Las nuevas caras de un Nàutic de transición

La fidelización de los nuevos públicos se proyecta como la clave de un acontecimiento marcado por el crecimiento de la navegación y la falta de producto

El expositor de Bali Catamaranes, al Muelle de España del Salón Náutico de Barcelona | ACN El expositor de Bali Catamaranes, al Muelle de España del Salón Náutico de Barcelona | ACN

"Navegar no es para ricos" afirmaba un tajante Luís Conde durante la presentación de la cincuenta-novena edición del Saló Nàutic de Barcelona. La crisis económica y sociosanitaria provocada por la pandemia ha sido asimétrica en cuanto a su afectación sobre los diversos sectores económicos del país, pero el náutico ha sido una excepción feliz, y los públicos de la navegación recreativa no solo se han mantenido durante los últimos dos veranos sino que se han diversificado. "Con la pandemia hay muchísima gente que ha optado por el mar", explica el director del Saló Josep Antoni Llopart, que celebra que el modelo turístico instaurado durante los últimos veranos haya "impulsado un crecimiento en el sector que en otro momento hubiera tardado dos o tres años a llegar".

Los datos, de hecho, confirman los pronósticos de la organización. Según la Asociación Nacional de empresas Náuticas (ANEN), la venta de embarcaciones llega al último trimestre de 2021 con cifras sustancialmente superiores a las previas a la pandemia. Tal como destaca la Asociación, las matriculaciones han crecido más de un 13 % entre enero y agosto de 2021 respecto del mismo periodo de 2019. Las primeras jornadas del Saló Nàutic al Moll de Fusta y el Moll d'Espanya del Port de Barcelona demuestran este aumento del interés por la náutica, con centenares de visitantes de perfiles diversos explorando todas las ramas de la navegación.

Llopart: "La pandemia ha impulsado un crecimiento en el sector que en otro momento hubiera tardado dos o tres años en llegar"

Desde tablas de surf con diseño inteligente hasta la Armada Española, el Port Vell acoge un acontecimiento dedicado a una industria concentrada, muy relacionada y con evidentes ganas de volver al agua. La popularización de la navegación recreativa durante el último año – una "alternativa segura y de proximidad" al turismo tradicional que se detuvo durante la pandemia, cómo destacaba el mismo Conde – se encontró con el primer verano en cerca de 60 años sin Saló Nàutic presencial. "La gente tenía muchas ganas de volver a la presencialidad, porque el público del Nàutic quiere tocar el producto, quiere subir al barco", celebra Llopart. "La gente no solo quiere comprar – comenta el presidente del Saló – quiere explicar experiencias, hacer networking".

"La afluencia es muy buena, y arrancar en festivo siempre es positivo", afirma Llopart, que ve en las nuevas caras que se han presentado en el Port una continuación de los grandes resultados de sector. "Queremos que este crecimiento no sea una burbuja" y fidelizar a todo el mundo que se ha empezado a acercar a la navegación con la crisis de la Covid. "Se trata de conseguir que la gente se inicie a navegar" un mundo, según Llopart, amplio y polifacético, que permite varias formas de participación, desde los deportes marítimos – representados en el Nàutic por la Federación Catalana de Vela - hasta la navegación recreativa.

De locatarios a propietarios

Según los datos publicados por el ANEN, cerca del 30% de las nuevas matriculaciones de embarcaciones están dedicadas al modelo de alquiler charter. Este crecimiento, que el presidente del Saló celebra, se debe de, principalmente, en las demandas de los nuevos públicos de la navegación. "La gente que está empezando en este sector – razona Llopart – no quiere tener un barco, quiere tiempo en un barco". El modelo charter y la formación naviera son la puerta de entrada de nuevos públicos a la navegación, y el Saló se posiciona cómo uno en torno a impulso de esta opción comercial.

"Nuestro motor – apunta el director – es la venta, pero las nuevas generaciones entran a la náutica desde otra óptica". Tal como apunta Llopart, pero, la organización ve el alquiler de barcos – y las experiencias que este estimula – una puerta de entrada hacia un modelo de navegación más tradicional, que implique la compra de una embarcación de uso privativo. "El charter es una primera fase – augura Llopart – la segunda fase es la compra de una embarcación, y esta oferta es un reclamo para todo un segmento de la población". Las ventas, pero, bajarán el ritmo por los largos procesos de espera que comporta la carencia de materias primeras. "Ahora mismo - apunta Llopart - se están gestionando las compras de 2020; intentaremos hacer un push de cara a las matriculaciones de 2023". "Estamos en un momento atípico", lamenta.

"Nuestro motor es la venta, pero las nuevas generaciones entran a la náutica desde otra óptica"

La visibilidad de los vendedores es, con este objetivo, uno de los puntos más relevantes del Saló Nàutic. "La gente que sube a un barco, que lo prueba, es porque lo quiere comprar, o porque está cerca de decidirlo", afirma Llopart, que ve el regreso a la presencialidad cómo un gran reclamo para la transición a la compra de embarcaciones. En este sentido, la organización celebra "el efecto agregador" de las más de 180 empresas presentes al Saló, y las cerca de 500 embarcaciones expuestas, 176 de ellas en la exposición flotante. En el Moll d'Espanya, que ha acogido la muestra en mar de muchos de los yates y barcos más imponentes del certamen, se pueden visitar los expositores de grandes firmas cómo Acimut Yachts, Lagoon, Pardo o Sasga. De entre los navieros presentes, pero, ha destacado la afluencia del grande stand de Bali Catamaranes, así como la gran demanda de visitas a las embarcaciones expuestas por la naviera española De Antonio.

Navegar en digital

A pesar de que la innovación será uno de los factores principales del Saló en adelante, la edición de este año no ha sido una de las más destacadas en nuevas propuestas navieras. "La carencia de materia primera y producto ha hecho que esta sea una edición atípica", lamenta Llopart, que ve la de 2022 cómo "el regreso del Saló como referente en novedades a la industria". Según el director del Saló, pero, en la edición de este año "se ven indicios de innovación que pueden entrar a los mercados en los próximos años", proyectando el regreso de este nuevo producto de cara a ediciones futuras.

"La innovación es esencial", avisa Llopart, que se ve cómo un espacio donde las grandes navieras internacionales puedan acceder para conocer el futuro del sector naviero. "Queremos dar visibilidad a startup de aquí e internacionales, y el nivel de este año es muy potente". El Saló, de cara a su transformación en la próxima edición, se proyecta cómo un "radar internacional" capaz de situar los proyectos más disruptius en la navegación, y de impulsar, concluye el director, un networking entre grandes empresas y emergentes que "conecten la innovación con la gran industria".

"Queremos conectar la innovación con la gran industria"

Todo y las limitadas posibilidades causadas por la carencia de producto, las emergentes más disruptives del entorno empresarial de la navegación tendrán su espacio al Saló mediante la tercera edición del Nautic Tech International Forum. Las startups introducidas ofrecen soluciones que van desde la digitalización del análisis de datos portuarios y navieras que ofrece la empresa Sinay hasta el control digitalizado de hidroales, cómo el que ha presentado Folichemy. La atracción de nuevos públicos a la náutica también forma parte de las exposiciones de Nautic Tech, con la nueva propuesta de gamificació del deporte Nàutic de Karanasport , y el expositor de Nautic Proteus ofrece a los asistentes una mostrade su tecnología de navegación no tripulada dedicada al rescate de personas al mar. Llopart celebra poder acompañar estos proyectos con la visibilidad y los contactos que los facilita el Saló Nàutic, que se ve cómo "un acelerador muy importante en esta industria".

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