Carles Puigdemont, la cara más visible de la política catalana | B. Moratón (ACN)
Carles Puigdemont, la cara más visible de la política catalana | B. Moratón (ACN)

Ni políticos ni hipotecas en Cataluña

La situación del mercado de la vivienda condiciona la percepción de la economía catalana pero también la desconfianza ciudadana en la política dibuja un paisaje inestable

La semana económica catalana nos ha proporcionado más información sobre el estado de la economía catalana. La entrada de pedidos al sector manufacturer, inflación, condiciones de vida e hipotecas son los datos que han aparecido esta semana pero también las preguntas de la Idescat demuestran que la confianza de los ciudadanos de Cataluña en sus políticos es cada vez más baja.

La presión que está ejerciendo el precio de alquiler sobre el bolsillo de las familias catalanas ha provocado que cada dato que sale sobre el mercado inmobiliario sea examinada minuciosamente para obtener información valiosa sobre la evolución coyuntural del alquiler. Es el caso de las estadísticas sobre hipotecas, que a todo el Estado han tenido una variación interanual el diciembre de 2017 del 0% (-17% en términos intermensuals y 9,7% en términos anuales acumulados) mientras que en Cataluña la variación intermensual ha sido del -28,8% y del -5,3% en términos anuales. Cataluña ha sido la comunidad donde más ha caído la cifra de hipotecas en términos mensuales a todo el Estado, el que sin duda señala que el proceso sí que ha afectado al mercado inmobiliario.

Está para ver si las compras se han dejado para más adelante o si, por el contrario, es inversión que no se producirá. Los próximos meses tendremos la respuesta. En términos de capital hipotecario la variación respecto al mes de noviembre ha sido del -28,5% y un -3,3%, pero Cataluña no es la última del Estado en términos de capital hipotecado, sino la quinta por la cola el que es un matiz al número de hipotecas.

"Las cifras de hipotecas demuestran que el proceso sí que ha afectado al mercado inmobiliario"

Por otro lado, la tasa de inflación ha caído a todo el Sido tal como los forecasters esperaban debido a la bajada del precio de la electricidad, fundamentalmente. Cataluña, Navarra y Canarias son las comunidades donde la tasa de inflación ha caído menos. Esta tasa ha sido del 0,9% en Cataluña (viniendo de un 1,2%) el que, a la vez, modera mucho el dato tan malo de las hipotecas, puesto que una menor caída de la inflación señala que la demanda interna y externa es muy robusta en relación con el resto del Estado.

Aun así, al Sido la tasa de inflación es del 0,6% viniendo del 1,1%, siendo el epígrafe de vivienda el que más cae, puesto que es donde se incluye el componente eléctrico. El cierto es que todos los epígrafes caen de forma marginal, el que señala que la economía española podría sufrir una desaceleración pero la marginalidad de la caída me hace ser prudente al respeto y prefiero esperar a ver los datos de las semanas próximas para saber del cierto si hablamos de una desaceleración permanente o si es un fenómeno puntual.

La semana política sigue muy movida tal como viene siendo el habitual los últimos meses. El otro día recomendé al sistema político catalán que tuviera mucha cura porque la desconfianza se va apoderando de la población. Esta semana Idescat ha publicado una serie de indicadores de condiciones de vida y progreso social. Entre estos indicadores destaca, en términos políticos, los de inclusión, derechos y participación que no son ninguna buena noticia por el sistema político. La confianza en los políticos catalanes se mide entre el 0 y el 10. El año 2010 la nota era del 4,5 y el 2011 aumentó hasta el 5,1. Desde entonces no deja de caer de forma marcada y en 2017 está en un preocupante 3,8 (3,7 el 2016 y 3,4 el 2015).

A pesar de que esto sugiere que Carles Puigdemont tiene un buen ràting de aprobación -entre 2015 y 2017 ha aumentado 4 décimas-, el hecho que la nota sea tan baja no es una buena señal, puesto que cuando la confianza en la política es baja, los incentivos para utilizar un exceso de propaganda son elevados. Si trasladamos qué efecto tiene esta confianza tan exigua en la transparencia enseguida nos daremos cuenta que los incentivos para ser transparente cuando pocos confían en tú son muy bajos porque un aumento de la transparencia no se traduce en más votos. El sistema político catalán tiene un problema grave y el que es peor es que no parece que nadie sea consciente ni, todavía peor, tome ninguna medida al respeto.

"El sistema político catalán tiene un problema grave y el que es peor es que no parece que nadie sea consciente"

Tener a la cabeza la baja confianza de la población en el sistema político catalán ayuda a entender los acontecimientos que tendrán lugar la próxima semana al Parlamento. Más filibuster, más conflicto, poca política, mucho show y mucha propaganda. Hay algunas señales que sugieren que entre viernes y lunes la política catalana puede vivir algunos golpes de efecto inesperados pero la baja confianza en el sistema político me dice que no tendrá prácticamente efecto entre la población.

Todo indica que volveremos a tener rock'n roll del bono los próximos días pero tenemos cuidado, no sea que suene la música y la pista de baile esté vacía.

Més informació
Suiza, la (buena) elección de Gabriel
La fiebre del sur de Europa
Las 3 incógnitas de Cataluña
Hoy Destacamos
Lo más leido