MWC y Barcelona, la crónica de un enamorament

El encanto de la ciudad, su potencial hotelero y la murrieria de la Feria trajeron a la capital catalana un acontecimiento que ya la considera casa suya

"El único lugar donde hablamos de Mobile World Congress (MWC) es aquí, la gente en el mundo dice: nos vemos en Barcelona". Aleix Valls, CEO de la Mobile World Capital Barcelona, ejemplifica de este modo a VÍA Emprendida hasta qué punto la ciudad y la feria que empieza este lunes se han convertido en indisociables. Este año es la duodécima vez que el congreso se celebra en Barcelona y se habla constantemente, pero poca gente conoce la auténtica historia de cómo llegó a la ciudad. Una reunión en Madrid, un director ferial francés presumido y la intuición de los dirigentes de Feria de Barcelona tendrían mucho que ver.

Pere Camprubí es el director del área de Negocio Externo de Feria de Barcelona, la que se dedica a identificar acontecimientos con potencial interesante para intentar traerlos a la ciudad. "Estos congresos nacen en una reunión de 100 personas y van creciente", ironiza a VÍA Emprendida sobre una feria que ha crecido exponencialmente al ritmo que lo ha hecho la industria. "Al 1995 hubo una reunión en Madrid y se decidió que se hacía en Cannes, pero al final la ciudad quedó pequeña", recuerda.

Antes de llegar a Barcelona, el congreso de la industria móvil se celebró durante diez años a la ciudad francesa. "Los profesionales de ferias se reunían a la XM Europe, que fue absorbido por la Unión de Ferias Internacionales. La del 2002 se hizo en Cannes y su director presumió que tenía hasta el 2005 una feria muy xula que se decía 3GSM WorldCongress ", relata Camprubí. "Esto es el que nos alerta, vemos la oportunidad para traerla aquí al 2006 y empezamos a perseguirlo", añade.

Al 2004 la feria EIBTM se celebró por primera vez en Barcelona y responsables de LSO se acercaron al mostrador de Feria de Barcelona dentro del estand de Turismo de Barcelona. LSO era la agencia de viajes que trabajaba por el congreso de la industria móvil; su interés para conocer las instalaciones de Montjuic alerta sobre la posibilidad real de captar el congreso. Poco después, directivos de la GSMA aterrizaban en la ciudad para conocer de cerca el espacio ferial de Montjuic.

Muy a menudo se ha explicado que París y Milà también optaron a llevarse una feria que entonces reunía poco más que ingenieros de telecomunicaciones. Por Camprubí, pero, Barcelona no tuvo rival. "estuvimos en el momento oportuno en el lugar idóneo con la propuesta oportuna", resalta. Con la experiencia de años dedicándose a captar congresos, el dirigente de la Feria de Barcelona explica que el importante es ofrecer una buena combinación de ciudad y recinto. "El espacio es el condicionante físico más claro y el de Montjuic gustó a la GSMA por su look un poco old fashioned y para ser un entorno industrial dentro de la ciudad", revela.

Cannes acogió el congreso por último golpe el 2005. Cedida


En cuanto a la misma Barcelona, la enamorament de la GSMA con la capital catalana fue casi inmediato. "Los encantó el tema del mar, que en Cannes ya era un valor. Las grandes empresas contrataban barcos que llegaban a Cannes, que tiene el puerto junto a la feria. Aquí el primer año lo reprodujeron con algunas actividades al puerto", indica Camprubí. Barcelona también tenía playa, puerto, era una ciudad mediterránea... y una con un gran potencial hotelero. "Esta era una limitación en Cannes", observa el dirigente de la Feria.

Todo el mundo empuja
"A pesar de que Feria fuimos el primer filtro, a través de Turismo de Barcelona y el Convention Bureau enseguida ayudaron porque se implicara todo el mundo", asegura Camprubí. Recuerda con agradecimiento el apoyo unánime del Ayuntamiento y la Generalitat, pero agradece especialmente la tarea de Jaume Tomàs y Josep Vado (presidente y director general de Feria), además de la de Joan Gaspart desde Turismo de Barcelona. "El trabajo que se hizo desde la Feria fue más de cocina, un trabajo técnico. Pero Joan Gaspart tuvo un papel impulsor para ayudar que todo el mundo fuera a una. Fue el gran vendedor de la ciudad".

  Asistentes Expositores Periodistas
Cannes 2005 34.900 600 1.200
Barcelona 2006 51.000 962 1.900
Barcelona 2017 (previsión) 101.000 2.200 3.900


El 2006 el congreso llegaba finalmente en Barcelona y lo hacía ya con la denominación Mobile World Congress. "Que cambiara el nombre en 2006 fue coincidencia", está importancia el dirigente de Feria de Barcelona. "Antes era 3GSM por la tecnología 3G, pero con el impulso de nuevas tecnologías estaba claro que había que cambiar el nombre".

El primer contrato con la GSMA cubrió las ediciones del 2006 al 2009, acuerdo que se amplió más tarde hasta el 2012. El momento clave, pero, tiene lugar un año antes, el 2011. "La GSMA lanzó un concurso internacional entre todas las ciudades para adjudicar el congreso del 2013 al 2017", recuerda Camprubí. Entonces el acontecimiento ya era un caramelo con muchos pretendientes y había que ligarlo.

"Dentro de las bases del concurso había hacer un proyecto de desarrollo del mundo de las tecnologías móviles, en el cual la Fundación Mobile World Capital es el instrumento que nos inventamos porque haz la promoción del sector", recuerda el responsable de Feria de Barcelona. Un instrumento que explica en buena parte la continuidad del acontecimiento en Cataluña. "Con la Capital, Barcelona se presenta en el mundo como la ciudad ideal para alojar el congreso de tecnología móvil", explicaba Aleix Valls al último comer-debate Techno-Lunch organizado por el CTecno. "Hicimos hincapié en la transformación digital", añadía. Al 2015, todos juntos conseguían prorrogar el contrato, de momento, hasta el 2023.

Las causas del amor
Ya se sabe que el enamorament no dura por siempre jamás y el que parece maravilloso al principio con los años se puede hacer rutinario. Conseguir que no se apague la llama entre la GSMA y Barcelona ha requerido, según Aleix Valls, "varios ingredientes". El primero es el mismo crecimiento del congreso. "Nació como una feria de ingeniería de telecomunicaciones, pero las soluciones móviles han convergido con Internet y han hecho que el sector florezca con un impacto global en la industria y la sociedad", indica.

 


Por supuesto, Barcelona es el otro ingrediente. En habla Therese Jamaa, General Manager de GSMA. "Lo vi desde fuera, como empresa participando, Barcelona es una ciudad acogedora, hay talento, es muy abierta, muy tolerante. La ciudad en sí misma es fenomenal, hay arte y buena comida, pero no hace falta que yo la venda, ya lo hace suela".

También Aleix Valls destaca que "la ciudad se ha volcado con este congreso desde la excelencia en la operación y como plataforma de bienvenida". En definitiva, "ha conseguido posicionarse como punto de encuentro de la industria".

El CEO de la Mobile World Capital apunta también que la rapidez en la agenda de innovación de este sector tiene una cierta similitud con la de la moda. "Necesitas constantemente lanzar novedades para mantenerte como empresa liderando el sector. El MWC ha conseguido posicionarse como el salón de moda, el lugar donde es obligatorio lanzar estas novedades". Fijar el calendario de la industria ha conseguido crear un pescado que se muerde la cola. "Si es el lugar donde se presentan las novedades, es el lugar donde quiero ser", resume Aleix Valls.

Al fin y al cabo, esta semana al MWC ya no sólo hay fabricantes de antenas o de terminales. "También hay empresas de la automoción, ponentes y conferencias de gente muy diversa. Se ha hecho una buena lectura de como la transformación digital de la sociedad se ha podido ir recogiendo dentro del producto ferial", celebra Valls. De momento, el MWC sigue enamorado de Barcelona. A pesar de que hay historias que no acaban bien, también hay historias que no acaban.
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