Ni Obamacare ni Trumpcare

La reforma sanitaria queda en stand by y amenaza al dejar 56 millones de norteamericanos sin seguro médico, la misma semana que la historia del KremlinGate se complica y Don Jr quizás tendrá que dar más explicaciones

Ni Trumpcare ni Obamacare Ni Trumpcare ni Obamacare

La reforma sanitaria vive los tiempos más convulsos. La semana pasada explicábamos que los republicanos estaban lejos de poder presentar una moción en el Senado para convertir Trumpcare en ley. Finalmente, sábado, los republicanos se quedaron en minoría y, a pesar de intentar convencer a dos moderados para aprobarla esta semana, martes los dos senadores anunciaron que no apoyarían esta reforma. La reacción de Trump no se hizo esperar y anunció que habría que derogar Obamacare sin aprobar ninguna alternativa.

Esta advertencia del presidente de los Estados unidos tiene dos problemas. El primero que necesita 60 senadores para hacer esto y, por este motivo, culpó a los demócratas del fracaso de la reforma. El segundo es que la CBO, la oficina presupuestaria, publicó un informe de emergencia: derogar Obamacare sin aprobar una ley sanitaria que la sustituya dejará 32 millones de norteamericanos adicionales sin seguro médico (56 millones si sumamos los 26 de Trumpcare originales). Además, la CBO estima que el mercado sanitario colapsará el 2026 y que las primas de los seguros podrían llegar a duplicar su precio. Los moderados se niegan en redondo a optar por esta formula que, según Trump, provocará que los Demócratas sieguen a la mesa de negociación y salga unona reforma sanitaria bipartita.

Puesto que la precampaña de las midterms empieza después de las vacaciones de agosto –aunque Trump imparte una charla en Ohio el 25 de julio-, el Presidente ha pedido a congresistas y senadores que no marchen de vacaciones hasta poder derogar Obamacare. Además, ha amenazado a los moderados con disputarlos las primarias para hacerlos perder la nominación.

Así pues, el partido republicano pasa por un momento de máxima tensión que, casualmente, coincide con una noticia sobrecogedora: el senador republicano John McCain, muy respetado en todo el país, ha pasado, como Ted Kennedy, por un cáncer cerebral muy agresivo e incurable. Las muestras de apoyo y ánimo a McCain no se han hecho esperar en todo el espectro político y ciudadano.

Más negociaciones: NAFTA y refugee bando

En paralelo, esta semana se han producido dos hechos de máxima relevancia. Por un lado, los Estados Unidos han anunciado oficialmente que el 16 de agosto empieza la negociación del NAFTA entre los EE.UU., México y el Canadá. El resultado es relevante sobretodo para averiguar qué criterios quiere establecer la Administración Trump en los acuerdos comerciales, especialmente con el Reino Unido si el Brèxit se acaba produciendo. También por la Unión Europea puede ser una señal de vital importancia en un futuro no demasiado lejano. Por la otra, el Tribunal Supremo ha vuelto a dar la razón al Presidente Trump y podrá aplicar, con excepciones, su refugee bando. Eso sí: de momento.

Don Jr entrega la documentación

La historia del KremlinGate sigue escalando lenta pero inexorablemente. Esta semana hemos tenido muchas noticias relacionadas con Don Jr, el hijo de Donald Trump que fue cazado en una reunión con fuentes próximas a Vladimir Putin. En la reunión con ocho personas desconocíamos la identidad del octavo pasajero, pero el diario conservador The Daily Beast ha explicado que se trata de Ike Kaveladze, un viejo conocido de los servicios de inteligencia de los Estados Unidos, que fue acusado de blanquear 1.500 millones de dólares durante los años 90 a través de compañías de petróleo.

Los Comités de Inteligencia y Justicia del Congreso y del Senado no pierden el tiempo y ya han enviado una citación a Don Jr para comparecer a ambas comisiones que, además, incluye requerimientos de salvaguarda y entrega de documentación. Además, la Comisión de Intel del Senado ha pedido permiso al Fiscal Especial Robert Mueller III para hacer atestiguar al marido de la hija del Presidente Trump, Jared Kushner, y a Paul Manafort, asesor del Presidente y miembro de la campaña en sesión cerrada al público, el que implica que estará obligado a proporcionar información clasificada si se tercia.

Trump se enfada con Jeff Sesiones y Robert Mueller

La reacción del Presidente Trump ha sido muy negativa. Mientras Ian Bremmer, politólogo especialista en Eurasia, explicaba en primicia que Donald Trump rompió el protocolo de Seguridad Nacional manteniendo una segunda reunión sin traductor con Vladimir Putin - que la Casa Blanca niega que fuera una reunión sino un encuentro después de la cena-, el Presidente ha dicho dos cosas alarmantes.

La primera, que no hubiera contratado Jeff Sesiones como Fiscal General del Sido si llega a saber que se recusaría en el KremlinGate, el que sugiere que podría ser despedido.

La segunda, que despedirá a Robert Mueller III si investiga sus finanzas más allá del KremlinGate. Para poder despedir Mueller le hay que despedir antes a Sesiones y también a su adjunto, Rod Rosenstein, quién nombró a Mueller. Ahora bien, su partido no le dejará hacer. Adam Schiff, republicano de la comisión de intel, ha dicho abiertamente que si el Presidente Trump despide Mueller lo volverá a contratar el Congreso. Además, Robert Mueller amplió jueves las transacciones que investiga sobre el Presidente Trump.

El Velocirraptor

La revista Time también empieza a producir material de alta calidad sobre Rusia y los EE.UU.. No se pierdan esta pieza sobre la lucha sepultada de los servicios secretos de ambos países. Hace unas semanas los explicamos que al fiscal general de Nueva York le dicen TheVelocirraptor . Atención a las noticias de las próximas semanas.

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