La lavadora tiene los días contados

La proliferación de lavanderías autoservicio, que ya mueven 75 millones de euros en España, denota el creciente cambio de hábitos respeto un electrodoméstico que ya se ve como prescindible

Si nos fijamos en los comercios de las ciudades enseguida observaremos un fenómeno que vive un auténtico boom: el de las lavanderías autoservicio. En España ya hay 15 redes de cadenas que han abierto más de 700 establecimientos con un volumen de negocio alrededor de los 50 millones de euros. "La lavadora tiene poco tiempo de vida y mucha gente empieza a probar este servicio cuando se estropea la suya", explica a VÍA Emprendida Roberto Haboba, fundador de Fresh Laundry. Su red de lavanderías ya llega a la cuadragésima, la gran mayoría franquicias situadas en Cataluña, pero con presencia también en Madrid, Pamplona o Valencia. "El año que viene esperamos llegar a Andalucía", explica sobre sus planes de expansión.

Un despliegue comprensible teniendo en cuenta que la presencia de lavadoras a los hogares españoles ya hace tiempos que va de baja. Y esto para no hablar de las secadoras. Según los datos que presenta el sector, casi 200.000 hogares en España ya no tienen lavadora, especialmente en las que vive una sola persona.

Un cambio de hábitos
"Hemos creado un hábito, es una necesidad. La gente necesita lavar la ropa y cuidarla, y en estas lavanderías lo puede hacer de una manera mejor", defiende Haboba. Por el propietario de Fresh Laundry, el boom de las lavanderías autoservicio lo explican dos caras de una misma moneda. Por un lado hay el usuario, con "gente joven que opta por este servicio que le es más cómodo. Constantemente cambiamos de hábitos buscando más comodidades y lavar en una lavandería es más práctico, rápido y económico", asegura.

A la otra banda hay la oportunidad de negocio. Un golpe se intuye la recuperación de la situación económica, aparecen inversores que "lo ven como un negocio que puede ofrecer beneficios, no requiere personal y tiene poco riesgo". Además, añade, "que sea un servicio te asegura la continuidad en el tiempo".

Haboba tiene claro que el mercado de las lavanderías autoservicio todavía tiene campo para recorrer. "Irá además porque la necesidad apenas se está creando. Evidentemente llegará un momento que quedará cubierta y las lavanderías que no estén muy ubicadas o gestionadas tenderán a cerrar", reflexiona.

Una inversión de 80.000 euros
El modelo de franquicia que propone Fresh Laundry requiere una inversión inicial de 80.000 euros. Es la cifra que más se ajusta al modelo que han comprobado como rentable desde que el 2011 Haboba puso en marcha la idea, a pesar de que ya hace diez años que abrió su primera lavandería autoservicio en Barcelona y a idear otros para terceros. "Era un negocio muy nuevo, que se veía un poco extraño", reconoce.

La novedad ya no lo es tanto, y a Fresh Laundry plantean a los inversores interesados un formato con cinco lavadoras y tres secadoras. "Ya hace años que lo hemos estudiado y es lo más rentable", dice Haboba. "Hay gente que quiere invertir menos y se equivoca", advierte. "Piensan que cuando los vaya bien pondrán más máquinas, pero es un error. Es como abrir un restaurante con dos mesas", añade.

A la hora de abrir el establecimiento, el inversor puede contar con la colaboración de la marca, que pone a su disposición los estudios de mercado por concentración de gente, por circulación y por dimensiones del local. "Calculamos una lavandería cada 15.000 habitantes", precisa Roberto Haboba. A partir de aquí, remarca, "no tiene canon de entrada ni royalties. Sólo un contrato de franquicia para el uso de la marca".

Por otro lado, últimamente han añadido una máquina más en algunos establecimientos: "una lavadora específica para piezas de animales con productos especiales para lavar sus almohadas o mantas", explica orgulloso el fundador de Fresh Laundry.

Un uso que se extiende
A pesar de que para muchas personas sentir a hablar de lavanderías autoservicio los transporte a películas y series norteamericanas, su uso también es cada vez más popular a nuestras calles. "Hace diez años era más sectorial, pero hoy incluso gente mayor utiliza las lavanderías para lavar mantas y cortinas", dice Haboba.

El fundador de Fresh Laundry evidencia que en Norte-América el hábito de ir a la lavandería autoservicio tiene un recorrido de ya hace muchos años, pero recuerda que al resto de Europa también existe. "Si vas a Inglaterra, Alemania, Italia o en Francia, donde hay 45.000 lavanderías de autoservicio, también lo tienen incorporado a su sistema de vida", asegura.

Al fin y al cabo, concluye, quién lo prueba voz que "tiene un horario amplio, wifi gratis e incluso puede ser un acto social: se encuentra gente o puede leer un libro".
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