El 27 de mayo del año 2020, el mundo estaba encerrado en casa para no colapsar un sistema sanitario que luchaba contra un enemigo invisible llamado Covid-19. En Bruselas, en pleno corazón de Europa, Ursula von der Leyen daba a conocer las bases de lo que después hemos conocido como Next Generation. "Una economía en dificultades en un lugar de Europa debilita una economía fuerte en otro lugar", con estas palabras, la presidenta de la Comisión Europea hacía un resumen del espíritu del plan de 750.000 millones de euros con los cuales se quería aprovechar la crisis para reorientar el ecosistema empresarial y económico del continente.
Tres años después del discurso de la dirigente alemana, los fondos Next Generation y todo el universo complementario han tenido un impacto, directo o indirecto, en nuestras vidas. El análisis del contexto actual ha sido el eje principal de una jornada organizada por la consultora FI Group. "Los NG llegaron para generar un efecto contracíclico y, a la vez, crear una expectativa que incida en la toma de decisiones de muchas empresas", apunta Aleix Cubells.
A la hora de hacer balance, el director general de Fondos Europeos y Ayudas de Estado de la Generalitat lamenta cómo los recursos comunitarios "no han llegado tan rápidamente y fácil cómo todo el mundo pensaba". Principalmente, Cubells sitúa esta problemática en los "obstáculos" de un Estado que ha apostado por "una gestión centralizada que solo ha descentralizado hacia los ministerios". Sin dejar la crítica hacia el Gobierno de Pedro Sánchez, el dirigente de la administración catalana ha descrito los puntos débiles de Madrid.
Un primer elemento, según el criterio de Cubells, es el gran volumen de convocatorias y la dispersión que esto provoca. En segundo lugar, los plazos para presentar las solicitudes y por último la existencia de muchos organismos diferentes. "Ante este escenario hemos concentrado los esfuerzos en tareas de acompañamiento y hacer un mapa de las convocatorias", expone el director general.
El margen de maniobra desde Catalunya
En plena sintonía con el discurso mantenido por la consejera Natàlia Mas, desde el área de Fondos Europeos se recuerda "el poco margen de maniobra" en la gestión de los recursos. Aun así, la Generalitat celebra que "ya se han movilizado un 70% de los 3.400 millones de euros asignados". Dinero que en gran parte se ha obtenido a través de un constante juego de equilibrios dentro de las conferencias sectoriales y las convocatorias de concurrencia competitiva.
Por lo que respecta a la aparición de los Perte, Aleix Cubells se ha mostrado favorable a "concentrar algunos recursos sobre sectores estratégicos". Ahora bien, el alto cargo ha recuperado el discurso burocrático para dictaminar que "gran parte de los problemas van relacionados con el grado de ejecución". En este punto, Cubells ha querido desmitificar el papel de los Next Generation."El diseño del plan de recuperación no nos tiene que condicionar lo que queremos ser", afirma el ingeniero naval. Toda una declaración de intenciones para el futuro.
"Aquello que no tenga cabida en los Next Generation buscaremos vías de financiación alternativas", declaran desde la Generalitat. Por sectores, la focalización se dirige hacia la neurociencia, los chips, la atención a las personas y la movilidad.
2023-2026: ¿Cómo irá Catalunya?
Una vez superada la fase central de los Next Generation, los agentes implicados se preguntan cuál será la próxima fase. "Tenemos que mantener la transformación de la economía cómo un elemento prioritario y plantear expectativas controladas", insiste Aleix Cubells. La hoja de ruta de la Generalitat pasa para reforzar las actuaciones en los sectores de la movilidad, la ciencia, la industria, la alimentación y el mundo farmacéutico.
Para aprovechar el impulso de los Next Generation en el periodo 2023-2026, el Govern no descarta la creación de nuevos mecanismos financieros a través del Institut Català de Finances. "No vale presentar un proyecto a dos meses vista porque hay la convocatoria", así Cubells ha fijado algunas líneas rojas. El director general de Fondos Europeos es partidario "de elegir y promover proyectos con una estrategia definida". Bajo el criterio de la Generalitat, un mecanismo cómo la oficina Next Generation "puede hacer la primera orientación", pero el objetivo tiene que ser que "cada cual pueda analizar su entorno".
Maximizar esfuerzos y ser más selectivos
En su turno, Xavier Elizondo ha hecho autocrítica asegurando que desde la administración hemos "aprendido a ser más selectivos y buscar proactivamente las empresas que pueden aprovechar mejor las convocatorias". Sin entrar en el detalle de los datos, el jefe de la oficina Next Generation de Acció percibe que se ha hecho "un buen trabajo" con el asesoramiento a la media y la gran empresa. Respecto de si los negocios pequeños han sido los grandes olvidados, Elizondo reconoce que "no se pueden hacer demasiadas valoraciones, porque hay poca cosa para ellos (pequeñas empresas)".
El mundo empresarial también ha tenido su cuota de protagonismo en la jornada. El director de Operaciones de Silence, Marc Camarasa, ve los Next Generation cómo una oportunidad "para capitalizar proyectos que ya teníamos planificados". En respuesta a los discursos que critican la concentración de recursos en determinados sectores, Camarasa ve razonable que "los recursos se asignen en función del peso específico del sector dentro de la economía". La cofundadora de IDP Pharma, Laura Nevola manifiesta cómo los Next Generation "tampoco han cambiado mucho de lo que ya se destinaba antes al ámbito biotech". En clave de gobernanza, Nevola ve "fundamental" la colaboración público-privada. Un efecto positivo de los fondos extraordinarios ha sido "la simplificación de los proyectos".