Hostias, un negocio sagrado

Los conventos productores del pan de misa se actualizan: modernizan la producción y se adaptan a la venta en linea

Mil hostias se pueden comprar por internet por 20 euros. El cuerpo de Cristo se puede adquirir online y su producción a los conventos se ha modernizado. Si bien a escala internacional existen empresas especializadas, en casa nuestra las monjas dedicadas a la producción de oblees de harina y agua se han puesto al día por una –obvia- creciente demanda para ser consumidas en iglesias y misas de todo el Principado. Y con la Semana Santa hay un pico de producción.

Hoy en día el pan de altar se puede comprar en muchas tiendas de alimentación y ya ha acontecido un negocio sagrado y el medio de subsistencia de algunos conventos. Igual que los otros elementos de los ritos católicos, el hostia está regulada por normas vaticanas que se han ido actualizando a través de los siglos, pero la normativa sigue siendo clara: los ingredientes sólo pueden contener harina de trigo y agua. A pesar de que la deferencia hacia los feligreses celiacos o alérgicos al trigo también ha hecho aparecer este producto sin gluten.

Tradición y una producción tradicional
El hostia o pan eucarístic es un trozo delgado de pan àzim -sin fermentar, sin levadura- que el sacerdote consagra y ofrece en la misa de los cristianos. Un pan con estas características se usó en la primera misa, en la última cena de Jesús, que estaba celebrando la Pascua de los judíos.

"Con el tiempo, el recuerdo y repetición esta primera eucaristía deja de ser una cena doméstica, dijéramos, y acontece una celebración litúrgica más numerosa de participantes, no resulta práctico cocer pan sin levadura (un tipo de coca de pan, sin miga) y toma la forma de una lámina fina de pan àzim en forma redonda: las hostias", explica la portavoz del Obispado de Sant Feliu de Llobregat, Amparo Gómez.

La producción de las hostias es un servicio que prestan habitualmente conventos de clausura o comunidades religiosas. "La Iglesia, como tal, ni las parroquias, no se cuidan de fabricarlas", detalla Gómez . Así, históricamente, las monjas de los conventos, dentro de su dinámica habitual de plegaria y trabajo solían realizar este trabajo de fabricar las formas (cómo también dulces, etc.) como medio de subsistencia y de manera artesanal. De este modo, el beneficio que se extrae no es más que para mantenerse ofreciendo, a la vez, un servicio a las parroquias que necesitan el pan de misa. Ahora, pero, la especialización también ha llegado a los conventos.

Actualmente en casa nuestra hay conventos dedicados exclusivamente a la producción y abastiment de pan de misa. Si bien a escala internacional sí que existen empresas dedicadas en la producción de hostias, al Principado no hay ninguno, según indican fuentes conocedoras a VÍA Emprendida. En Cataluña hay básicamente dos conventos que producen hostias. El de las caputxines de Manresa y el de las clarisas de Vilobí d'Onyar en Girona.

Las germanas clarisas de Vilobí d'Onyar Jodo: Cedida

La especialización al convento
La hermana Clara de las clarisas de Vilobí d'Onyar explica que las integrantes de su comunidad usan "harina de primera calidad" para producir las oblees. El convento produce entre 200.000 a 300.000 formas al mes, a pesar de que ahora por semana santa "tenemos algo más de trabajo", explica la monja.

Ni la legislación Estatal ni la catalana indican ninguna normativa específica por la producción de hostias, pero las hermanas de este convento se han curado en salud y las producen "como si fuera cualquiera otro producto alimentario". Así, cuando empezó la producción se informaron y preparar según la ley sanitaria vigente. Las clarisas trabajan de manera artesanal para producir pero han introducido cierta maquinaria que los da un golpe de mano: "Cuanto más rendimiento se saca, mejor", hace broma la hermana.

Las clarisas producen tres tipos de formas en dos colores, blanco tradicional o àzim, más tostado. Así hacen de 3,5, 8 y 12 centímetros de diámetro para diferentes usos: comunión de los feligreses las más pequeñas y para la concelebración y el uso en iglesias grandes las más gordas.

Sobre la producción de formas para celiacos, la hermana apunta que "no en estiércol porque significaría doblar maquinaria y espacio y no nos lo podemos permitir". Así, normalmente, las parroquias las encomiendan a productores especializados "que normalmente vienen de Alemania", dice.

Las germanas ofrecen su producto en varios paquetes: desde bolsas de cinco panes a 1,55 euros hasta bolsas con 500 hostias a 5 euros. Según explica la hermana Clara, el año pasado con esta actividad facturaron unos 29.000 euros.

La producción de pan de misa también se automatiza Foto: Cedida

La venta del cuerpo de Cristo
La distribución de las hostias tiene varios canales. Las monjas de Vilobí d'Onyar vienen directamente sus productos a diferentes parroquias dependientes sobre todo del obispado de Girona, pero también a otros de la capital catalana o tiendas. Así mismo ciertos centros de distribución compran sus hostias y también se pueden encontrar a través de su sitio web para hacer pedidos en linea.

De este modo, hay sacerdotes que las encomiendan directamente a las productoras o en linea. Pero también existen empresas distribuidoras otros productos de uso parroquial que vienen hostias. Así, un cura puede comprar cirios, velas e incluso el cuerpo de Cristo a alguna de estas empresas dedicadas a la distribución.
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