Fnac pone en marcha su 'Cataluña Experience'

20 años después de abrir la primera tienda en nuestro país, la multinacional francesa estreno en Girona el primer establecimiento más allá de Barcelona

Este jueves Fnac ha abierto su sexta tienda en Cataluña, la primera fuera de Barcelona. Lo ha hecho en el Espacio Gironès de Salt. "Girona, por las inquietudes culturales de la ciudad, era uno de nuestros objetivos prioritarios", señala a VÍA Emprendida David Ordiales, director de Operaciones de Fnac España. La multinacional francesa hace de este modo un primer paso para llegar en todo Cataluña, el territorio donde su marca "es más estimada y tiene más valor". El dirigente de la firma reivindica que "el concepto encajó muy bien en España y sobre todo en Cataluña. Teníamos muchas inquietudes que teníamos que canalizar y la Fnac ayudó con el mix entre ocio, cultura y tecnología".

Ordiales confiesa que "hace años que buscamos otras ubicaciones en Cataluña, pero encontrar una con un proyecto que pueda perdurar en el tiempo es complejo". Eso sí, en el plan de expansión que prevé llegar a 50 tiendas el 2020 (la de Girona es la número 29 en España, y este miércoles 23 abren la número 30 en Granada); una de las zonas más estratégicas será Cataluña. "Estamos trabajando con propiedades, gerencias y real estates localizando posibles ubicaciones en todas las provincias catalanas", dice el directivo de Fnac. Estamos avisados.

El origen cooperativo
Hoy en día la marca Fnac es una enseña consolidada. El que no todo el mundo conoce es su historia. Creada el 1954 por Max Théret y André Essel, su nombre es un acrónimo francés de Fédération Nationale de Achats des Cadres (Federación Nacional de Compras para Directivos).

"En su orígen nace casi como una cooperativa donde los socios tienen un objetivo en común: hacer llegar a una población determinados bienes culturales o tecnológicos a los cuales no tenía acceso", recuerda Ordiales. Por eso, asegura, "todavía hoy cuando hablamos de los socios son tan relevantes"; aunque la compañía actualmente ya sea una sociedad anónima controlada por el grupo Pinault Printemps Redout (PPR).

El Espacio Gironès de Salt acoge el primero Fnac catalán fuera de Barcelona. Cedida


La filial española abrió la primera tienda el 1993 en Madrid, en una ubicación tan emblemática cómo es Callao a la confluencia con la Calle Preciados. "Cuando llega a España ya ha evolucionado, es una gran compañía que ya ha salido a otros países, y decide implantarse en Madrid por un tema de ubicación, puesto que Callao es un lugar muy prèmium", asegura David Ordiales.

A pesar de que en aquel momento ya estaba buscando ubicaciones en Barcelona, no fue hasta el 1995 que abrió el primer establecimiento, en este caso en la Isla Diagonal. "Se apuesta por un centro comercial urbano que entonces era un icono del urbanismo", defiende el directivo de la compañía.

Estas fueron las primeras pasas de una expansión que enseguida llegó a Valencia, Zaragoza o Alicante; así como otro golpe en Barcelona, al Triángulo de Plaza Cataluña. "Este es el momento de auténtica consolidación de la Fnac en Cataluña", dice Ordiales; por quien el modelo expansivo de la compañía siempre se ha basado, básicamente, en el clásico 'location, location, location'. "Con los diferentes establecimientos se empieza a detectar cuál es el público más afín y nos damos cuenta que en Cataluña es donde más se valora la marca Fnac", resalta el directivo. De los 1.900 trabajadores de Fnac España, unos 400 lo están en Cataluña.

Ciudades y tiendas más pequeñas
La nueva tienda de Girona dispone de dos millones de referencias, una cifra similar a la de los grandes establecimientos Fnac de Barcelona. La diferencia es que las concentra en apenas 700 metros cuadrados, una dimensión mucho más reducida que las primeras tiendas que creó la multinacional, de entre 2.000 y 4.000 metros cuadrados. Una tendencia que están siguiendo la mayoría de nuevas tiendas Fnac que se abren en ciudades más pequeñas.

Jordi Viñas, David Ordiales, Marcos Ruão y Pau Jordà en la inauguración en Girona. Cedida


"La evolución de la medida de la tienda va relacionada con la digitalización", reconoce Ordiales. "Aunque no esté en el momento, acabas teniendo la misma oferta", explicaba hace unos meses Marcos Ruão ,director general de Fnac España. Ahora mismo, el 25% de los clientes que compran al Fnac son multicanal. "Creemos que la experiencia completa de la Fnac la recibes en una tienda física, pero queremos facilitar todas las vías a nuestros clientes", añade el director de Operaciones. Todo ello hace que ahora no sean tan necesarios los metros cuadrados como lo eran hace seis o siete años, "cuando nos costaba plantear tiendas de menos de 1.000 metros cuadrados".

Los smartphones despiertan el ecommerce
Fnac tiene web comercial desde el 2001. "Fuimos de los primeros, ya podías comprar y venir a recoger en la tienda", recuerda Ordiales. Ahora bien, el portal no ha empezado a funcionar de verdad hasta la aparición de los teléfonos inteligentes. "En España el smartphone se ha introducido mucho más que en la mayoría de países, esto nos ha hecho desarrollar los webs móviles haciéndolos más amables".

Sea como fuere, uno de los principales retos del web de Fnac es intentar asimilar en Internet la singular experiencia de la tienda. "Cuando hablamos de valores hablamos del compromiso con el cliente, el respeto, la heterogeneidad. Todo esto se traslada al web e intentamos que esta experiencia se complemente", dice David Ordiales.

A la vez, la digitalización también ha hecho adaptar la oferta de la tienda. "Adaptamos la oferta localmente en función de las demandas de los clientes y las aportaciones de los equipos que están en contacto con ellos". Las redes sociales también tienen mucho que decir, evidentemente. "Recibimos muchas solicitudes de productos, opiniones de cosas que vendemos y de cosas que creen que tendríamos que vender", ejemplifica el director de Operaciones.

Una experiencia en la red que incluye el servicio Express Plus, la aportación de Fnac en la batalla de los grandes retailers por lo entrega inmediata, y que permite tener un producto en dos horas. "Lo estamos expandiendo en diferentes ciudades después de Madrid y Barcelona, y llegará a todas las poblaciones donde tenemos tienda", asegura con orgullo David Ordiales. De todos modos, deja claro "no es un eje estratégico ni por nosotros ni para la competencia, pero sí un servicio complementario de toda la oferta que tenemos". En definitiva, "un servicio del cual se tiene que disponer, pero que tiene una demanda limitada".
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