La inflación durante el mes de junio supera el 10%. Según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística, los precios de consumo alEstado se situaron en una cota del 10,2% durante el sexto mes del año, el nivel más alto desde abril de 1985. El transporte y la alimentación vuelven a ser los principales motores de una escalada de costes para el consumidor final que también repercute sobre la vivienda o el ocio y la restauración.
Después de una moderación en abril de este año, cuando la tasa retrocedió del pico del 9,8% hasta los 8,3 puntos porcentuales, los precios continúan en una alza histórica que lo ha llevado a superar las dos cifras por primera vez en décadas. El salto en comparación con mayo, además, es el segundo más alto del curso, solo por detrás del índice intermensual del mes de marzo, el primero gran pico inflacionista de la serie.
Si se diferencia por sectores, los carburantes y los productos energéticos permanecen en tendencia ascendente. En el primer caso, la variación interanual en costes supera los 40 puntos, mientras que en el segundo se acerca a los 50. Ningun otro ítem se acerca a la escalada de los factores del transporte, a pesar de que los precios de las viviendas también están llegando a máximos históricos, con una variación en comparación con el 2021 de cerca de 20 puntos porcentuales.
La alimentación también ha sido uno de los componentes centrales de la subida de los precios de consumo. Las frutas, de hecho, tienen una repercusión sobre la tasa del IPC superior a la de los combustibles líquidos, con un aumento mensual próximo al 10%. El resto de alimentos básicos, desde la carne a los lácteos o los cereales, acompañan este crecimiento, a pesar de que con alzas más moderadas.
Si se observa el conjunto de los grupos de ítems de consumo, solo dos muestran comportamientos moderados. Las comunicaciones, por un lado, se sitúan por debajo de los precios de junio del 2021, con un retroceso ligero del 0,3 %. Por otro lado, la ropa y el calzado, si bien son más caros que el verano pasado, han retrocedido en un punto y medio en comparación con los primeros meses del 2022.
Nuevo techo de la subyacente
La inflación sin alimentación ni productos energéticos, igual que el IPC general, continúa lejos de los objetivos de los organismos internacionales. Si bien al inicio de la crisis las instituciones monetarias auguraban un comportamiento más estable porque este indicador permanecía anclado por debajo de los dos puntos, la coyuntura económica internacional y los efectos sistèmics lo han llevado a un nuevo máximo histórico, de 5,5 puntos, el primer golpe que supera el 5 %.
Si se observa el índice armonizado, la comparación con el resto de países de la Unión Europea no sale favorable alEstado español. Si bien los vecinos comunitarios mantienen un aumento de precios constante, no llegan a los máximos que afectan la economía española. Europa, así, registra una subida intermensual de cinco décimas, hasta el 8,6 %.
Castilla-La Mancha, farolillo rojo
11 de las 17 comunidades autónomas cierran el junio con un índice de precios superior a las dos cifras. El caso más destacado es el de Castilla-La Mancha, donde al mes de mayo ya se superaron los 10 puntos, y que en las primeras semanas del periodo estival se ha acercado a los 13. Galicia, el Aragón o Castilla y León, a pesar de que lejos del territorio de la Meseta, también sufren una variación de precios superior al 10%.
Al otra banda del espectro, las Canarias no llegan a los 10 puntos, mientras que la Comunitat de Madrid y el País Vasco se quedan en una inflación del 9,5%. Catalunya tampoco se ha acercado a la media de laEstado , con un índice que se sitúa en los 9,7 puntos –el mismo que las Baleares– mientras que el Valencià País se queda exactamente en el promedio español del 10,2%.