Las monedas alternativas al euro

El dinero alternativo al sistema oficial sirve como herramienta para crear un mercado local más eficiente donde el objetivo principal nunca será la riqueza personal

"Las Ecoxarxes han demostrado tener una cierta relevancia a escala de demasiado crítica y participantes. Han permitido hacer un pequeño salto, un tipo de 2.0 del intercambio clásico". Así valora Dídac Costa los ocho años de trabajo de este movimiento que ayudó a nacer en la zona del Montseny como sistema alternativo para el intercambio de servicios entre usuarios.

El 2009 ideó el proyecto sabiendo que para la mayoría sonaba demasiado utópico, pero de entonces acá el movimiento ha ido creciendo a escala mundial. Y se nota en encuentros como la  IVConferencia Internacional de Monedas Sociales y Complementarias, organizada por la UOC, que desde miércoles y hasta este sábado reúne en Barcelona los principales economistas, sociólogos y filósofos del mundo que defienden el uso de monedas complementarias.

En el caso de Cataluña, el Ecoxarxa es el sistema con más fuerza y presencia. Surgió con la idea de dinamizar el mercado de la zona y dar valor al talento y capacidades de la ciudadanía. Combina varios modelos económicos, entre los cuales Costa destaca la generación de riqueza colectiva y la posibilidad de comprar moneda social con euros para poder entrar a formar parte de la red. "Es una moneda más humana que el euro y que nos permite ser un escaparate de la economía social y solidaria generado con la colaboración de todo el mundo", señala, "hemos creado un sistema hecho por activistas pero no sólo para activistas".

Cómo funciona?
La moneda es digital, de forma que una persona puede empezar con 0 ecos y ofrecer servicios para ganar dinero. Cada vez que una persona hace una compra, se le resta de su monedero, pero si no tiene dinero, genera una deuda que sólo puede saldar si ofrece algo a la comunidad. El objetivo nunca será generar riqueza, porque la moneda no tiene intereses, sino dinamizar este mercado en constante crecimiento.

También se pueden adquirir ecos a través de la plataforma en linea o bien en las ferias presenciales que periódicamente organizan las Ecoxarxes.



Ayudar el usuario y el pequeño productor
Hoy en día se pueden encontrar una veintena de Ecoxarxes distribuidas por todo el territorio catalán, amparadas bajo el paraguas de la Cooperativa Integral Catalana. Cada una de las organizaciones locales actúan como una cooperativa de consumo, de forma que los miembros que forman parte acumulan monedas que después se pueden intercambiar por euros y comprar a proveedores del territorio para cubrir las necesidades de alimentos.

La base de este sistema es llegar a tener un mercado local capaz de autoabastir-se. "Si tenemos ya un productor de fruta, no integraremos otro; buscaremos otro profesional que cubra otra necesidad", detalla Costa. La red cuenta con proveedores que tanto pueden usar la moneda como no usarla. A estos últimos se los paga con euros, pero con los euros obtenidos de aquellos que han intercambiado la moneda por el dinero social de la zona.

Así, periódicamente o bien en ferias, los miembros que forman parte de una red pueden hacer sus compras de comer u otros productos y servicios a este tipo de despensa nutrida con actores del sistema. Cada decisión que se toma y que afecta la organización se hace colectivamente, por el que el hecho de "comprar una determinada cantidad de arroz y a quien", pone como ejemplo el experto en moneda social, "dependerá del que decida la comunidad".

Es un mecanismo que tiene que permitir a los usuarios adquirir su cesta de la compra al territorio y a proveedores que son ecológicos de verdad. "Si compres carne bio en una gran superficie, estás poniendo dinero en un mercado agroalimentario industrial, con nosotros compras a los pequeños productores", subraya. Además, la organización de ferias o la exposición de productos en el que denominan "despensa" permite a usuarios en potencia descubrir los productos de aquella Ecoxarxa e intercambiar unos euros que serán los que permitan seguir comprando a nuevos proveedores de calidad.

Más que una cesta de la compra
"Igual que en la economía capitalista se crean lugares de trabajo o hay un sistema determinado de gestión de la vivienda, nosotros también queremos llegar a estos ámbitos". Son objetivos de futuro que, afirma Costa, la cooperativa tiene muy marcados. Mediante las Ecoaldees, Costa ya ha puesto en marcha un nuevo proyecto para crear espacios de convivencia "donde se utilicen monedas sociales, donde se pueda vivir de manera comunitaria, donde tener productores ecológicos y dónde, en definitiva, haya más soberanía".

La base de todo es que todos los actores se coordinen para tener un mercado eficiente. Posiblemente una necesidad que se ha hecho más fuerte después de la crisis, apunta Costa, un momento en qué muchos consumidores "han visto que hace falta una nueva economía".

 

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