Día 18: Desconfinant el cerebro y la vida

Josep Maria Ganyet prueba la meditación mientras reflexiona sobre Bill Gates

La meditación está de moda. | iStock La meditación está de moda. | iStock

Hacía meses que lo tenía pendiente y parecía que el confinamiento era la ocasión especial para ponerlo en práctica: quería probar la meditación . Sin demasiadas pretensiones, sin parafernalia ni posiciones de lotos. Una meditación de estar por casa.

"Todos sabemos que si no haces meditación no eres nadie"

Todos sabemos que si no haces meditación no eres nadie. Cualquier famoso en ser preguntado por su día a día, invariablemente empieza por los diez minutos de meditación. Meditaba Steve Jobs, lo hace Bill Gates y lo explicaba Kobe Bryant haciendo de profesor de mindfulness.

Nunca he sido fan de Microsoft, y Bill Gates me había despertado siempre entre desinterés y animadversión. Se me hacía extraño un chico que había dejado de escuchar música a los veinte años porque le distraía de su trabajo, por mucho que me guste programar. Confieso que fui de los que disfruté cuando un espontáneo le estampó un pastel en la cara en Bruselas en 1999.

Fue cuando dejó Microsoft para dedicarse con cuerpo y alma a su fundación que me empezó a interesar. Tuve la ocasión de verlo en Davos hace cuatro o cinco años, y era otro: el hombre más rico del mundo e icono de la computación ya no tenía como objetivo estar presente en el mayor número posible de ordenadores sino que quería ser presente en el mayor número posible de váteres. Su proyecto vital actual es el de la producción en serie de un wáter autónomo que no necesite energía para funcionar ni agua ni alcantarillado. El cambio de percepción es sincero: ahora no puedo mirar el vídeo del pastel en la cara sin pensar que el espontáneo es un imbécil.

"Bill Gates ya no tiene como objetivo estar presente en el mayor número de ordenadores sino en el mayor número de váteres"

Si lo queréis saber todo sobre el nuevo Bill Gates os recomiendo los tres capítulos del documental "Inside Bill's Brain" en Netflix. Además de estar muy muy realizado —con dos hilos narrativos simultáneos, uno con la historia de su vida y otro con sus proyectos de presente y de futuro— la actitud vital de su protagonista es de nota. Destacan la escena de la hamburguesa (su comida preferida) con su amigo y magnate Warren Buffet en un bar de carretera y la imagen recurrente de él llevando una cesta llena de libros de papel por todas partes.

Vuelvo a la meditación. Fue el escritor Sam Harris quién me acabó de convencer de probarlo en su podcast (altamente recomendable) de "Making Sin". Hace unos meses en larga conversación sobre el cerebro y la vida con el escritor y biólogo evolutivo Richard Dawknis (autor de "El gen egoísta" y creador del concepto de "mem") cantó las bondades de la meditación. Confieso que aquella parte me aburrió pero me dejó con la mosca en la oreja.

Esta mañana me he levantado algo más temprano que de costumbre (horario de confinamiento, todo va una hora más tarde) y finalmente me he puesto a ello. He buscado un paso a paso de como meditar en cinco minutos en Youtube , lo he seguido y me ha funcionado. He tenido un buen día, he estado más despierto, rápido en la toma de decisiones, he pasado menos rato ante la pantalla y me he sentido en paz conmigo mismo. Ahora ya lo podré decir cuando me entrevisten.

En próximas entregas de este diario de confinamiento ya os compartiré los proyectos que quiero encarar cuando me jubile.

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