Los famosos que mejor invierten el dinero

Deportistas, músicos o actores encuentran a menudo en la emprendeduría una manera de multiplicar sus fortunas

"Si tuviera dinero, montaría un negocio de...". Todos tenemos el clásico amigo que asegura haber tenido la mejor idea de negocio del mundo, pero el único problema que tiene es que le falta la financiación para llevarla a cabo. A la práctica, el dinero no son nada más que una excusa para continuar sentados haciendo la cerveza del viernes por la noche y no tener que arremangar-se de verdad a poner en marcha una empresa. Quien no puede usar esta excusa, pero, son los mejores deportistas, músicos o actores. Las auténticas celebrities disponen de este dinero y algunos de ellos han decidido probar suerte en los negocios más allá de su trabajo habitual. A lo largo de este 2016, a VÍA Emprendida hemos conocido de la mano de Víctor Solvas las curiosas historias de muchos famosos que se han atrevido a lanzarse a la piscina.

Aprovechar los valores del deporte
Lanzarse a la piscina es el que más debe de haber hecho a su vida Michael Phelps. Conocido como "el tiburón de Baltimore", se ha convertido en la auténtica leyenda de la natación después de acumular tantas medallas de oro a los Juegos Olímpicos que no le caben al cuello. Y está claro, si eres lo mejor nadador de la historia, qué negocio harás? Correcto, una línea de banyadors.

A la vida de Phelps, pero, no todo ha sido coser y cantar. O bracear y recibir medallas. Sus problemas con el alcohol le hicieron perder buena parte de los contratos de patrocinio de varias marcas cansadas de pagar para no obtener a cambio el bien más preciado, los valores positivos del deporte. Una situación que también ha vivido su colega Ryan Lochte, a quien una alocada noche en Río de Janeiro durante la pasada Olimpiada le costó cara.

A quien los negocios le van como sortija al dedo es a Gerard Piqué, decidido a convertirse en un empresario de éxito cuando abandone los campos de fútbol. El suyo es uno de los ejemplos paradigmáticos de como disponer de altos ingresos puede hacer entrar en un círculo virtuoso si se combina con un buen olfato empresarial y te rodeas del equipo adecuado. Otro futbolista que ha sabido moverse más allá del césped es David Beckham, a quien la habilidad en el marketing seguramente le ha costado que no se valore bastante una más que digna carrera futbolística.

Si pasamos a coger la pelota con las manos, los jugadores de la NBA son los que más posibilidades tienen con contratos de lo más suculentos. Hay que optan para entrar al negocio de las pizzas, como LeBron James; mientras otros quieren trasladar la innovación de su juego a las redes sociales, tal como intenta Stephen Curry. Para no hablar del hombre hecho marca, el más grande de todos los tiempos: Michael Jordan.

Negocios que suenan bien...o no
Cuando eres una celebrity de la música te puedes llegar a creer capaz de competir con Spotify, tal como ha hecho Jay-Z. Más suerte ha tenido su pareja, Beyoncé, convertida en una de las caras que revoluciona el marketing musical. Otros como Selena Gómez aprovechan su querencia a Instagram con su selfie del medio millón de euros; o la incansable Britney Spears adentrándose en el sector de la lencería. Dos artistas que, a pesar de todo, todavía tendrán que trabajar mucho para igualar el triunfador Justin Timberlake más allá de los escenarios.

A su lado, otras grandes estrellas de la música no han acabado de triunfar en los negocios. La monstruosa startup de Lady Gaga o la aburrida red social de Justin Bieber son los principales ejemplos. Quizás su problema es que no han tenido la habilidad de risa's de un mismo demostrada por Chenoa, la primera a sacar réditos de greatest hits como el incomparable "Yo en chándal no salgo más".

Las mejores actuaciones detrás de las cámaras
Y si hablamos de celebrities no podemos dejar de banda los actores. Ashton Kutcher se ha convertido en el rey de las inversiones tecnológicas, Jessica Alba vende productos naturales por valor de más de un millón de dólares; y Jennifer Aniston aprovecha que cada año que pasa está más joven para hinchar todavía más su cuenta corriente gracias a los productos cosméticos.

En Hollywood también encontramos un Robert de Niro que apuesta por la restauración y la hoteleria, la emprendeduría de proximidad de Sandra Bullock o dos gemelas que prácticamente eran ricas antes de nacer y que todos conocemos aunque hagamos ver que no. Sí, tú también sabes quién son las germanas Olsen.

Pero alerta, no sólo los actores norteamericanos hacen inversiones en el mundo de la empresa. En España también encontramos casos (interesantes?) como los de los alimentos de Bertín Osborne, el LinkedIn de actores que promueve Antonio Resinas o los diversos intentos desafortunados de Antonio Banderas para triunfar como inversor.

Sea como fuere, con más o menos éxito, queda claro que las celebrities son conscientes de la necesidad de mover el dinero. Quien ya lo ha movido todo es el conejo de Playboy, que este 2016 salía al mercado. Una retirada a tiempo siempre es una victoria.
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