comunidades en páginas web para compartir los progresos de cada uno. Todo ello, en un momento en el que ya podemos decir que vivimos una nueva fiebre del oro. De hecho, hace unas semanas Cuatro contó la historia de los últimos buscadores de oro, que recogieron el mineral en el río Genil de Granada. Casos aislados aparte, esta vez la fiebre no se encuentra en los entornos naturales, sino en las bolsas mundiales.