Josep Maria Riu: "El polígono Torreblanca supondrá una revolución industrial para Lleida"

Según el presidente del Colegio de Economistas en Lleida, "nos estamos jugando que nuestros hijos se queden o marchen de Lleida"

Josep Maria Riu, presidente de la sede de Lleida del Col·legi d'Economistes Josep Maria Riu, presidente de la sede de Lleida del Col·legi d'Economistes

Josep Maria Riu, presidente de la sede de Lleida del Colegio de Economistas de Catalunya, es licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universitat de Barcelona (UB), economista, experto en consultoría de empresas y asesor financiero, dirige un despacho profesional en la capital leridana. Antes trabajó como directivo en la banca privada. Además, es profesor asociado de la Universitat de Lleida (UdL) en el área de Finanzas Corporativas y Mercados Financieros.

Recientemente, una encuesta del mismo Colegio de Economistas de Catalunya mostraba que un 36% de las personas creía que el polígono industrial Torre Blanca tendría poca incidencia. ¿Por qué cree qué pasa esto?

Primero, tenemos que contemporitzar que se trata de una encuesta realizada entre un colectivo, el de los economistas que forman parte del Colegio de Economistas de Lleida, que está formado por unos 420 profesionales, y de los cuales no todos participaron. Además, la opinión se nos pidió en un momento en que el proyecto se encontraba en fase de alegaciones.

¿Pero no ha detectado un cierto desconocimiento desde el sector empresarial y económico de un proyecto que parece que será estratégico para Lleida?

Es cierto que hay un cierto desconocimiento desde el punto de vista económico. A la vez, se ha hecho demasiado ruido desde la política. Por otro lado, creo que algunos economistas todavía no han visto la potencialidad de la iniciativa, puesto que les falta conocimiento en profundidad. Se trata de un plan complejo, en el cual ha sido la Cambra de Comerç de Lleida la que ha liderado una visión desde el territorio, identificándolo como una oportunidad económica y empresarial.

¿Cómo puede impactar y ayudar al tejido empresarial la creación de este polígono industrial?

El polígono TorreBlanca-Quatre Pilans creo que puede suponer un salto desde la tradición agrícola a la industrial. En su momento, Lleida perdió el tren de la industrialización. Su economía, actualmente, está muy centrada en los servicios y últimamente con la tecnología gracias al Parque Científico Tecnológico y Agroalimentario de Lleida (PCiTAL). Es una evidencia que carece de músculo industrial y el polígono puede favorecer la creación de un nuevo modelo de empresas. El polígono Torreblanca supondrá una revolución industrial para Lleida duante los próximos 25 años. No vendrá una microempresa, sino los proveedores de las grandes compañías. Se generará nueva actividad económica, diversificada. Creo que podremos ser capaces de revertir uno de nuestros males: la fuga de talento desde la Universitat de Lleida, donde la gente se forma y se marcha porque no somos capaces de ofrecerles puestos de trabajo cualificados. El proyecto del polígono contempla incluso una estación de tren dentro de sus instalaciones. Pienso que representará una nueva dimensión, una especie de revolución, similar a la que supuso el  PCiTAL desde el ámbito industrial. Hasta ahora, Lleida se sostenía con la agricultura y el turismo, quedando al margen del boom industrial. Se trata de una gran oportunidad.

"El aeropuerto de Alguaire es una infraestructura infrautilitzada que se tiene que reaprovechar y que solo tiene una partida de 5 millones de euros en los presupuestos"

¿En qué lugar se sitúa Lleida con relación a Catalunya en el aspecto del crecimiento económico?

El último anuario económico del BBVA dejó la comarca del Segrià en el undécimo lugar de Catalunya, cuando yo creo que tendría que estar en el top-5. Considero que hace años que está en posición de explotar y todavía no lo ha acabado de hacer. En cierto momento, las empresas de Barcelona, ante la falta de espacio, se marcharon de allí, pero la expansión se paró en Tàrrega. Ha habido un cierto estancamiento. Por lo tanto, necesitamos herramientas que creen las bases para atraer capital externo y escaparates para crecer.

Y dentro de estos impulsos, ¿cómo se tendría que replantear el aeropuerto de Lleida-Alguaire?

Ahora ya existe un cierto consenso en que no se planificó bien su dimensión. Dicho esto, tenemos que mirar hacia adelante. En este caso, detecto que hay proyectos, pero falta un liderazgo que los oriente. Estos se tienen que concretar, no como aeropuerto de pasajeros, sino para usos industriales, tecnológicos, escuelas de vuelos, pruebas o el mantenimiento de aviones. Me soprende que, siendo una infraestructura infrautilitzada y de titularidad de la Generalitat que se tiene que reaprovechar, los presupuestos solo destinen 5 millones de euros.

"Hemos ido hacia atrás en la oferta comercial de Lleida en los últimos 10 años y necesitamos modernizar su estructura"

¿Qué posición toman los economistas respecto a la definición del modelo comercial de la ciudad?

El Eje Comercial, la arteria principal de la ciudad de Lleida, está perdiendo atractivo. La digitalización y la pandemia lo han cambiado todo. A los que se oponen de forma frontal a la instalación de una superficie comercial, les haría la siguiente pregunta: ¿Cuánta gente de Lleida va afuera porque aquí no hay un centro comercial? Un centro comercial dinamiza la ciudad, no necesariamente mata al comercio local, sino que diversifica la oferta. Creo que puede haber una convivencia de los dos modelos. Ahora bien, lo que se tendría que debatir es si necesitamos un equipamiento del estilo Torre Salses, Carrefour o el Plan de la Estación. Sin un modelo adicional al actual, nos estamos perdiendo ser una capital de provincia con gran ámbito de influencia, atractiva por su oferta cultural, de ocio y comercial. Hemos ido hacia atrás en la oferta comercial de Lleida en los últimos 10 años y necesitamos modernizar su estructura.

"Con la deslocalización de las empresas, nos estamos jugando que nuestros hijos se queden o marchen de Lleida"

A pesar de tener buena salud, ¿cómo podemos conseguir que el sector agroalimentario, la joya de la corona de Lleida, logre un mayor dinamismo?

Es cierto que presenta buenos números. Pero en este caso, quizás echo de menos que el sector actúe como un hub, como ha pasado en Osona. Si tuviera que pedir algo, sería que las empresas estuvieran más agrupadas, de forma que se constituyera un polo de atracción de otras compañías proveedoras. Se trata de construir una visión global, una marca de territorio común que nos ayude a ganar músculo.

Un tema recurrente que aún no se ha solucionado es el de la deslocalización de empresas por las facilidades fiscales de otros territorios...

Aquí hay que insistir mucho en la labor de las diferentes administraciones. No puede ser que un 20% de las empresas de Lleida se vaya a la Franja de Ponent por las facilidades de instalarse en Aragón y las trabas administrativas que se ponen en Catalunya. La Administración tiene que actuar como facilitadora, puesto que un exceso de regulación es entorpedecedor. Nos estamos jugando que nuestros hijos se queden o marchen de Lleida.

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